viernes, diciembre 25, 2009

El Rey pide unidad

El rey Juan Carlos I pidió el jueves, en su tradicional discurso navideño, unidad política para superar los problemas que vive el país, entre los que citó especialmente la crisis económica.

Aplicaré su discurso a nuestros intereses: espero unidad política para afrontar la lucha contra la lacra del tabaquismo. Nunca se ha cebado con tanta virulencia la falta de unidad política como lo ha hecho con esta meta social. Tras oír los últimos datos del INE sobran explicaciones. Espero que gobierno y oposición acuerden un pacto de estado para luchar contra este enemigo que es común a toda la humanidad.

jueves, diciembre 17, 2009

Los hosteleros ñoños

Tal y como pronostiqué hace tiempo, ante la inminencia de una nueva ley reguladora del tabaco, la presión mediática fomentada desde ciertos sectores va in crescendo. Presidentes de gremios de hostelería, organizaciones hosteleras fantasmas y otros impostores ya se han puesto en pié de guerra. Llegará un momento en que los ejércitos de los verdaderos beneficiarios saquen la artillería pesada y el refuerzo mediático a la causa protabaquista haga que ver la tele, escuchar la radio o leer la prensa sea insoportable. Hay demasiado volumen de intereses en juego en este país con la nueva ley y dudo que la clase política aguante estos envites así como así. Por otro lado, veremos cómo reacciona esta vez la opinión pública…

Entretanto, intentemos rebatir una y otra vez uno de los argumentos que los falsos hosteleros repiten (una y otra vez) últimamente para intentar evitar lo inevitable.

Reiterando lo que he dicho en otras ocasiones, las razones del hostelero para temer la prohibición del consumo de tabaco en todos los locales de acceso público son extrañas porque, u obedecen a intereses ajenos a la rentabilidad económica de su negocio o se basan en falsas creencias. Para la primera no existe solución al ser siempre desconocida; para la segunda sólo es necesario hacer un ejercicio básico de contabilidad. Tras hacer esto último se concluye, en el peor de los casos, que no existe relación entre las restricciones al consumo de tabaco y el consumo de servicios hosteleros.

La regulación del consumo de tabaco ha de concebirse como un asunto bilateral entre el público y el estado. Nadie discute que es deber del estado velar por la evitación de conductas heterolesivas entre los individuos administrados. En ese caso, un hostelero no puede adoptar una postura parcial auspiciando el consumo de tabaco en un lugar determinado con la excusa de que es de su propiedad. El hostelero no tiene derecho a obstaculizar una política de orden público argumentando que le molesta que no se fume en su local.

Si el hostelero se considera hasta la fecha de la restricicción beneficiario de una actividad determinada que no tiene nada que ver con su negocio, ha de explicar en términos contables la razón de ello. Aún cuando hubiese sido efectivamente beneficiario indirecto de esa actividad ajena, no puede solicitar compensación por ese tipo de pérdidas –indirectas- que se vayan a producir como consecuencia de la restricción. Por otra parte, sí tiene derecho a que el estado le reembolse lo gastado en su adaptación a una ley (por temor a las pérdidas, sea fundado o no el miedo) que es revisada de manera prematura, si las obras acometidas luego resultaran ser inútiles.

Pero insisto, es ridículo que el hostelero tenga interés en auspiciar un humo que no es él quien invierte en su producción. Una cosa es que pueda escoger el tipo de decoración de su local, el tipo estilo de música reproducido por sus equipos de sonido o la iluminación, y otra que exija que ciertas actividades de sus clientes no relacionadas con sus intereses económicos sean reguladas o no en base a un capricho personal.

martes, diciembre 15, 2009

Tabaco y cambio climático

Últimamente se está tratando desde diferentes medios el problema del cambio climático. La ONU intenta buscar una solución estos días en la Cumbre de Copenhague. Difícil problema. A juzgar por los indicios, frente a lo que desde nuestra fé ciega pretendíamos creer, en realidades limitadas, no pueden operar variables ilimitadas.

Que ahora en un planeta de 40.000 km de circunferencia quepamos bien 6000 millones de personas, no significa que existan recursos suficientes para 50.000 millones de personas en 100 años. Ahora mismo, de carbón accesible no quedarán mucho más de unos cuantos miles de millones de toneladas; de petróleo no existirán más de unos cuantos cientos de kilómetros cúbicos. Las zonas destinadas a la gestión de residuos (basureros), no pueden ocupar un área en sempiterna expansión. El crecimiento económico debe tener un límite, pues nada crece eternamente y sin fin.

Por su parte, a la atmósfera, no se puede liberar de manera sostenida en el tiempo (hasta el fin de los tiempos) CO2 a un ritmo superior al asimilable por la naturaleza. Todo esto, sin embargo, se ha estado haciendo actualmente y la solución no puede aplazarse sine die.

La crisis económica y el cambio climático parecen certificar el comienzo de la decadencia de un modelo inaplicable de manera indefinida en el tiempo en un entorno limitado (era lógico y se veía venir). Aquello a lo que actualmente llamamos crisis económica podría no serlo como tal. Podría tratarse sencillamente de una adaptación del modelo a una nueva realidad de orden físico, de tal modo que la percepción de esta realidad acarrease una serie de tendencias en consecuencia y que, al no haber experimentado precedentes en la historia de la humanidad, lo confundiéramos con aquello a lo que llamamos crisis.

Si es así, no hablamos de crisis porque las cosas jamás volverán a ser como antes. Si nuestras necesidades creadas y nuestras ansias de desarrollo seguían creciendo de manera ilimitada, la escasez de recursos lo haría proporcionalmente; lo mismo que lo hizo siempre, con la salvedad de que ahora somos conscientes de ello. Nos estamos retirando la venda de los ojos, pues hemos concluido que nuestro destino es ineludible.

Así pues, a grandes rasgos, lo único que los estados pueden hacer al respecto es promover políticas de austeridad. Promover el rechazo de la sociedad al despilfarro y reorientar la obsesión por la eficiencia. Algo fácil decir, pero imposible hacer y, sin embargo, hay que intentarlo.

Teniendo en cuenta este contexto, la dependencia de la humanidad de los intereses de la Industria Tabaquera representa uno de los mayores sinrazones imaginables. Nos amenaza la crisis alimentaria pero, pese a ello, seguimos auspiciando las esterilización de las tierras con un cultivo intensivo de enormes necesidades hídricas y cuyo valor nutricional es cero una vez envasado. La deforestación avanza a pasos agigantados y nos da igual que se talen vastas superficies boscosas y se destinen a secaderos de hoja de tabaco. ¿nos quejamos de la contaminación? Bien, pero seguimos sin hablar de los procesos industriales asociados a la manufactura de las labores del tabaco.

Podría ser que la cantidad de CO2 liberada al a atmósfera por la combustión de los cigarros y la actividad de sus fábricas de productos químicos no representase una proporción significativa en comparación con la de las plantas térmicas o la industria automovilística. Sin embargo, pensemos que las toneladas y toneladas de cigarros que se producen diariamente tienen como destino final la combustión y la liberación de tóxicos a la atmósfera. Que las humaredas de los cigarros estén diluidas por todo el territorio nacional y no concentradas en una enorme chimenea no cambia el hecho de que, mientras escribo esta líneas, se están quemando unos tres millones de cigarros innecesariamente con repercusiones catastróficas en las “capas bajas” de la atmósfera.

Hace falta una conciencia global sobre el problema de la contaminación por CO2 en la atmósfera. El humo de tabaco es un buen ejemplo a la hora de establecer símiles que crean en el público una nueva conciencia en la percepción del problema, y la propuesta de reducir esta actividad constituiría un buen punto de partida si vamos a considerar de qué podemos prescindir y de qué no en nuestra sociedad del bienestar. Máxime si este nauseabundo negocio crea adicción y malestar mientras lo que vende sigue sin valer para nada.

lunes, diciembre 07, 2009

300.000 controles en 14 días


Acabo de leer la noticia sobre el anuncio de la DGT, que realizará 300.000 tests de alcoholemia hasta el día 20 de este mes. Es cierto que es una buena medida porque está evitando que fallezcan en accidente de tráfico muchos conductores, además de otras malas consecuencias de ese hábito convertido en costumbre en este nuestro país de los records.

No me parece bien que en tres años de Ley Antitabaco no se hayan llevado a cabo unas pocas inspecciones serias en bares, restaurantes y otros locales de ocio para acabar con el más perjudicial, injusto y mortal de todos los malos hábitos.

domingo, diciembre 06, 2009

Riesgo biológico


El tabaco es peligroso para todo el mundo. También es asqueroso, sobre todo para el que no practica ese hábito. Esto no es una manía de hipocondríacos y escrupulosos porque fumar es, indiscutiblemente, antihigiénico. Sin embargo, casi todo el mundo en España tiende a obviar este detalle porque los que fuman y son ahumados son demasiados. Por eso, algo que se hace tanto es inconcebible que sea un error hacerlo; no es posible que la mayoría seamos unos guarros.

Qué le vamos a hacer, si nuestros políticos quieren que España siga siendo un narco-estado lleno de apestados y prefieren mirar para otro lado pues allá ellos. Mientras tanto, aquí seguiremos unos cuantos intentando poner ante los ojos de la población lo que los poderes fácticos no quieren que se vea.

El humo de un cigarro se compone de partículas y no es espíritu delicioso precisamente; no es un ente inmaterial. Además se expande cubriendo distancias sorprendentes y gracias a su pringue vaporizada (alquitrán de carretera) se adhiere a todas partes. Alguien que fuma y al que recientemente le han sacado una muela o le acaban de poner un piercing en la boca tiene papeletas extras, merced al humo, para conseguir que sus heridas en proceso de curación le premien su imprudencia con un una infección, que podría desembocar en una septicemia o en un cáncer. Todo el cuerpo de un fumador pasivo está en contacto exactamente con los mismos venenos que los inhalados y exhalados por el que fuma. Por tanto, si tiene una herida expuesta, ¿Corre ese tipo de riesgos? Sí, aunque menos. ¿Supone un riesgo semejante el humo de los coches? Lo siento, no estamos tratando ese tema ahora.

Pero además, entre quienes fuman, cualquier tipo de infección o cualquier proceso vírico necesita más tiempo de curación. Esto significa no sólo que el humo debilita o entorpece a sus mecanismos naturales de defensa sino que, además, dichos procesos víricos permanecen más tiempo en fase de contagio. Sin duda, la gripe A (o cualquier gripe) sería más llevadera para el sistema sanitario y toda la comunidad con el tabaco quitado del medio. Ni tantos morirían de bronquitis y neumonías, ni estos contagiarían a tantos en su agonía.

Luego tenemos otra realidad no admitida, y es que las partículas de humo de tabaco exhalado pueden servir de vehículo a todo tipo de agentes patógenos que, de otra manera, a lo mejor no penetrarían en el organismo del fumador pasivo o no lo harían en la misma dosis. También es innegable que los aquejados de tabacosis, con sus toses y estornudos extras, condimentan de manera generosa el ambiente.

¿Y qué hay de la eficacia de los antibióticos en la población? pues resulta que el consumo de tabaco, para empezar, dificulta el estudio de los medicamentos en fase de prueba sobre los voluntarios que se prestan a ello. Digamos que altera la eficacia de los antibióticos y, como es lógico, dadas sus virtudes debilitadoras del sistema inmunológico, ayuda a virus y bacterias a desarrollar resistencia a los medicamentos.

