lunes, septiembre 17, 2007

Noticia ingenua


Paso a comentar esta noticia que me gusta, no por su trascendencia o novedad, pues el tema que trata ni siquiera es una noticia a estas alturas, sino por el carácter ingenuo y superficial del tratamiento aplicado. Éste es un ejemplo elocuente en ese sentido. La noticia completa puede leerse aquí.
El título de la noticia es “Cinco guardias civiles del Puerto de Vigo detenidos por participar en una trama de contrabando de tabaco”. Cito lo más interesante:

(…) desde el pasado 31 de agosto trabaja en la investigación de una trama de contrabando de tabaco en el Puerto de Vigo en el que están involucrados cinco miembros de la Guarda Civil (…)

¿De qué trama hablamos en concreto? Pero si en España más del 20% del tabaco que se fuma es de contrabando. El contrabando de tabaco es algo generalizado y sucede porque no es un producto ilegal. Por esa misma razón, la sociedad tolera este contrabando igual que podría tolerar que un proveedor nos hiciese una factura sin I.V.A para que así nos salga más barata una adquisición. De todas maneras, a lo mejor tenemos que agradecer que al menos se busquen cabezas de turco.

(…)Delfín Fernández, valoró a Efe la operación realizada, ya que, según dijo, demuestra que tanto la Guardia Civil, en este caso, como la Policía Nacional, tienen control sobre su personal para evitar que sus miembros cometan delitos.

Eso puede que sea mentira. Entra en contradicción con lo dicho en el párrafo siguiente. Si se tuviese control, los mandos, o habrían estado implicados en la “trama” o se reconocería que llevan tiempo haciendo la vista gorda. Sin embargo, no se reconoce ninguna de las dos únicas posibilidades. Pero de todas formas, el problema principal es otro.

Por un lado tenemos el sistema retributivo de los guardias civiles y los baremos empleados en su promoción profesional, -no basados en la consecución de objetivos relativos a los cometidos para los que fueron adiestrados-, como ya di a entender en esta entrada; por otro, y sobre todo, la forzada legalidad contra natura del tabaco.

Muchos consideran el contrabando un negocio lucrativo por lo mismo supra dictum, (porque el tabaco no es ilegal), sólo que está fuertemente gravado. El Estado se hace participe y supuesto beneficiario del negocio en pro de un interés pretendidamente rentable en términos de recaudación pública, pero el tabaco no es rentable para el interés público, porque sus beneficiarios últimos son privados, cuantificables e identificables mientras que la perjudicataria es el resto de la sociedad. Se insiste en auspiciar una legalidad intentando acomodarla al sentido común en unas condiciones que son imposibles; debido a la propia naturaleza adictiva y dañina del producto.

«Nos cuesta asimilar que sus mandos más directos no estuviesen al tanto de lo que estaba sucediendo (…)

Evidentemente, o tienen control sobre lo que sus subordinados hacen, o no. De cualquier forma, sea una cosa o la otra, vamos mal. Algún mando tendría que pagar por cómplice, por incompetente o por ambas cosas. Lo que cuesta reconocer es que el mismo presidente del gobierno hace la vista gorda, pues todos sabemos que el problema del contrabando de tabaco en España hace tiempo que se fue de las manos quedando fuera de control. Es lógico que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado hagan la vista gorda si creen que hay que proteger su oferta y su demanda porque sí en términos absolutos; se grave con impuestos o no. Y todo porque es legal y, como es legal, a partir de ahí todo vale.

Para terminar, recomiendo la lectura de este enlace aclarador del que extraigo el siguiente párrafo clave:

“¿Por Qué Existe el Contrabando?
Según sostiene la industria del tabaco, la razón por la cual existe el contrabando es por los altos impuestos que se aplican al tabaco y que la única solución viable es la reducción de dichos impuestos. La realidad es otra, los precios son unos de los muchos factores que influyen en el contrabando. Existen otros factores más importantes tales como: el propio papel que juega la industria del tabaco en la generación del contrabando; la ausencia de controles adecuados para los productos obtenidos del tabaco en el comercio internacional; y la existencia de redes de contrabando atrincheradas, así como la distribución sin licencia, las leyes anti-contrabando muy generales y vagas, la débil observancia coercitiva de las leyes y finalmente, la corrupción de los funcionarios.”

viernes, septiembre 14, 2007

Menos mal que alguien se ha dado cuenta

Tras los atentados del 11M, el entonces director de RTVE, Alfredo Urdaci, hizo el ridículo al exhibir una interesadísima gestión informativa de la noticia a tres días de las elecciones generales del 2004. Apenas llegó Zapatero, una de las primeras medidas que anunció para comenzar a atribuirse méritos fue la operación de maquillaje destinada a proclamar la independencia de la televisión pública. Así, como si tal cosa, por ciencia infusa, en ese momento llegaba a España la televisión objetiva e imparcial, una digna representante del cuarto poder independiente en España. Sí, ja.

