sábado, abril 16, 2011

La otra cara del fanatismo

Auque no tiene nada que ver con los temas que suelo tratar aquí, y ni siquiera con el dopaje de estado que se practica en el ciclismo español, no he podido evitar que me llame la atención las últimas críticas del "visionario", e "iluminado" José María Aznar reflejadas en el titular: "Aznar considera a Gadafi un "amigo extravagante" de Occidente"

A mi al menos me han dejado boquiabierto, sin necesidad de leer el resto del artículo. Parece que, o no se ha dado cuenta de que Gadafi es poco menos que un psicópata, o quiere dejar claro que, la lucha contra el terrorismo como fin en sí mismo, es lo último y primordial que hay que defender, sea como sea, ya que ese fin justifica todos los medios. Pero lo más gracioso es que todo el mundo sabe que los rebeldes Libios que se han levantado en armas contra el régimen establecido, no son exactamente terroristas. Al menos, la comunidad internacional no los reconoce como tales pese a la insistencia del lider Gadafi en usar ese pretexto como coartada.

Pero a nuestro ex-presidente le da igual. Para él parece que lo importante es la invocación en sí a la lucha contra el terrorismo. Gadafi es digno de auspicio por el simple hecho de que ha impuesto un beto moral en el juicio hacia su persona, porque se ha declarado de forma ostentosa exterminador de terroristas, que son el mal absoluto. La invocación es suficiente, su voluntad religiosa, la pretendida apariencia y la fachada. ¿Por qué no podemos seguirle la corriente a Gadafi todos y mirar para otro lado?. ¿Es que acaso no nos conviene? Sigamos con nuestra fanática lucha contra el terrorismo.