En cuanto a las pretendidas propiedades terapéuticas del tabaco y la nicotina: que si puede ayudar a prevenir las alergias, que si cura el estrés y la depresión, que si se está desarrollando una variante de tabaco transgénico que va a curar el sida etc., todo eso es y será mentira, mentira y mentira. Y si tuviese alguna rebuscada propiedad farmacéutica, la agencia del medicamento jamás daría su visto bueno. Lo siento, demasiados efectos secundarios y demasiadas contraindicaciones.

domingo, octubre 18, 2009

¿A qué viene eso?

El pasado día 19 de Septiembre Fito Cabrales, cantante del grupo Fito&Fitipaldis, es entrevistado por Antonio San José, en el programa "Cara a Cara" de CNN+.

En cierto momento de la entrevista, El presentador le pregunta por su coqueteo pasado con las drogas. A la pregunta Fito Cabrales responde con una mímica poco convincente. Dice que ya ha abandonado ese mundo y reconoce que las drogas son origen de muchos dramas. Consecutivamente los nervios le afloran y se pierde su discurso en una serie de balbuceos poco menos ininteligibles hasta que, de repente, aclara su voz y añade, sin venir a cuento, la siguiente disquisisición: "yo quiero decir una cosa. Y es que no me gusta la gente a la que le molesta el humo". Entonces es cuando me quedo con ganas de preguntarle: "Y si yo no te molesto por no fumar, ¿por qué me molestas tú fumando, hijo de puta?"

domingo, octubre 11, 2009

Acabad con el botellón, ahora, imbéciles

Ejemplo vivo de la alienación propia del adolescente con sus crisis de identidad, de la falta de comunicación en esta frívola sociedad de la indiferencia, del borreguismo más salvaje, del oportunismo de los beneficiarios del vicio y del error intelectual de la progresía es el botellón. Veamos la explicación psicológica y sociológica de este hecho. No, lo he pensado mejor, no sé si la tiene y no voy perder el tiempo con ello porque no tiene sentido tolerar eso. Que una costumbre exista y se practique multitudinariamente no significa que sea normal y por tanto se deba tolerar.

Aunque hubiesen sido 50.000 nuestros candidatos a idiócratas los congregados, no me parece lógico que no se haga nada al respecto siguiendo recomendación de la policía in situ que alega "que son demasiados". Nuestros políticos dirán que fueron precavidos porque dictaron una ley que prohibía el botellón y ya han cumplido con su misión, que han hecho lo que han podido, como siempre.

Muchos defenderán la necesidad dejar a su libre albedrío esta costumbre que va camino de convertirse en tradición, como definidor sustancial de la idiosincrasia española, como reclamo turístico cual "typical spanish", alegando fantasías libertarias, espontaneidad juvenil o necesidades catárticas del ser humano. Eso es típico de gente equivocada porque, o no ha pensado con la cabeza, o anda muy despistada. Otros, que no merecen vivir, querrán auspiciarla porque son los que les venden las bebidas alcohólicas a sus "defendidos".

¿Y los derechos de los vecinos al descanso? ¿y la obligación de velar por unos hábitos saludables de nuestra juventud? ¿y la visión de calles y plazas abarrotadas de basura y orines? ¿y la imagen que damos al resto de Europa? "Que se joda todo eso", es lo que parece que acabamos diciendo aunque sólo sea por pereza, por debilidad o cobardía.

Luego están los ni siquiera manidos argumentos que vienen a decir que es algo acorde con los tiempos, que toda la vida ha existido y ha estado bien. Que igual que los que ahora tienen 50 años organizaban guateques cuando eran jóvenes, la juventud de ahora tiene derecho a ¿divertirse de "semejantes" formas?.

Pero ni la manera es la misma ni ese argumento varía el principal de la condescendencia, "si existe, -o ha existido-, es porque está o estaba bien". Pongamos un poco de cordura. El beber hasta emborracharse por beber hasta emborracharse no es tan divertido en sí; cansa a la larga y más de esa manera y con ese fin. El de beber por beber, o para superar ¿timidez, falta de habilidades sociales, incapacidad para "ligar"?. Me parece francamente triste y patético que suceda eso.

No sé si la causa original de nuestro fracaso radicará en la inexistencia de actividades de ocio alternativo o en la falta de campañas de concienciación que prevengan de este fenómeno tan nocivo, pero sí sé de quién es la culpa aquí y ahora. Mientras esperamos a la maravillosa y cívica sociedad de un paraíso futuro, como si de una cuestión de fe se tratase, hay más bien que preocuparse por la integridad física y cognitiva de nuestra juventud aquí y ahora.

Para la próxima vez, preparad una veintena de tanquetas, botes de gas lacrimógeno, agua a presión, munición de goma y lo que haga falta, porque esta ordinariez no tiene parangón en ningún otro país civilizado. Y basta ya de pensar en habilitar explanadas para que sigan haciendo esas cosas sin molestar a los vecinos. Con eso sólo alejaremos de nuestra vista un problema que no pueden resolver porque son unos cobardes. Dispersándolos en futuras ocasiones les haremos un favor a nuestros jóvenes en el 100% de los casos y ahorraremos espacio. Además no malgastaremos dinero en estúpidas y asquerosas infraestructuras para que orinen y vomiten a gusto.

miércoles, octubre 07, 2009

La calaña de la Real Federación Española de Atletismo

Acabo de llegar del gimnasio, de divertirme un poco a costa de un grupo de usuarios que presumen de lo valientes que son y de lo bien que les va con sus inyecciones periódicas de hormonas. Lo hacen para estimular el desarrollo de la masa muscular, para hacerlo más rápido, con menos esfuerzo. Con ello suben su nivel de hormonas de crecimiento artificialmente, testosterona quizá, y así consiguen musculitos. Lo malo es que ellos obvian el hecho de que podrían estar viciando su sistema hormonal. Si el organismo detecta un exceso de testosterona en el flujo sanguíneo, es posible que trate de defenderse: sus mecanismos naturales producirán cada vez menos testosterona para contrarrestar el artificial aporte externo. Esto puede dar lugar a una atrofia irreversible de esos mecanismos de producción natural de hormonas. Si estos nenes se recortan el aporte de hormonas cuando se pasen de moda los músculos, luego ya veremos como en un futuro tenemos a varones de mediana edad con pechos y con cáncer de mama... Esas porquerías, legales o no, parecen ser toleradas por nuestra débil administración y son de fácil adquisición en muchos gimnasios españoles.

Después de esto llego a mi casa y leo esta noticia que viene a decir que:

Josephine Onyia, plusmarquista española de 100 metros vallas, ha sido inhabilitada por dos años por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), estimando los dos recursos presentados por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). El TAS ha dado la razón a la IAAF y ha anulado las decisiones tomadas en enero y en marzo pasados por la Federación Española de exculpar de dopaje a la atleta...

Es decir que la RFEA pasa de atosigar a los deportistas con lo del dopaje y otras instancias internacionales tienen que darle un tirón de orejas. Otra vez con las mismas. Por supuesto la página de nuestra Real Federación no hace ni la más mínima mención al hecho y sólo muestra las noticias sobre nuestras glorias deportivas. Bastante tienen nuestros gestores del deporte con hacer el ridículo ante el COI. Un poco de decoro, por favor. Dejad ya las drogas y poneos a perseguir el dopaje si queréis que Madrid sea elegida en el 2020.

Conclusión: parece que los españoles tenemos unos hábitos bastante insalubres y que nuestro comportamiento tramposo y antideportivo canta mucho en occidente. Creo que no voy a volver a hablar de este subtema; ya no hay mucho más que decir.

sábado, octubre 03, 2009

Madrid no tenía posibilidades

Ha sido realmente un acierto por parte del COI decantarse por cualquier otra ciudad que no esté tan llena de tramposos, drogadictos y fumadores. La delegación madrileña era para verla con sus dos portavoces con voz de fumadores compulsivos, con el Rey y el Señor Rodríguez. Cuándo al Señor Rodríguez se le preguntó sobre si la legislación antidopaje española (y la disposición para hacerla cumplir, entre líneas) iba a estar a la altura, nuestro presidente sólo pudo responder con histrionismo. En sus palabras había un exceso de contundencia y falsedad que no inspiró confianza a nadie. Es entonces cuando les quedó claro a los miembros del COI que podían reirse de España, de su sociedad tan tabaquizada y drogófila, tan proclive a argumentar la defensa del derecho a hacer trampas con alegaciones pro-libertaristas. Ya le ayudé hace dos años a Pat Macquaid a difundir esta adevertencia aquí y aquí a propósito del dopping en el ciclismo español.

Luego también nos metieron otro dedo en la llaga: el del urbanismo y la contrucción de las viviendas en la villa olímpica. Le preguntaron a Gallardón si, teniendo en cuenta los antecedentes especulatorios en España, no íbamos a llevar a cabo nuestra típica gestión ultraliberal de esas viviendas tras el 2016. Otra vez, Gallardón no sonó convincente, con tanto repetir la palabra "social-es" para referirse al uso posterior de esas viviendas; es algo que no le pega en boca de los populares.

Estaba claro que el Rey, el Señor rodríguez y Jaime Lissavetzky, venían a promocionar una forma de ver las cosas que no ni va con estos tiempos ni es la acertada. Es mejor que se dediquen a cosas para las que tendrían más éxito. Para otra ocasión, que sean embajadores del tabaco y las drogas porque para cosas serias ya habrá gente más capacitada.

jueves, octubre 01, 2009

Madrid y los juegos

Madrid es candidata a ser la sede olímpica en el 2016. Me comunica personal entendido en asuntos del COI que, aunque los miembros pueden votar lo que les de la gana y el factor emocional o personal está ahí, también son tenidos en cuenta aspectos objetivos que pueden inclinar la balanza en esa votación secreta.

Ante mi preocupación de que Madrid fuese designada sede olímpica sin merecerlo, -se auspicia el humo de tabaco en lugares cerrados públicos-, asegura que no sabe si ese es un factor decisivo o no, pero que "todos los aspectos son tenidos en cuenta" y que además de las instalaciones deportivas en sí, son valoradas con especial atención "las infraestructuras y la calidad de los servicios en la ciudad en cuestión". Se llevan a cabo informes a pié de calle sobre la calidad de los servicios hosteleros en general, los cuales vendrán detallados en memorias y actas que los votantes han ya repasado. Parece seguro que el tabaco en los bares podría ser crucial para algún votante y "evidentemente, que en en la mayoría de hoteles y restaurantes se pueda fumar, no es un punto a favor".

miércoles, septiembre 23, 2009

Informativos deformativos

Parece que muchos informativos de televisiones privadas han decidido cerrar filas con la crisis y darle un nuevo enfoque parcial a la presentación de noticias.

De cualquier noticia sacan un pero que lleva a sembrar dudas con el objeto de beneficiar al poder empresarial, al conservadurismo y el libre albedrío de los mercados. No sé, me da una ligera impresión de que las tendencias varían según lo que su mercado de audiencia pida.

¿Que el gobierno quiere fomentar el uso de las bolsas ecológicas? Pues sí, dirán que está muy bien pero que esas bolsas pueden lesionar la espalda porque la gente tiende a cargarlas más de la cuenta aprovechando su resistencia.

¿Que se ha conseguido mediante cierta presencia policial y multas alejar a las prostitutas y sus clientes del barrio de unos agraviados vecinos? Pues sí, pero se quedan con el comentario del vecino que asegura que eso no es arreglar el problema sino trasladarlo, sugiriendo la conveniencia de la regulación.