Los periodistas españoles no desentonan. Están a la misma altura que los políticos. Generalizando, como siempre, son igual de demagogos, parciales, ignorantes, fanfarrones, serviles… lo mismo que en otros sitios pero exagerando. Tras residir en Londres, conocer la BBC y volver a España, se da uno cuenta de que esto es bastión de mercenarios, populistas y manipuladores. Los periodistas no son el cuarto poder, sino una extensión del primero y único: el mercadeo de nuestros políticos y su electoralismo irresponsable.

Especialmente bochornoso es el tratamiento que la prensa le otorga al tabaquismo. Resulta increíble, examinar el interés e imparcialidad mostrados por la prensa anglosajona y luego compararlo con el tratamiento informativo dado al tema en España. El contenido, la forma, el léxico empleado…todo falla para poner en evidencia la escasísima ética profesional de esta caterva; todo parece formar parte de un mismo plan preconcebido con un objetivo concreto; el resultado es similar al de una censura informativa encubierta.

Menos mal que este señor, Baltasar, se ha atrevido a “salir del armario”. Ha quebrantado tantos tabúes que puede que su alma vaya al infierno. Al menos, yo en su lugar temería por mi vida, dadas las circunstancias. Puede que no estemos en un país tan libre como el cree, en lo que a libertad de prensa y derecho a la información se refiere. Baltasar Magro, trata de disculpar a sus compañeros de prensa, achacando la sucia actitud de muchos de ellos a la falta de concienciación, que no a la mala conciencia.

He aquí el enlace.

martes, septiembre 11, 2007

La Guardia Civil, herida por Pere Navarro


Hoy he dado con esta curiosa noticia. Pere Navarro, quien está al frente de la DGT, le ha dado un tirón de orejas a la benemérita. Se le ha ocurrido una atrevida forma de echar balones fuera. Sugiere que la benemérita es una vaga y una incompetente, que no tiene el suficiente valor para multar todo lo que podría. Y que si las cifras de muertos, a final de año, superan a las del anterior, eso no será porque el carné socialista por puntos haya fallado. Por favor.

Lo dicho por Pere Navarro debe ser considerado un síntoma revelador de un problema generalizado común a casi todos los trabajadores del sector público. Es posible que los agentes de tráfico cobren poco; al menos esos son los argumentos que ellos mismos esgrimen como justificante, además del de la recurrente falta de efectivos. Entonces, quizá tengamos que aplicar en ese aspecto tácticas más “motivadoras”. Si el escaso número de agentes no justifica el aún más escaso número de multas, hay un serio problema de rendimiento. Pretender que todo un colectivo mejore su rendimiento por una cuestión de obediencia debida al socialismo, quizá sea demasiado estalinista para el gusto de muchos.

El hecho es que llevamos décadas en España quejándonos de lo poco rentables que son nuestros funcionarios en su conjunto. Y en numerosas ocasiones se ha considerado la posibilidad de cambiar el sistema retributivo de los funcionarios y otros trabajadores del sector público. Sin embargo, nunca se ha hecho nada. Siempre se ha considerado más cómodo y prudente complacerlos y no incomodarlos. Falta de valor y cuestiones electoralistas, como siempre, han tenido que ver.

No digo que sea buena idea que los agentes de tráfico se lleven comisión por cada multa que pongan, o deban cubrir un mínimo de denuncias interpuepuestas a final de mes para cobrar el plus de productividad. Pero sí se podría llevar a cabo una solución intermedia; quién sabe. Es cuestión de llevar la iniciativa y echarle imaginación. Los resultados serían beneficiosos siempre para el interés general, independientemente de consideraciones políticas.

Hablo de todo esto con la excusa de establecer una rebuscada analogía entre el carné por puntos y la ley antitabaco. Es como si me pareciese que las dos fracasadas leyes -ninguna cumple con éxito sus objetivos-, tuviesen un punto en común. Ni la ley antitabaco ha reducido significativamente el número de fumadores, ni el carné por puntos los accidentes. Pero en otro aspecto son muy diferentes.

La diferencia radica en que Pere Navarro pide que se multe más y Bernat Soria no. Es decir, sospecho que los inspectores de sanidad podrían espabilar un poco más. En definitiva, me parecería justo que si los agentes de tráfico se han llevado una regañina por no hacer una cosa, los inspectores de sanidad se llevasen una bronca por la misma razón, habida cuenta de lo escandaloso de las cifras netas de multas, así como de la ratio de inspectores en proporción a las inspecciones llevadas a cabo en locales que incumplen las leyes del tabaco.

viernes, septiembre 07, 2007

Tertuliano ignorante en “La Mirada Crítica”

La Mirada Crítica es un programa de debates de Tele5 que se emite por las mañanas. Suele ser interesante y es un buen referente para entender los entresijos del politiqueo de tres al cuarto que “padecemos” en España.

Ahora mismo resulta especialmente entretenido por aquello de la “precampaña”. Esta es la época en la que los noticiarios resultan más divertidos. Las posibilidades de reír a carcajadas repuntan por estas fechas gracias a nuestros simpáticos dirigentes, que pierden los nervios e improvisan con tanta torpeza que se les termina pillando en mentiras irrisorias.