¿Que un estudio cifra en un 50% la proporción de trabajadores de una plantilla que suele criticar a su jefe llamándolo inepto? Pues sí, pero nos quedaremos con el dato que cifra en sólo un 10% los trabajadores que estarían dispuestos a asumir la responsabilidad del mando para demostrarle al jefe que sabe hacerlo mejor que él.

Ya uno cree ver fantasmas donde no los hay y no debemos atribuir tendencias a los informativos sin pruebas claras y concluyentes, pues seguro que nos equivocamos u olvidamos matices (salvo casos evidentes como COPE o Intereconomía). Pero lo que sí está claro es que las noticias las dan todos fatal, con mucha falta de profesionalidad; con mucha parcialidad.

Bicis y tabaco

El otro día Alberto Ruiz-Gallardón celebró el día de la movilidad cogiendo la bici. En Madrid no lo secundó mucha gente y tuvieron los atascos de tráfico habituales. Lo cierto es que en España, pese al buen tiempo, se usa la bici para ir al trabajo muchísimo menos que en cualquier otro país del norte-centro de Europa. Si mucha gente se pregunta por qué, una respuesta es la inmadurez cultural. A mucha gente le parece una bajeza propia de pobres eso de ir en bici si puedes ir en coche.

Yo no encuentro compañeros de bicicleta entre mis amigos cercanos: Casi todos fuman bastante, de manera que sufren y jadean a las pocas pedaladas. El tabaco, como siempre, no ayuda a fomentar el uso de la bicicleta. Eso deberían saberlo estos del PP en Madrid.

domingo, septiembre 13, 2009

Actualidad informativa

Empezamos con los actos de vandalismo que tuvieron lugar en los botellones de las fiestas de Pozuelo de Alarcón.

Cómo siempre, muchos estarán ahí para decir lo mal que está intervenir en el libre albedrío y privar a nuestros menores de su libertad de congregación y de su libertad de expresión. Claro, y los demás, que nos fastidiemos. Menos mal que esta vez se ha actuado en consecuencia aplicando la mano de santo en forma de presencia policial. Así, estuvieron todos los vecinos mucho más contentos y tranquilos ayer por la noche. Con una sensación de tranquilidad, paz y seguridad que no viene mal de vez en cuando. A ver si con esto del incumplimiento de las leyes del tabaco alguien cae en la cuenta y se le ocurre una solución parecida al respecto. Todo radica en lo mismo tanto para el caso del botellón como para el caso del tabaco: en la sensación de impunidad por parte de los infractores.

También se habla estos días sobre cómo impedir que nuestros niños y adolescentes accedan a contenidos inadecuados a través de las redes informáticas. Parece que no se ponen muy de acuerdo sobre cómo restringir el acceso de los menores a las redes sociales y a qué edades.

Efectivamente, un ordenador conectado a Internet es una cosa muy seria. Puede ser una herramienta de estudio y aprendizaje excelente, un arma poderosa o una trampa mortal. Su buen y saludable uso dependerá de la responsabilidad del menor. Pero hay que tener en cuenta que a un menor no se le puede exigir mucha responsabilidad. La responsabilidad es mayormente nuestra, de los padres y de los profesores. No pasa nada si se limita severamente el uso de los ordenadores hasta la mayoría de edad. Para quien se queje de las dificultades técnicas, diré que al menos habrá que intentarlo.

En cuanto al objetivo del gobierno de proporcionar un portátil a cada alumno yo diría que no hay que exagerar, que tampoco estamos en el 2058 y que, efectivamente, eso dificultará la discriminación de usos de la que estamos hablando en los ordenadores de nuestros pupilos. Creo que los métodos espartanos de toda la vida son necesarios a edades tempranas porque contribuyen a un mejor acercamiento comunicativo con el profesor. La relación cara a cara entre el profesor que imparte y el alumno que atiende es fundamental a la hora de inculcar un mínimo de disciplina. Lo de tener el portátil sobre el pupitre debe esperar hasta la mayoría de edad o hasta los 16, francamente.

Barrack Obama quiere destapar la Caja de Pandora. Aboga por la creación de un sistema sanitario público que cubra a los americanos que no pueden costearse su seguro médico privado. Ya que 1 de cada 5 puede morirse en una acera pública si no dispone de cobertura privada en regla, y así lo ha propuesto al congreso. Por supuesto, se opone el Partido Republicano casi en bloque al igual que un tercio de los demócratas (cuestión impensable en nuestra dictadura de partidos). Pero no son el problema principal los congresistas que se oponen. Con una sucesión de alusiones al orgullo patriota recabará los apoyos suficientes dentro del Congreso. La más dura de las batallas se librara en los alrededores del Congreso. Allí los Lobbies ejercerán una presión brutal de la que no será fácil zafarse. Muchos pensarán que esa oposición a la instauración de una sanidad pública será encabezada por las farmacéuticas y las compañías de seguros médicos privados. No creo que sea tan sencillo: todas ellas serán tuteladas por la Industria Tabaquera. Pues es la mayor perjudicataria de la futura situación. A Ella no le conviene un sistema sanitario público porque así, definitivamente, los diferentes estados le repercutirán los gastos sanitarios que origina el consumo de tabaco a todos los niveles dentro de sus fronteras. No les será fácil a los beneficiarios del vicio reestructurar su mercado para compensar las pérdidas. Retrasarán todo lo que puedan la instauración de la sanidad pública. La presión, como siempre, será brutal. Prácticamente les va la vida en ello.

lunes, agosto 24, 2009

El enemigo toma posiciones

La historia quiere repetirse y los que parecen manejarla se han vuelto a movilizar para que así sea. Cada vez están más preparados, cada vez son más rápidos y belicosos.

15 años después de la conspiración civil más grande de nuestra historia, en el año 2005, los prebostes de la Industria Tabaquera fueron astutos, hábiles e impetuosos. Consiguieron minimizar los inevitables recortes en la demanda de cigarros que se produciría como consecuencia de la instauración de un nuevo orden en el que habrían de respetarse los derechos y la salud de los que no fuman. Los centros de trabajo eran ya casi una causa perdida pero la hostelería sería el frente principal donde se libraría la madre de todas las batallas.

La brutal contraofensiva de los intereses de la Industria Tabaquera consiguió con rotundo éxito su objetivo desde un primer instante. Con el paso de los años afianzaría su victoria tal y como vemos. En ese proceso pudimos ver como una ministra de sanidad, Elena Salgado, tuvo que ceder ante el inquebrantable acoso mediático al que fue sometida. La propaganda de los protabaquistas hizo mella dentro del gobierno y la taliban, la obsesionada con la salud, la perseguidora de fumadores, la que tenía metida en la cabeza la manía de prohibir tabaco, tuvo que dejar su cartera y dar paso a un paréntesis de silencio al respecto. Así sucedió Bernat Soria.

Y la historia se va repitiendo con Trinidad Jiménez que, si bien en un principio andaba algo despistada, parece que los asesores y los informes técnicos de la comunidad científica han abierto sus ojos. Ahora es consciente del mal que subyacía desde un principio y quiere enfrentarse a él, como todos queremos y como los demás querríais si supieseis realmente de qué va esto.

Ahora es su turno y acaba de abrir la Caja de Pandora. Veremos a ver cuánto y hasta qué fecha aguanta. Ya le están lloviendo las críticas de frentes insospechados; de periodistas, de presidentes de gremio de hostelería y, como no, de liberales, de nacional-católicos y de oposición. Ya dicen que se le ha metido “el tabaco entre ceja y ceja” y eso que sólo ha insinuado la posibilidad de ampliar la ley a medio plazo. Esperemos que el Señor Rodríguez, a diferencia de la anterior vez, nos eche una mano de las que no son al cuello.

lunes, agosto 17, 2009

Un problema de orden público

Y hablando de terrorismo. He aquí uno de las células durmientes destacadas más activas en nuestro país en ese sentido: el Club más Tolerante de toda España

¿cuál es su arma? el terrorismo mediático. El terrorismo mediático es un concepto que va más allá de la manipulación mediática. Los terroristas mediáticos de la Industria, dicen mentiras como lo hacían sus relaciones públicas de alto standing, sólo que de manera más desesperada, contrahecha, garrula y chapucera. Porque sí, todo apunta a que ya están desesperados y, a falta de argumentos racionales, sólo les queda decir las tonterías que dicen siempre pero con un plus de pasión. Lo digo por esta noticia.

Habla de que estos agoreros prevén desórdenes sociales si se prohíbe fumar en los bares. O sea, ellos, cual pueblo o raza, amenazan con sublevarse si se les somete a privaciones tan crueles como aquellos que tomaron la Bastilla en su momento. Esa es la única manera que el tabaco acaba encontrando su defensa: en el chantaje emocional y el terror. La noticia vale la pena leerla aunque sólo sea por la irrisoria comparación que se hace de las futuras consecuencias con el botellón.

Lo malo de esto es que ahora irá el Señor Rodríguez y se lo creerá el muy ingénuo todo a pies juntillas, como buen fumador. Recemos para que no sea así...

Aprovecho para recordarle a la Ministra que su cartera es también de "Política Social". Esto es un problema social de primer orden a la altura de un asunto de estado. Espero que sepa actuar en consecuencia y hacer lo más seguro, justo y saludable para nuestra sociedad. Por favor, sea consecuente con las encuestas de opinión pública porque sí, eso es madurez y la madurez no se mide por las prohibiciones como dicen estos ineptos, sino por el respeto. Ya se sabe quiénes faltan el respeto y quiénes son los inmaduros.

domingo, julio 19, 2009

"la guerra contra el terrorismo"

Desde hoy entra en vigor la prohibición de fumar en cafés, bares y restaurantes de Turquía. Tal es la repentina conciencia del problema en Turquía por parte de la autoridades, que el gobierno y sus consultoras se han esforzado en ofrecer estadísticas e intenciones de carácter europerísta.

La consultora habla de que el apoyo a las prohibiciones goza del consenso de la población (70%) y el Ministerio de Sanidad habilitará un número telefónico de emergencia para que los ciudadanos denuncien a los infractores. En España, ni los inspectores recibieron formación específica "y de calidad" al respecto en un primer momento, ni se formalizaron protocolos en los programas de inspección claramente destinados a velar por el cumplimiento de las leyes del tabaco. Las "peculiaridades" de cada comunidad autónoma hicieron que fuese imposible establecer mecanismos equivalentes en cuanto a resultados que el ciudadano pudiese observar pero, de todas formas, el objetivo del gobierno del Señor Rodríguez no era el de rebajar la tasa de fumadores hasta un 20%; eran otros.

La valiente equiparación del problema por parte del islamista moderado a "la guerra contra el terrorismo" (palabras que cierran la noticia) me parece un punto clave a la hora de abordar el problema con la agresividad que se merece. En España, al igual que parece haberse fraguado al fin un "Pacto para la Lucha contra el Terrorismo", se va haciendo necesario un "Pacto para la Lucha contra el Tabaquismo" porque, las armas políticas deben ser otras y no empezar por entorpecer el normal desarrollo de la política sanitaria y educativa con el rollo de la libertad de los fumadores, porque eso está muy feo y ya ni siquiera vende, al menos si es para conseguir votos.

jueves, julio 16, 2009

Product placement


Acabo de leer esta noticia y, a pesar de que me gusta saber de los resultados deportivos en general, no la he podido leer con comodidad. He notado como un elemento extraño en la redacción y no sabía exactamente qué era. He detectado un lirismo de estos que, empleados en la narración de acontecimientos deportivos, resultan cursis y horteras.