Se unen muchos factores que provocan la risa en el espectador. Así por ejemplo, vemos como este inicio de la precampaña viene a coincidir con el preocupante asunto de la desaceleración económica, de la crisis hipotecaria, de la pérdida de confianza del consumidor, del aumento del paro etc. En resumidas cuentas, consecuencias lógicas del sistema y comunes a todas las economías de occidente. Sólo que, en España, los problemas los acentúa la mala gestión de nuestros mercachifles, por su falta de previsión, por su miedo a la contundencia en la aplicación de remedios, por sus recatos a la hora de decepcionar al primo o al amigo etc.

Realmente no hacen nada. Ni la política económica que llevaba a cabo el PP, ni la que lleva el PSOE difieren. Digo lo de “llevar” por no decir “poner en práctica”, ya que eso no se hace nunca aquí, o al menos no le corresponde a los ministerios competentes. En realidad no se toman medidas significativas en ningún sentido. Son políticas de continuidad y da igual quien esté en el poder pues el objetivo no es resolver problemas sino beneficiarse de ellos; para arreglarlos está la casualidad o el destino. De hecho, es probable que tampoco cambiasen las cosas si gobernase cualquier otro partido minoritario. Se saldría del paso y se capearían los problemas pero no se solucionarían. La inercia histórica y el libre albedrío parece que es lo que rige nuestro sistema; no las iniciativas de los políticos quienes parecen estar sujetos a las programaciones sociales como cualquier otro pelele. Es como si viviésemos en un estado liberal de facto, pero no el ideal soñado por los primeros teóricos del liberalismo, sino el del desorden, el del descontrol y la corrupción.

En referencia a los pesimistas datos económicos en los últimos meses, el pasado día 5 de Septiembre, cada aspirante dejó clara su lectura en los diversos medios.

El PP dice que sí, que se está cumpliendo la profecía que ya auguró tras el 11 M, que todo es indicativo de que se avecina una crisis tremenda por culpa de la gestión socialista. Aseguran que si hasta ahora no había habido indicios de que se produjese, eso ha sido porque el PSOE ha tardado más de tres años en desbaratar el modelo económico tan sólidamente construido por el PP.

El PSOE, por su parte, dice que de eso nada. Que todo esto es algo pasajero, coyuntural, que no es indicativo de crisis sino de un leve reajuste y que no tiene nada que ver con su gestión. Achaca la coyuntura, claro, a imprevistos de “fuerza mayor” con argumentos peregrinos. En la emisión del programa del día 5, yo destacaría las palabras del Secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado para justificar el aumento del paro durante estos últimos meses en la hostelería, en las que señala a la climatología como la culpable. Y eso después de que el Ministerio de Sanidad acuse al calor de muertes por deshidratación y lleve a cabo su concienzuda campaña para mitigar sus efectos (léase el final del artículo anterior).

En este punto, los tertulianos, pasan al análisis del problema hostelero. Entonces uno de los tertulianos, consciente de que no es el mal tiempo el que ahuyenta a los turistas, le empieza a echar la culpa al gobierno. Demuestra ser uno más de esos neoconistas a los que los argumentos de la Industria Tabaquera han convencido. Dando por sentado que la construcción y el turismo son los dos grandes pilares sobre los que se apoya y se apoyará, per secula seculorum, la economía española, dice a toda prisa las cosas que debe hacer el gobierno para favorecer el turismo y el sector de la hostelería.

Naturalmente, como mi memoria es selectiva, sólo recuerdo lo que dijo sobre lo que no debe hacer. Lo cual quedó artificialmente destacado por la saña e ironía con la que lo balbuceó en relación a las medidas que se pueden tomar para atraer al turista europeo y salvar así de la crisis al sector. Cito más o menos textualmente: “(…) Lo que no se puede hacer es que el gobierno se empeñe en decir “mire usted no fume aquí, no beba…”; porque aquí el turista a lo que viene es a divertirse (…).

Esa demagogia es lo que más contrariado me dejó. No por lo dicho y las maneras de decirlo; sino porque fue un periodista y no un político el que lo hizo. Yo, a pesar de haber intercambiado impresiones sobre este asunto con italianos, franceses e ingleses, no recuerdo que ninguno de ellos fumase compulsivamente o que me dijese que no iba a España de vacaciones porque no le dejaban fumar y beber. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Parece como si la motivación principal del turista sea fumar y beber; como si España no tuviese nada más que ofrecer al turista europeo; como si el 100% de ese turismo, o fumase, o fuese perteneciese a la "nobleza" tolerante con el tabaco.

Muchos extranjeros se quejan de que en España no se respeta al fumador pasivo, pero ningún fumador europeo dice sentirse perseguido en España, ni asegura que prefiere ir a otro sitio caribeño porque le dejan fumar por doquier. El permitir fumar en más sitios no favorece a los intereses hosteleros; sino a los tabaqueros. Ya se ha visto en Irlanda y, es más, si la gente no puede gastar tanto tiempo y dinero en fumar, lo hará en auténticos servicios hosteleros. Es una cuestión de lógica.