En fin, que por más que hago por hacerme el sueco no he podido caer en la tentación, una vez más, de ser un malpensado. Ya estamos otra vez con las tonterías y el marketing en contextos insospechados. Puede ser en una película, en una feria de muestras de rones o, por qué no, como en este caso, en artículos de prensa deportiva. La publicidad como tal está vedada al tabaco pero estos tipejos se las saben todas...

El Product Placement impregna todos los canales comunicativos de nuestra sociedad. Eso ya se fraguó hace tiempo. Está claro que el golf es un deporte muy aburrido y de difícil financiación. Por eso, ni el titulo del artículo "La felicidad está en un puro", ni la foto de un señor fumándose el esperado puro con la marca identificable recuerdan a tan tediosos paseos por el campo.

Curiosidades

Hoy he dado con estas dos noticias de contenido ameno:

Fumar te puede arruinar

Un estadounidense paga 16.000 billones de euros por un paquete de tabaco


Creo que no hace mucho el Presidente Obama, les preguntó a los principales grupos bancarios que por favor, que si les quedaban por ahí 2 billoncillos de dólares sueltos porque los necesitaba para arreglar la economía. A los bancos les pareció que era mucho. Debe de ser que por eso se los intentaron cobrar "con intereses" a este hombre, por si acaso colaba y los tenía.

En fin, cosas de las transacciones electrónicas porque, no creo que haya tanto dinero en el mundo. Aunque si no hay tampoco hay mucho problema, pues se imprime y ya está.

Ahora en serio, para que el Industria Tabaquera dejase de arruinar la economía necesitaría cobrarle una cifra astronómica de dinero a alguien y destinar la cantidad a reparar daños y pérdidas. Por eso me resulta providencial este titular. Otra solución es minimizar los daños y las pérdidas en entidades y negocios ajenos. Pero eso es labor de otros mediante políticas orientadas a la reducción del volumen de su negocio hasta la nimiedad; progresivamente, hasta la desaparición.

Un ingeniero español desarrolla el Garrafonix, el primer detector de alcohol adulterado

El aparato es capaz de detectar seis marcas de alcohol, pero en versiones posteriores podrá detectar más de 20


Sólo huelga comentar que es una loable invención que supongo que habrá patentado, y que español tenía que ser el ingeniero, como no.

jueves, mayo 21, 2009

Trinidad Jiménez y sus brutalidades

La Señora Ministra de Sanidad lo ha dejado claro: La ley no se cambia.

De esta sucesión de ministros de sanidad inútiles, a cada cual peor, se saca una conclusión: el presidente del gobierno Sr. Rodríguez, que fuma, no quiere dejarlo.

Él apuesta porque se legisle como más fácil resulte luego evitar el incumplimiento, o sea, preconizando un curioso libre albedrío. Así, quiere ahorrarse en regulaciones a base de despenalizar lo que pueda, como lo ha hecho con sus leyes de progresía, disfrazadas de avance social.

¿Con el tabaco iba a se menos? No, peor. La verdad es que parece que es la única receta contra la crisis que él es capaz de llevar a cabo: fumar más.

En consecuencia, como tiene claro que el tabaco es intocable, -seguro que si se le preguntase sería víctima de todos y cada uno de los mitos difundidos por la Industria Tabaquera-, pues da instrucciones concretas a su sumisa ministra, fiel practicante de la retro-política.

Si el sentido común decía que la mayoría de los españoles estaban preparados para un endurecimiento de la ley, si cada vez más voces apuntan a que el tabaco nos va a arruinar a medio-largo plazo, si en todos los países de nuestro entorno se dan pasos adelante, unos tras otros, en la legislación antitabaco... aquí llegan los valientes retro-políticos dispuestos a navegar contra corriente.

Y es entonces cuando la Señora Trinidad, ante las apabullantes evidencias, ante la realidad descarada, ante datos objetivos... se dispone a recalcar de manera forzada la cuestión retro-cultural:

“Hay que ser conscientes de que solo por legislar no cambiamos hábitos o culturas. (...) Todo esto entraña un cambio social y cultural brutal, y lleva tiempo. Tiene que ir acompañado de campañas para que la gente interiorice que fumar mata (...)”

Ahora va a resultar que no sólo no podemos hacerle un feo al Ministerio de Hacienda sino que tampoco se lo vamos a hacer a la Ministra de Cultura.

Señora Ministra, fumar no forma parte de ninguna tradición cultural. El tabaquismo no es un hecho cultural porque es otra cosa. Deje de decir sandeces. Y de campañas “anticulturales” (supongo que a usted le parecerían) no tiene que ir acompañada la ley. Tiene que ir acompañada de otra cosa más fea e incómoda, reconozcámoslo. Pero aún suponiendo que fuese acertado perder el tiempo y el dinero con las campañas de concienciación, ¿dónde están metidas esas campañas a fecha de hoy? ¿En los espacios publicitarios de las cadenas de TV que aún emiten en analógico en zonas rurales?.

Usted dice que es un cambio social y cultural brutal. Yo le voy a decir qué me parece brutal de la situación.

Entre las mujeres jóvenes las tasas de tabaquismo son de vergüenza, entre los adolescentes también; eso es brutal. Brutal es que la justicia se pronuncie en España siempre a favor de los intereses de la Industria Tabaquera con estrafalariedades del tipo “fumar es un acto libérrimo”. Brutal es que 55.000 personas mueran al año por culpa del vicio, como brutal es que 5000 de esas no hayan fumado nunca voluntariamente. Brutal es que un tal Luis Merino sea despedido de su empresa por denunciar que en su puesto no se respetan los espacios sin humo. Brutal es que a fecha de hoy en muchísimos centros de trabajo de todo tipo se siga fumando a discreción y los empleados por cuenta ajena no se atrevan a denunciarlo por culpa de su delicada situación laboral ante la crisis económica. Brutal es la represión mediática y política que sufre el movimiento antitabaco en general etc. ¿quiere qué le cuente más brutalidades?

Pero lo más brutal de todo es lo único en lo que están de acuerdo Mariano Rajoy y el Sr. Rodríguez: en que no van a dejarlo. Parece como si existiese un Pacto para la Defensa de los Intereses de la Industria del Tabaco tácito diseñado para que prevalezca esta conspiración que acaba de cumplir 20 años. Es como si gobierno y oposición estuviesen al servicio de un suprapoder y nadie lo supiese. Sea o no una fantasía, da igual. El resultado es exactamente el mismo que si fuese una realidad.

lunes, mayo 11, 2009

Coco Chanel y las fumatrices

Nunca parece zanjarse este conflicto entre la publicidad indirecta del tabaco y la censura artística. Como tantas otras veces, ha ocurrido con la promoción de ésta película. Por supuesto me parece bien que los gestores del metro parisino hayan “censurado” el cartel publicitario. No me parece bien que se use la predispositiva palabra “polémica” para valorar la noticia. Si Coco Chanel fumaba o no, me parece irrelevante para el caso que nos ocupa. Si es estrictamente necesario que la película incluya escenas de tabaco porque ello ayuda a una caracterización fiel del personaje, pues vale; que sea clasificada adecuadamente y se usen las debidas advertencias en su caso. Sin embargo, no me parece necesaria para promocionar el film la exhibición directa del acto de fumar o la pose con el cigarro. A decir verdad, el objeto de un cartel publicitario es la promoción, la publicidad.

En este caso, parece que se quería promocionar algo más que la película y, es evidente por tanto, que la promoción en sí de la película y el medio empleado son elementos ajenos a la obra de arte en cuestión. En conclusión, no existe la censura sobre la película como por ahí dicen. Y si los carteles publicitarios han de considerarse arte, sus exhibiciones deben estar condicionadas a unas mínimas reglas de decoro, decencia y oportunidad. Eso no es censura. Se puede promocionar la película sin que sus carteles interfieran en la efectividad de la política antitabaco francesa, ¿qué problema hay?

Hace poco el CNPT destacó el uso abusivo y perjudicial de escenas de tabaco en un gran número de películas premiadas en esta última edición de los Óscar. No es ya sólo el hecho de que se fume innecesariamente en la mayoría de los casos, pero es que además, aún cuando fuese necesario, se echa en falta cierto nivel de compromiso social en este sentido por parte del séptimo arte. No creo que sea costoso prescindir del 80% de las escenas de tabaco que últimamente se exhiben en los cines. En los EEUU, la Administración ha ayudado bastante con el criterio “número de escenas de tabaco”, a la hora de establecer las clasificaciones por edades de los filmes. Afortunadamente, en ese país a veces tenemos la suerte de toparnos con un director al que se le nota su aversión al tabaco, como en el caso de la película Max Payne.

Peor es lo que sufrimos en España. Aquí, el incomprensible culto al vicio premia el mal gusto, la ordinariez, lo obsoleto, lo anacrónico. Parece que el complejo de dictadura mantiene la mentalidad de los 70 o los 80 en plena vigencia. Escenas de cama y temas rancios, que parecen más propios de la España en la época de la post-represión sexual de finales de los 70 y primeros de los 80, inundan el panorama cinematográfico español. Por supuesto, esa obsolescencia no se priva del tabaco; en las series para televisión también ocurre.

Resulta particularmente obscena la insistencia con la que aparece nuestro prototipo de mujer joven, retratada como fumadora experimentada (en lugar de empedernida). Se pueden ver nuestras actrices de más éxito paseando su particular estilo por la pantalla. A menudo, sin ellas mismas saberlo, prostituyen sus pulmones cual meretrices. Son las fumatrices.

domingo, mayo 10, 2009

La cobardía y la tortura (nada sobre el tabaco)

Nunca me he considerado un moralista y ni siquiera suelen interesarme las tensiones y conflictos que se dan entre el derecho natural, el pragmatismo socialista, la moral judeo-cristiana y otros “puntos de vista”.

Eutanasia, aborto y pena de muerte… siempre los he considerado problemas “de segundo orden”. Siempre he visto que esas cosas pueden estar sujetas a relativización.

La vida puedo sacralizarla a toda costa, catalogarla como bien primordial al que hay que proteger conforme a un mandato divino y concebirla como fin en sí. De alguna manera se pueden racionalizar y validar códigos morales basados en ese principio.

También puedo asumir la vida como medio o soporte para otro fin llamado felicidad. Y que si no existe esperanza futura de felicidad o la persistencia de esa vida en el mundo ocasiona sufrimiento ajeno puede dejar de tener sentido.

Otra cosa muy diferente es la sinrazón, el castigo sin fin –atélico o enteléquico-, el infligir sufrimiento a otros seres vivos porque sí, el mal que los hombres hacen a otros hombres porque sí. El mal por el mal, en definitiva.

A menudo, algunos hombres pierden aquello que los define como humanos con sus acciones contrarias a cualquier ética. Si valoramos la posibilidad de que exista un derecho a la intervención del hombre para regular una economía “humana” o del “sufrimiento”, posiblemente podamos calcular cuándo es rentable o no que algo o alguien siga existiendo.

La evitación del sufrimiento sí creo que es una prerrogativa en toda acción antrópica voluntaria a la hora de preservar la dignidad humana. Entonces, si los protagonistas activos de la cinta de video comentada en esta noticia han perdido su condición humana; si de vicio pasamos a error de la naturaleza, tendremos que intervenir de la forma más práctica, no porque los criminales imperdonables lo merezcan, sino porque es nuestro deber evitar sufrimientos futuros y calmar presentes. El presunto valor de la vida de esos autores y cómplices queda anulado por sus propias acciones.

domingo, mayo 03, 2009

Reformas estructurales

Hace unos días entrevistan a Octavio Granado (Secretario de Estado de Seguridad Social) en CNN+ en relación al monotema que copa la actualidad de fondo: la crisis.

Pues bien, resulta que en su discurso viene a reconocer que la Sanidad Pública es un agujero sin fondo en lo relativo al gasto o, como él dice, la sanidad es siempre un sector deficitario, en el que siempre se gasta más de lo que recibe. Por todo ello, señala que tanto el sistema al completo de la Seguridad Social como el sanitario público en especial, necesitarán profundas reformas estructurales.

Escuchado así, parece normal que sea un sector deficitario, -de hecho lo es-. También lo parece por ejemplo el sistema penitenciario. Claro, la gente enferma y delinque mucho y el dinero empleado para lidiar con todo eso ni genera beneficios directos ni suele dar lugar a reinversiones.

Pero no se trata tanto de averiguar hasta qué punto es la Sanidad Pública tan costosa como de ahondar en el factor que determina ese coste extra: el gasto imputable a los costosos tratamientos de enfermedades derivadas del exageradísimo consumo de tabaco en España. Claro, ahí las pérdidas los gestores de nuestro estado no las notan porque son públicas pero sí parece que consideran más ventajosos los beneficios privados que reporta el consumo de labores del tabaco. ¿Para quién es rentable? Porque ¿quién va a creerse a estas alturas que en términos netos existen esos beneficios públicos?

Yo por mi parte, como administrado y potencial beneficiario de la sanidad pública, no estoy dispuesto a reconocer que me aprovecho de esos beneficios. Me alegro de que ese beneficio no sea público porque así no me veo inmerso en un dilema moral. Eso es cosa de los políticos que manejan el cotarro y van de perdonavidas. Ellos son los que necesitan ir al confesionario. No pretendáis hacernos creer que la conciencia de los que no fuman merece estar sucia aunque sólo sea por humildad o compasión, cínicos.

sábado, abril 18, 2009

Trinidad Jiménez y su política de continuidad

Ya ha hablado la nueva Ministra de la nueva cartera ministerial. Y podemos confirmar que todo va a seguir igual que con Bernat Soria. Que hay que dejar pasar el tiempo para terminar de valorar la Ley Antitabaco. O sea, indefinidamente. Un mero intento de lavado de imagen del Gobierno.

Sobre tabaco y sociedad se podría también hablar un rato. Y es providencial que la nueva cartera se llame "Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales". Lo que no sé muy bien es en qué lugar queda Consumo ahora, pues no veo la palabra en ningún Ministerio. Los derechos de los consumidores también tienen algo que decir sobre esto del tabaco; a ver qué pasa.

domingo, abril 05, 2009

Un Danacol al día

Últimamente he podido ver en Tele5 una emisión publicitaria copiosa referida a esta golosina láctea. Con unas curiosas ansias de intrusismo, los publicistas de Danone le atribuyen propiedades farmacéuticas a este producto, en principio alimentario.

Aparte de que para mí ni el canal ni el formato es el apropiado para divulgar un descubrimiento científico así, -asociado a un interés comercial-, probablemente sea mentira que combata el colesterol.


Pero ese no es el tema, sobre esta multinacional no es relevante que sus ingenieros publicistas se inventen cosas que puede que existan o puede que no, como la l-casei inmuitas o los bífidus activos. No somos médicos ni ingenieros dietéticos y no podemos saber si eso es verdad o es mentira, -aunque probablemente sea mentira-, como para saber si el uso y abuso de los danacoles y los actimeles, tienen propiedades farmacéuticas o no.

El problema está en que este tipo de publicidad engañosa, cuyo único fin es orientar al abuso el consumo de ese producto, pueda exhibirse así por la televisión y confundir a la opinión pública de forma perniciosa y con total impunidad. La administración debería ser más responsable y no permitir este tipo de cosas. Porque esto lleva el engaño y a la confusión entre los consumidores y, por lo tanto, es una estafa en masa.

La estrategia empleada por estas corporaciones lácteas es la más pesada de todas: repetir una mentira mil veces hasta que acabe siendo una verdad.

Para entender qué mueve este tipo de acciones publicitarias, que incluyen sobornos a médicos y científicos, recomiendo la lectura de un documento del que he hablado otras veces. Está aquí. Y esto de lo que hablamos, como se entiende tras la lectura del documento, es claramente un caso de ciencia chatarra:

“La verdadera ciencia chatarra

Contraste esto con las modernas RRPP y su constantes ínfulas de utilizar ciencia razonable. Las investigaciones financiadas por corporacionies, sea en el área de los medicamentos, alimentos GM, o química, empiezan con conclusiones predeterminadas. Es entonces el trabajo de los científicos demostrar que esas conclusiones son verdaderas, por la ventaja económica que esa prueba le traerá a las industrias que pagan la investigación. Este manera aborrecible de hacer ciencia ha cambiado el foco entero de la investigación científica en los EE.UU. durante los últimos 50 años, como probablemente admitiría cualquier científico verdadero.”

sábado, abril 04, 2009

Campos de tabaco

Leo esta noticia el 1 de Abril:

"La Comisión Europea (CE) ha propuesto hoy una serie de medidas de "ajuste" para frenar los daños del cambio climático en la agricultura y la ganadería. La UE alerta de que un grupo de países comunitarios del "sur y sureste", entre los que está España, serán los que más sufran los efectos del calentamiento global."

Y os preguntaréis qué tiene que ver esto con el tabaco. Pues tiene.

Hay demasiadas cosas que los amantes de los animales no saben, como que en las granjas en Pensylvania de Philip Morris todos los años miles de animales son sacrificados o torturados en experimentos destinados a descubrir si un aditivo es más nocivo de la cuenta; todo sea "por la seguridad de los consumidores de nuestros productos".

Asímismo, hay demasiadas cosas que ni los grupos antiglobalización, ni los consignatarios de la propaganda del cambio climático, ni los ecologistas saben o quieren saber. Y todo porque uno no puede cuestionar nada relacionado con Don Tabaco. Todos piensan como si fuese algo propio de su ser: "con la Iglesia hemos topado".

Por eso no quieren saber que el tabaco es uno de los cultivos de regadío más devastadores para el campo. Necesita mucha agua, ya sea por aspersión, manta o riego por goteo; ocupa una superficie desmesurada y el secado de la hoja lleva asociado otro despilfarro en terreno y una industria química bastante indeseable para el medio ambiente. Todo esto en áreas en las que, por ejemplo, podría haber árboles en su lugar, o al menos cultivos más eficientes y respetuosos con las reservas hídricas de la zona.

Para colmo, la mano de obra conlleva unos elevadísimos costes. Mano de obra cuya salud se ve amenazada primero por la toxicidad de la planta en sí, y segundo por los tratamientos fitosanitarios aplicados. Y todo por un cultivo que no está precisamente destinado a salvarnos de una futura crisis alimentaria. Algo que ni vale para comer, ni para vestir, ni nada.

A partir del 2010, en un proceso que culminará en el 2013, se irán reduciendo hasta la supresión progresivamente las subvenciones de la UE al cultivo. Entonces, si España ya ha hecho sus deberes preparando el camino a los inevitables procesos de reconversión, se abrirá un nuevo camino hacia la libertad de Extremadura. Siempre y cuando la Comunidad Autónoma u otras administraciones no redistribuyan fondos en principio destinados a otras cosas para tratar de absorber la pérdida de ayudas y continuar protegiendo el cultivo.

Ni por un solo momento olvidemos que la conspiración y la manipulación mediática llegó al campo en su debido momento; que fue la AET (Asociación de Empresarios del Tabaco) junto con HORECA (Hoteles y Restaurantes) los disfraces tras los cuales la Industria Tabaquera engaño a toda una sociedad y un estado para que auspiciasen sus actividades a toda costa.

Ya está bien. Extremadura no va a ser más pobre cuando el tabaco desaparezca, ni los cultivos de avena y algodón van a desaparecer por inercia, ni 10.000 familias van a verse privadas de su sustento, ni se va a abrir una falla que va a provocar un cataclismo geológico y se va a secar el Rio Guadiana. A Extremadura le espera un futuro desligado de esta sacrificada y penosa parcela del sector primario.

jueves, marzo 26, 2009

Help!

Esta mañana he visto en las noticias que Europa ha dado luz verde por mayoría a la retirada a España de parte de los fondos comunitarios. Parece que se ha exagerado un poco con los excesos urbanísticos, que la iniciativa privada para destruir entornos de interés natural se auspicia de manera sobrenatural. Parece que los planes los redactan débiles corruptos y que la descomunal avaricia de cierto tipo de especuladores españoluchos es ya un poco pesada.

Europa quiere obligar a España a que modifique y aplique su legislación de manera efectiva y eficaz. Dejo las cadenas de texto que más me gustan y luego os digo a qué me recuerda esto:

(...se "ha generado una forma endémica de corrupción" y responsabiliza a todos los niveles de la administraci...)

(...falta de actuación y parcialidad de la Justicia española...)

Sobre lo primero, ya sabemos de qué casta estamos hechos. Sobre lo segundo, acordaos del sentenciazo. Mis agradecimientos al Parlamento Europeo y su valentía por enfrentarse al régimen dictatorial bajo el que vivimos los españoles e intentar fumigar un poco.

Creo que otra próxima retirada de fondos debería referirse a la legislación reguladora de productos del tabaco y sobre la protección deficiente de los fumadores pasivos. No hace falta explicar más sobre el asunto; sólo que va siendo hora porque la política y la justicia española en este asunto “canta” mucho.

miércoles, marzo 25, 2009

No amoldaremos nuestro negocio a España. Amoldaremos España a nuestro negocio.

Quedan ocho años para que asistamos a la privatización de Tabacalera. Más de un año de vigor del inefectivo Real Decreto 192/88, apenas sí consigue reducir el humo en los transportes públicos. Sin embargo, soplan vientos de cambio en España y el inicio de la década va acompañado de una peligrosa nueva conciencia en el país. Ya se sabe que el tabaco es malo para la salud y organizaciones médicas locales e internacionales elaboran estudios que lo confirman; difunden sus resultados con brío e insistencia. La opinión pública española y la predisposición política de un gobierno que intenta situarse a la vanguardia de Europa, hacen viable la redacción de un nuevo decreto. Pero la Industria ya se había preparado para la ocasión y no tarda en mover ficha. Es el tiempo de la auténtica militancia para los beneficiarios del tabaco. La alerta les llega de fuera, de la mano de Philip Morris. La movilización está en curso...

La principal misión de los americanos será la de bloquear la promulgación de un inminente endurecimiento del decreto; algo de lo que ni siquiera la población de a pié está al tanto. Todo estará bajo control en breve gracias a una serie de maniobras que conseguirían abortar cualquier intento en ese sentido por parte de la administración española. El constante y concienzudo trabajo de la Industria Tabaquera en España anulará toda posibilidad de cambio durante los 15 años siguientes. Como producto de esta conspiración, el retraso crónico en España de la conciencia antitabaco aún perdura.

A raíz de los pactos extrajudiciales con una serie de estados americanos la industria tabaquera se ha visto forzada a divulgar millones de páginas de sus documentos internos. He aquí algunos que rebelan la estrategia empleada en nuestro país que dará lugar a la mayor conspiración civil de nuestra historia reciente.

Traducción al español de documento extraído de http://tobaccodocuments.org

viernes, marzo 20, 2009

Siempre es un placer infligir pérdidas

Ayer me encontré con alguien que quería conocer los detalles de uno de mis pasatiempos, pues le era difícil entender qué sacaba yo de eso. Eso, es una manera particular de dedicarme a la lucha antitabaco, pero a mi ritmo y a mi manera. Aunque no saco de ello una recompensa dineraria (todo lo contrario), sí puede decirse que derive un placer sádico por un lado y una satisfacción altruista por otro.

Mi actividad, en cierto modo, se asemeja a la de un “profesional liberal”, sólo que no cobro por ello pues mi objetivo no es ganar dinero, sino más bien ayudar a que otros lo pierdan. Dicho así, parecería que soy un hombre de mala fe o que soy tonto, porque es absurdo gastar el tiempo y el dinero en hacer que otros pierdan beneficios.

Pero digamos entonces que mi extraña actividad empresarial se asemeja más bien a la sugerida por el mito de Robin Hood; pues inflijo pérdidas en un rico y poderoso sector económico concreto para que una mayoría ajena restante se beneficie. Aunque el beneficio dinerario neto para esos terceros sea difícil de cuantificar, existe. Además, reconozco que para tan siquiera apreciar esos beneficios tan intangibles y abstractos de los que hablo (no tanto las pérdidas, para mi satisfacción) hay que recurrir a la perspectiva global e integradora que nos ofrece la aún difusa noción de economía social.

Le expliqué esta persona que, entre otras cosas, me dedico a colaborar con entidades, organizaciones y particulares que se dedican con entusiasmo a la lucha antitabaco y que siento satisfacción y orgullo por haber conseguido ocasionar pérdidas a la Industria Tabaquera porque, si mi obra ha contribuido de alguna manera por ejemplo a establecer la prohibición de fumar en un local hostelero y, como consecuencia de ello alguien ha fumado menos de lo que lo habría hecho sin esa prohibición, eso supone para mí una recompensa infinita. Es decir, ocasionar pérdidas al conseguir que se vendan menos cigarrillos gracias a mi intervención indirecta. Y si, en ese sentido, resulta que no he conseguido nada significativo aún, al menos habrá sido un honor contribuir al aporte de una retórica propia al futuro movimiento antitabaco en España; gracias a todo lo que he ido relatando sobre mis infructuosos intentos durante estos años de oprobio.

jueves, marzo 05, 2009

Entrevista con la directora de una institución eclesiástica

Habiéndose enterado de mi ímpetu activista en lo que a la lucha antitabaco concierne, se dirigió a mí para decirme que quien fuma no tiene remedio por más que se le intente convencer para que no lo haga, que siempre encontrará la ocasión para hacerlo. Eso, como siempre, sin entrar a valorar aspectos concretos sobre momento y lugar.

Entonces, le he recordado una cosa esencial y que ella sabe: A nadie se le ocurre nunca fumar durante una misa. Lo hará antes o después y a la salida. He hecho hincapié en lo evidente que resulta, si nos atenemos al dogma cristiano, que vender tabaco es uno de los peores pecados; no tanto fumar, si bien ese acto y sus consecuentes deliria trementia colocan al sujeto a divinis, sin posibilidad de comunión con Dios.

El negocio del tabaco, funcionando gracias al fenómeno de la adicción, es poco menos que una soberbia y una blasfemia. Es la manera definitiva en la que los hombres malos pueden jugar a ser Dios, ¿cómo?, controlando las acciones de otros hombres y apartándolas del libre albedrío y sin ni siquiera hacer uso de un dogma o de una razón. Lo hacen forzando la acción del hombre –contra natura mediante la manipulación química- a un fin: la compra recurrente de tabaco.

Parece que finalmente ha reconocido la existencia de la difusión de cierta doctrina por parte de los prebostes de los intereses tabaqueros y otras apologías de la drogadicción. La distribución del tabaco entre los hombres con tácticas tan fariseas como las empleadas por estos beneficiarios, supone una injerencia inadmisible en los asuntos divinos. Esos son peores mercaderes que aquellos a los que Jesús echó de Su Templo dos veces.

lunes, marzo 02, 2009

Campaña contra el ruido

Genial, muy bien. En serio, me parece fantástico que las administraciones se acuerden de este problema con este video tan simpático aunque, como de costumbre, esto de mejorar nuestro medio ambiente a mi me gustaría más que se hiciese de otra forma más efectiva: por las malas. Sí, lo siento, soy más práctico y creo en las virtudes de la multa y, por qué no decirlo, de la coerción. Pero menos es nada. Yo mismo he sido en otro tiempo un implacable luchador contra el ruido y el producto de otros actos incívicos. Mirad aquí.

Y ahora bien, fenomenal. Pero, ¿qué pasa con las campañas contra el humo? ¿están pasadas de moda?. A ver qué se le ocurre a Bernat Soria, pues no se le escucha.Es una pena que al humo no produzca una cantidad de ruido proporcional a su importancia.

sábado, febrero 28, 2009

Nada interesante

Hago un brevísimo repaso de la actualidad informativa copada por el trinomio crisis, gobierno y oposición.

Culpables de la crisis:

La Banca, el uno, el otro y el de la moto.

Recetas que proponen para combatir la crisis:

Campañas de austeridad, créditos del ICO y fe. Las otras medidas no lo son porque llegan tarde: persecución de los delitos de corrupción urbanística, (claro, ahora que no les van a dar dinero las viviendas de lujo).

Tarde o temprano habrá que reconocer que la economía española no es sólo víctima de la crisis económica global. Aquí han coincidido en el tiempo la interna local, (que se habría dado de todas maneras) con la mundial. Además podríamos hablar de otras crisis autóctonas y endémicas (nuestras, solamente nuestras y a mucha honra) estalladas repentinamente, tales como la burbuja inmobiliaria asociada a la cultura del pelotazo y a la codicia inconmensurable fomentada tras años y años de trapicheo con el dinero negro.

Por fortuna, el carácter español ha sabido cómo deshacerse del dinero negro. Ha sido muy fácil. Se ha cogido, se ha transformado en edificios de pisitos en un número superior al de habitantes (sin demanda, por tanto) y allí se ha quedado. Ese dinero se ha perdido en gran parte pero a la vez el subproducto queda blanqueado, merced al pago de contribuciones urbanas, gastos corrientes en suministros y gastos de reparaciones de mantenimiento y defectos de unas obras ya en proceso de devaluación. Un buen negocio para no sé quien exactamente. En otras palabras, el capital acumulado -negro o no- no se ha despilfarrado sino que se ha tirado por el retrete. Se ha preferido eso antes que gestionarlo de manera trasparente, honesta y más beneficiosa para la comunidad.

Se me olvidaba decirlo, gran parte del parking inmobiliario construido no vale para nada. No se lleva ya eso de vivir en colmenas. Dado que gran parte de tanto edificio de pisitos estará pendiente de demolición en un futuro, quizás eso vuelva a estimular el mercado de la construcción. Lamento que se haya movilizado a tanto músculo inútilmente. Es lo que tienen algunas lecturas equivocadas del Laissez Faire unidas a la cobardía extrema y la consecuente falta de autoridad.

A esto podríamos añadir una crisis intelectual tras años de fracasado sistema educativo y, por supuesto, una crisis sanitaria. Lo de la crisis sanitaria tiene que ver con los niveles esperados cercanos al 20% de paro. A más paro, más se fuma y, por tanto, el Señor Rodríguez y su opositor perciben el hecho como el único alivio posible a la crisis recaudatoria del Estado. Pensándolo bien, la crisis intelectual podría tener un origen patológico, como resultado de un irreversible proceso de disgenesia tras tantos años de intoxicación tabáquica heredada de padres a hijos. Tanto tabaco está afectando a la raza española de la que hablaba el Generalísimo. Menos mal que no creo en esas cosas.

Partidismo:

¿Se deja llevar por sus inclinaciones políticas el Juez-Magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón? Pues seguramente, por algo le habrá dado el ataque de ansiedad. Pero eso no importa, ni su compadreo con el Ministro de Justicia. Lo que llama la atención es la estancia de estos personajes con responsabilidad pública en Jauja. Cazar es una costumbre bastante caciquil y medieval. En cuanto a lo de hacerlo sin licencia, también tiene gracia el anécdota, como tantas otras cosas que estos débiles hacen sin licencia; sólo con el permiso de Dione y, a partir de ahí, el resto de los despropósitos pasados y futuros de esta gente se deducen como resultado de una ecuación matemática

Así, con tanto caos económico y social que se avecina, los nervios afloran y acaban delatando la realidad de una clase política putrefacta en su conjunto. De los aforados del PP investigados por corrupción, se están investigando sus cuentas, sus inversiones, sus relaciones con otras empresas, amigos, etc. Yo daría casi lo que fuese por saber sobre la relación de algunos de esos investigados con la Industria Tabaquera, tan callada y sigilosa estos días. Ya se levantará el “secreto de sumario”, concepto que nunca he tenido claro. De todas maneras no creo que nos enterásemos de nada al respecto.

Ya les llegará el turno a los aforados del PSOE, se cumplirá el turno de partidos y asistiremos a la purga política de siempre. Entre tanto, los intereses de la Industria Tabaquera no se inmutarán.

viernes, febrero 20, 2009

Medidas no económicas en el negocio

Las compañías tabaqueras están llevando a cabo acciones insólitas si las estudiamos en el contexto general de la crisis.

Por ejemplo, Imperial Tobacco, habla de beneficios, incluso referidos al mercado español. Pero apreciamos un tratamiento extraño de los resultados. No es que se reconozca sin paliativos que Imperial Tobacco ha experimentado un recorte de beneficios –nunca pérdidas- respecto al año pasado. Lo que quiero decir es que las compañías tabaqueras no suelen faldar de beneficios últimamente, más bien prefieren ocultarlos de cara a la opinión pública o, al menos, reconocer con humildad y vergüenza la cuantía de sus pingues beneficios en estos momentos tan embarazosos, dado el estado de ánimo en el resto del panorama económico. Parece que la Industria Tabaquera prefiere que sea el correveidile lo que funcione entre sus inversores potenciales; cosas de las autorregulaciones corporativas. Destaco este titular: “Imperial Tobacco mantiene previsiones, aunque afirma que no será inmune a la crisis”. Y dentro del mismo artículo, esta frase que nos recuerda que debemos obligarla a la reconversión final porque, entre otras cosas, está preparada para ello y no supondrá un drama excesivo implantar la más audaz de las medidas: “destacó que se mantendrá fuerte, pese al impacto en sus negocios de puros y de operaciones logísticas no vinculadas al tabaco.

También llama la atención cómo, ante la amenaza deflacionista, Altadís acuerda en estos momentos y motu proprio –siguiendo la política de PM- aumentar en 15 céntimos el precio de sus cajetillas. Algo que, como bien apunta el CNPT, es una subida estratégica; un ejercicio de anticipación a subidas posteriores que Hacienda pueda imponer ante la inusitada subida del consumo de tabaco entre los parados y para, aprovechando la coyuntura, conseguir un golpe de efecto en lo que a la reducción estadística del consumo se refiere; aunque habría que ver con más detalle el funcionamiento de esos mecanismos co-regulatorios.

También podría estar sucediendo lo siguiente: que asistiésemos a un escenario surrealista en el que sería la Industria la primera interesada en que se apliquen mecanismos reguladores algo más eficaces, en previsión de un excesivo incremento de las tasas de tabaquismo entre la población y ante la inminente alarma social fomentada por una regulación estatal ineficaz y excesivamente complaciente con el estímulo del consumo de tabaco. Ya que no hacerlo podría desencadenar un efecto rebote con la consecuencia más temida: la prohibición general del consumo en los lugares de acceso público cerrados.

En conclusión, para el caso español, hablaríamos de la auténtica auto-regulación que la Industria proponía en un principio porque el estado no parece capaz de “regular” los flujos de conveniencia para el desarrollo del negocio. Algo que demuestra el fracaso a todos los niveles del gobierno y su patética posición, como de costumbre.

lunes, febrero 16, 2009

Hablando de cupos

Leo en la prensa:

"Polémica por cupo mínimo de arrestos a inmigrantes

Una nota interna de una comisaría de Policía de Madrid, en la que se fija como objetivo un cupo mínimo de arrestos de inmigrantes sin papeles, ha causado polémica en España y un nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición. Se trata de un documento interno de una comisaría madrileña, en el que se fija como objetivo un cupo mínimo de arrestos de inmigrantes sin papeles, en especial marroquíes(...)
"

He aquí la fuente

Comparando el interés que existe en Madrid por deshacerse de los inmigrantes con el de deshacerse del humo, me vienen ideas a la cabeza. Dado que otras fuentes además hablan de incentivos y recompensas para estimular la consecución de estos objetivos en inmigración, no sería mala idea aplicar esta estrategia con los encargados de las labores de inspección por infracciones de las leyes del tabaco en la misma CAM. Se podrían fijar cupos de sanciones de manera bien fácil en áreas o zonas determinadas, sin necesidad de ir a buscar a “otros distritos”, puesto que los locales cerrados no se mueven de sitio. Algo fácil que todos agradecerían y sin tanta polémica. Seguro que los inspectores se animarían a sancionar donde dicta la ley si obtuviesen algún día ciertas recompensas. Se acabaría la laxitud en la aplicación de la norma en Madrid, sobre todo cuando el decreto lo permita.

domingo, febrero 08, 2009

Predicando

Últimamente he tenido la oportunidad dialogar sobre el tabaco,(más bien predicar) con un tipo de sujeto interesante para el caso.

Un médico de la Seguridad Social

Le hablé de lo horrible que era subir a las plantas superiores del Hospital Torrecárdenas por las escaleras, pues en horas punta te encuentras grupúsculos de gente fumando en el rellano de cada tramo de escalera. Una corriente de aire que ventila todo el edificio pasa por esas escaleras, situadas en el extremo del ala oeste. Por ahí el aire que entra desde la puerta principal del bajo, (ya contaminado por los fumadores que se agolpan en las inmediaciones), asciende por las escaleras con una especie de efecto de tiro de chimenea y se va repartiendo por todas las habitaciones de convalecientes a través de los pasillos de cada planta, que hacen de perfectos ramales de distribución. Se huele, aunque la gente diga que no.

A demanda, si te quejas lo suficiente, puede que suba el guarda de Securitas si no está solo para poner un poco de orden, pero lo normal es que esté más interesado por asegurarse de que la gente entra con el pase de visitante o acompañante de enfermo en regla.

Buscándole las cosquillas de dije que, usando carteles persuasivos y algo de tecnología se acababa con los perezosos fumadores que no quieren bajar hasta la entrada para satisfacer su vicio. Porque la señal de prohibido fumar, a diferencia de la que existe en la entrada es muy pequeña, como tímida, y hace falta una lupa para poder verla. Si en la señal de la entrada se lee “Prohibido fumar en todo este centro sanitario”. En los rellanos de las escaleras habría que colocar otra bien visible que dijese “¿QUÉ PALABRA NO ENTIENDE USTED DE ‘PROHIBIDO FUMAR EN TODO ESTE CENTRO SANITARIO’?”. Eso, acompañado de un detector de humo con una vistosa luz piloto roja que llamase por radiofrecuencia a un chivato en el puesto del guarda de seguridad, si ha alguien, a pesar de eso decide echarse un cigarro, facilitaría el velar por un “Hospital libre de humos” antes que todos esos infantiles carteles con sonrisas de comecocos repartidos por el edificio.

Eso, que en Canadá es algo que se lleva a efecto, a él le parece excesivo. Comienza a ver dificultades técnicas donde no las hay, prosigue con que de todas maneras el que se empeñe en fumar va a fumar y termina con que lo “operativo” es deshabituar a los enfermos de tabaquismo. Por supuesto, lo del tabaquismo pasivo es algo anecdótico para él. Claro, aunque cierto es que no fuma, ni le da asco el humo, ni cree que sea tan perjudicial y, fuera del punto de vista médico, no sabe por qué la gente fuma.

Pero ni siquiera desde el punto de vista médico,(su área), intuye la naturaleza de los mecanismos que obligan a una persona a fumar, para satisfacer su síndrome de abstinencia. Sólo sabe de adicciones y de maneras de “controlarlas”. Ya vemos la ambición médica que, dando por sentado que es una enfermedad crónica del individuo, se conforma con el “control” y quizá con la “prevención”. Le quería hacer ver que la cura del tabaquismo no es cosa de los médicos.

Entonces le expliqué cómo el tabaquismo no es una enfermedad natural, ni es correcto definir a la muerte por una enfermedad relacionada con el tabaco como natural, ¿qué virus, bacteria o característica idiopática determina que se sufra, de una manera biológica y estrictamente accidental, un trastorno respiratorio que obliga al paciente a inhalar humo? Esa es la enfermedad en sí. Las consecuencias tales como el cáncer de pulmón o EPOC son eso, consecuencias, otras enfermedades. De tal manera que es como si a un diagnosticado con el virus de SIDA, le curásemos su gripe recurrente, sus dermatosis, y le hiciésemos un relleno facial pero no le tratásemos el origen y causa de esos males, es decir, el virus en sí. En el caso del tabaquismo, el tratamiento ha de extenderse al Estado y la Industria Tabaquera.

También le hice que reflexionase sobre la predisposición a desarrollar adicción a un tabaco fumado. El perfecto estado de salud de una persona puede ser causa de proclividad a esa adicción. Es decir, es posible o probable, que aquellos a los que el tabaco nos sienta mal porque somos asmáticos, sufrimos con facilidad escozor de garganta y/o, la enzima que diluye las moléculas de nicotina (lo cual da lugar a la sensación final de placer) nuestro organismo la produzca de manera defectuosa; lo cual puede suponer la única inmunidad a la adicción al tabaco. Entonces, si un sujeto sano tiene más posibilidades de contraer la enfermedad del tabaquismo, será porque las explicaciones sobre la predisposición a ello escapan a la medicina. Las medidas de prevención –Ley- no son médicas. La cura tampoco.

martes, febrero 03, 2009

Un presidente pedigüeño

Ayer pude ver en el noticiario una escena interesante. Se trata de la reunión del Presidente con los representantes de la Banca para pedir que los bancos cambien los criterios seguidos a la hora de conceder préstamos porque sí. Es decir, que sacrifiquen sus expectativas de beneficios a cambio de nada, como un favor patriótico.

El cuadro era llamativo. En el centro estaban Pedro Solbes y el Señor Rodríguez con sus expresiones de zafios y, a izquierda y derecha, teníamos las mesas de los representantes con cara de resignación y cansancio por adelantado.

Todo eso era una mentira porque, ¿quién se va a creer que la Banca va a hacer algo porque se lo pidas? Nadie. Ni el Señor Rodríguez, ni la Banca. Todo era para que el votante pudiera decir: “qué valiente que es nuestro Presidente que se enfrenta ni más ni menos que a la Banca, que es la culpable de todo esto”. Me parece que es una formalidad más en esta campaña de marketing populista.

Porque, aunque uno no sepa de economía, aplicando la lógica, ¿qué sentido tiene que un ciudadano que ya está endeudado pida otro crédito para endeudarse más?. Y si todo el mundo está ya endeudado y no quiere endeudarse más aún, probablemente ni siquiera se demande mucho más crédito. ¡Ah sí!, ahora me acuerdo, todo eso para estimular el consumo, para comprar cosas que no necesitas con crédito que, concedido de esa manera tan forzada, puede llegar a convertirse en ficticio o en más hipotecas basura, o sea, lo que más o menos nos llevo a esto que tratamos de arreglar. Menuda solución a un círculo vicioso: una entelequia.

El Señor Rodríguez cree que con esa medida se recuperará la confianza del consumidor pero claro, no cuenta con que el consumidor a lo mejor no está ya dispuesto a hacer el tonto una segunda vez, de manera que lo que falta no es confianza en la economía sino fe.

A mí también me dan rabia los usureros pero tengo que reconocer que la Banca no tiene la culpa. El Señor Rodríguez le dice a la Banca que no recoja beneficios, que conceda crédito y deje sus aspiraciones económicas en forma de beneficios para más adelante porque así le conviene a él o a sus amigos. Todo ello en un momento en el que sobra crédito y falta liquidez. Les falta esa liquidez a las empresas, a las familias y a la Banca. Por tanto es tiempo de ahorrar trabajando. No hay más vuelta de hoja. Lo demás ya llegará por su curso natural.

En lo que hay que indagar es en las causas que llevaron a la especial agudeza de la crisis en España. Que haga un, como él dice, “ejercicio de autocrítica” y reconozca que el desastre inmobiliario, la precariedad laboral (cosas que llevan inexorablemente a la pesadilla del súper-paro), no se debieron ni a la mala ni a la buena regulación, sino a la pasividad de la Administración. ¿Dónde estaba la lógica previsora?

No sé si sería la cobardía política (bueno, sí lo sé), la imposibilidad técnica o la influencia del modelo neocon pero el liberalismo chapucero de facto ha sido campo abonado para la codicia desmesurada, la psicosis colectiva y la estafa. Porque, no nos engañemos, el auge económico de estos últimos años fue una ilusión y se basó, a través de la actividad inmobiliaria y el negocio bancario, en algo que casi recuerda al timo de la pirámide, ¿o quién iba a pensar que el precio de un piso podía seguir subiendo hasta el infinito en transmisiones sucesivas y que siempre apareciese gente que estuviese dispuesta a pagarlo?

Claro, no se puede culpar a nadie, salvo al gobierno y su mirada displicente. El único que podía regular y llamar a la cordura obligando; para proteger a los codiciosos de sí mismos.

Por eso, si el país del resto de Europa que más paro espera puede ser Polonia o Grecia con un 10% de desempleados en los próximo meses, lo que resta hasta el 16,5% que se espera para España sólo puede ser achacable a la mala praxis política: por ser un cobarde y no querer tomar ninguna medida económica importante, por querer dejarlo todo como está y que evolucione a su libre albedrío. Así pues, la culpa es de los últimos gobiernos y son ellos los que deberían pagar con su bolsillo la crisis, puesto que su cobardía jamás les permitiría llevar a cabo una medida sancionadora, expropiatoria o coercitiva de ningún tipo. Sólo saben pedir, suplicar y apelar a la fe ajena con el rollo macabeo de la “confianza”.

Esa cobardía política que nos ha llevado a la debacle se ha reflejado de la peor de las maneras posibles en el tratamiento de la política de lucha contra el tabaquismo: no han sido capaces ni de poner una sola multa por infracciones de las leyes del tabaco conforme al régimen sancionador previsto en la ley 28/05.

Renunciando al dinero proveniente del cobro de esas multas, como si las administraciones pensasen que haciéndolo se multaban a ellas mismas, se ha perdido una oportunidad para incentivar la rebaja del altísimo nivel de consumo de tabaco entre nuestros compatriotas, quizás sólo rivalizado por la cifra de parados y, además, de acostumbrarse a recaudar de otras maneras.

Porque, vayamos al grano, ¿a nadie le extraña o le indigna que la crisis afecte al sector del automóvil, al de la construcción, al textil, al turismo pero que, sin embargo, la Industria Tabaquera mantenga el tipo de manera tan asombrosa? Ni los productores de tabaco dicen “esta boca es mía” para pedirle ayudas al gobierno porque da igual; ella siempre gana y se beneficia de la desgracia de los demás.

Estoy casi seguro de que la Industria Tabaquera en España mueve casi tanto dinero como los tres o cuatro bancos principales juntos. ¿Por qué no le pide el Señor Rodríguez a su socia la todopoderosa Industria Tabaquera que nos de créditos? ¿Es que esa Industria no le debe más de un favor a su protector? ¿Tampoco les debe, ni siquiera moralmente, nada a los españoles que han sido tan fieles y “confiados” consumidores?

domingo, febrero 01, 2009

La Idiocracia

Ayer vi una película con este título que, al no haber oído hablar nunca nada de ella, me sorprendió gratamente.

Entre las candidaturas a realidades que se retratan en esta Apocalipsis de la inteligencia futura está el Gobierno. Sinceramente creo que es asombrosa la semejanza existente entre los políticos y ministros que aparecen en la Casa Blanca de dentro de 500 años y nuestro Zapatero y sus secuaces, por su ineptitud.

No se me pasa por alto la posibilidad de llevar a cabo un análisis semiótico de la película que podría señalar la relación entre la Industria Tabaquera y un fracasado ministerio de sanidad como un claro ejemplo del lamentable destino que le aguarda a la dignidad humana, como también resulta curioso ver que el médico y el ministro de sanidad que aparecen se caractericen como fumadores.

En la trama, huelga destacar cómo la corporación de bebidas para deportistas Gatorade acaba comprando el Ministerio de Sanidad y el de Relaciones Públicas y Comunicaciones. Así, enquistada en esa sociedad tecnócrata, relega al líquido elemento y su disponibilidad a un segundo plano, de manera que la gente ya no bebe agua sino Gatorade, e incluso las cosechas se riegan con la bebida. Entonces el protagonista, (que es más listo que los demás porque ha llegado accidentalmente a ese mundo desde el presente), intenta convencer al gobierno y al pueblo americano de que hay que regar con agua en lugar de con Gatorade para que germinen las cosechas y así acabar con la crisis de recursos y las tormentas de arena; pero no puede hacerlo sirviéndose de la lógica y la oratoria ante una audiencia poco predispuesta. Bastante al final, cuando por fin consigue que sea sustituido el Gatorade por agua en los campos de cosechas, la mitad de la población va al paro porque trabajaba para la corporación, de tal manera que todos piden su cabeza. Todo muy familiar.

Con cosas así, no me extraña que luego, leyendo artículos sobre catástrofes apocalípticas y extinciones globales haya dado con esta impresionante lectura:

Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria

Se trata de una corriente de pensamiento y un movimiento que promueve la extinción humana mediante la renuncia a la procreación (muy en relación con el hilo de la película "Idiocracia" para quien la vea). El motivo principal que impulsa este pensamiento es la creencia de que la única manera de que la vida en la Tierra recupere su equilibrio y su gloria pasada reside en la desaparición de nuestra especie. Me parece un pensamiento tremendamente idealista y de una generosidad y un sacrificio tales que puede llegar a ser difícil de entender. Quizás parezca derrotista por la poca confianza que deposita en el hombre para solucionar su situación y su relación con la naturaleza pero la verdad es que no hay más que mirar las gráficas sobre el crecimiento de la población mundial para darse cuenta de que lo que se decía en Matrix tenia bastante de cierto: la humanidad es un virus que solo sabe multiplicarse y comérselo todo. Dentro de pocos siglos seremos tantos y con tantas necesidades de explotar los recursos que la situación se irá agravando sin solución de continuidad. Claro, que lo mismo hay suerte y alguno de los fenómenos de extinción global que cada cierto tiempo afectan a la tierra es lo bastante contundente como para solucionar el problema. Según esta web, ya ha habido varias extinciones en el pasado, así que, como decía James Bond en Casino Royal: somos un "problema efímero", al menos en relación con el tiempo que lleva la vida en la tierra, y el que le queda.

jueves, enero 29, 2009

Días Extraños

Hace dos días que la Justicia ha intentado zanjar el polémico asunto que hostiga la implantación en las aulas de la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”. Aunque no me he molestado en leer en profundidad sus contenidos, a nivel teórico, no la veo mal del todo. No es para tanto y, ni mucho menos, justifica ese revuelo ante algo que es sólo una dotación de forma concreta a la asignatura de “Etica y Moral” de antaño, de toda la vida. En realidad, esta asignatura que debe de parecerles a muchos detractores la Biblia de la Progresía, ni dice nada nuevo ni cumplirá con su fin educativo o formador, o como quieran llamarlo, bajo una Administración que, para empezar, no predica con el ejemplo.

La Iglesia, se queja de que es excesivamente laicista, pero en realidad no lo es per se. Sencillamente, la institución defiende el protagonismo de la asignatura de Religión. Por su parte, la oposición pone pegas porque tiene envidia al haber sido aprobada bajo el mandato de un gobierno socialista y, claro, hay que oponerse. Sin embargo, sus contenidos son más que consecuentes con una moral judeo-cristiana a la que todos veneran. Hay ciertos valores que, hoy por hoy, es imposible someterlos a revisión : “respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, igualdad, ayuda mutua, cooperación y cultura de la paz”, al menos hasta que no pasen dos siglos y juzguemos con perspectiva qué ha pasado en los alrededores de la Segunda Guerra Mundial.

Volviendo a la cuestión, si los ciudadanos del futuro fuesen capaces de aplicar al pie de la letra lo que se dice en esa asignatura, algún que otro mal de nuestra sociedad, difícilmente podría tener lugar; entre ellos el Tabaquismo.

Pero por desgracia, no vivimos en un mundo tan fácil de modelar, en el que la juventud es tan receptiva a los sermones de los profesores como ellos quieren hacernos creer. Ni siquiera es suficiente con practicar con el ejemplo, o inculcando con cucharón de palo estos valores cívicos. Estando de por medio la intoxicación mediática de ciertos actores sociales –entre ellos los prebostes de la Industria Tabaquera-, que con su cultura del egoísmo convencen a la gente de que es mejor para uno mirar para otro lado, habría que poner en marcha algunas medidas de choque, previas a esta asignatura de modales.

Para que, a la salida del aula, esos grupos -o sea, los sindicalistas del vicio- no interfieran pervirtiendo la formación que la sociedad desea para nuestros hijos, habría que revisar temporalmente el significado del binomio respeto-tolerancia en su aplicación práctica y, quien sabe, si fomentar una “cultura de la persecución” a los intereses de la Industria Tabaquera. Eso para empezar. A partir de ahí, ya podríamos a hablar de salvar el mundo.

También me ha hecho reflexionar la absurda batalla intelectual entre ateos y creyentes, con esos letreros en el autobús. Tengo entendido que es todo un negocio confeccionar y colocar esos carteles pero no entiendo muy bien el fin que persiguen unos y otros; como tampoco se qué o quién está exactamente detrás de cada bando. Se sabe, pero no se entiende la motivación. En lugar de enzarzarse en debates pasados y triviales, ¿no sería más provechoso que en los carteles de esos autobuses se tocase el problema del tabaco? Eso sí que es un debate social interesante.

martes, enero 27, 2009

La boca pequeña del Club más Tolerante de toda España

Resulta que esta organización tabaquil, osa pronunciarse sobre las últimas hazañas protagonizadas por la OCU. El sindicato del vicio, que dice apoyar a más de diez millones de personas en España, ha hablado.

Su primera falacia manipuladora es la de llamar a sus seguidores "consumidores", de tabaco, efectivamente, pero consumidores. En tal caso, nos encontramos con una organización de consumidores que no defiende los derechos específicos de ciertos consumidores, qué curioso.

Siguiendo con el chantaje emocional, lo que la gente entendería como “fumadores”, ellos ahora lo llaman “personas que fuman”. Parece que de la noche a la mañana no se sienten orgullosos de su identidad. Eso sí que es gracioso, máxime cuando ellos son un club de “fumadores”. ¿Qué pasa? ¿Que ya les da vergüenza que los llamen así? Pues digámoslo más alto y despacio: F-U-M-A-D-O-R-E-S, aunque a mi no me parece un término adecuado tampoco, como tampoco lo es, por su intención –mala intención-, eso de “personas que fuman” en ese contexto.

Luego está su repetitiva y estúpida reivindicación: fumar en más sitios cerrados. Porque he de entender que eso de que “los que fuman tienen derecho a un espacio donde fumar” significa que les parecen pocos los espacios que tienen. O sea, pueden fumar en la sede de su club, en casi 500.000 km2 al aire libre por toda España y en tres cuartas partes de los locales de ocio pero, aun así, ¿no es suficiente?.

La clave de la extrañeza está aquí en que el Club no es de consumidores, ni de fumadores, ni de personas que fuman, ni de adictos a la nicotina, ni nada. Que se hagan pasar por consumidores es algo tan grotesco como lo sería si la Patronal se hiciese pasar por el Sindicato. Los sindicalistas del vicio no defienden a los consumidores de tabaco, sino a los vendedores de tabaco.

domingo, enero 25, 2009

El modelo sin nombre

No deja de sorprenderme lo difícil que es para los ciudadanos librarse del pestazo del humo de tabaco en los lugares públicos. Teniendo una conexión a Internet, para uno que lleve tiempo informado sobre lo que se dice sobre el tema, es muy fácil saber qué pasa en España con esto del tabaco. Yo ya lo sé desde hace tiempo. Lo que empezó como heurística, se ha terminado corroborando ante la realidad de los hechos: España es un país en el que se practica el tabaquismo de estado.

Alguno de mis lectores se ha quejado de lo exagerado que soy. Eso es porque no han leído suficiente sobre el tema; tema en el que, la realidad, sorprende. Eso es cierto. De todas formas, cada vez más gente, conoce o intuye la verdadera naturaleza de la Industria Tabaquera y su relación con el Estado Español. Por ello será sólo cuestión de tiempo que la respetable reputación de la Industria no exista. El saber qué es la Industria Tabaquera y cómo funciona no será ya un conocimiento restringido a unos pocos voluntariosos.

Otros, yendo más allá de la insinuación, me han transmitido su impresión sobre el objeto de la bitácora. Dicen que el movimiento propugnado desde esta página es un movimiento de persecución. He de responder que en eso llevan algo de razón y, al igual que cada vez más compañeros de batalla, yo abogo por la persecución de los beneficiarios, de la aún hoy sacrosanta actividad, hasta sus últimas consecuencias: el divorcio entre Estado e Industria Tabaquera y la reconversión final de ésta. Hay que aclarar que el colectivo fumador no es el perseguido ni tiene nada que ver en esto porque no existe, pues su mención por parte de la manipulación mediática responde una identidad artificial tras la que escudarse creada por aquellos intereses.

A los que son profanos en esta materia, o que insisten en aparentar orgullo al ser definidos por un hábito cuya mayoría de practicantes quiere abandonar, y que los demás despreciamos, me gustaría revelarles el giro inmediato que va a dar la lucha antitabaco en España.

Hasta ahora, la lucha antitabaco ha sido abanderada desde el aspecto sanitario, fundamentándose la protección del derecho del fumador pasivo en el daño que el humo de tabaco produce en su salud biológica. Desde la sociedad civil, la justificación médica de la lucha antitabaco, ha sido reconocida gracias al ímpetu de organizaciones como el CNPT.

Y es precisamente una organización de corte médico, SemFYC, la que premió a la OCU hace unas semanas, por su compromiso en la lucha antitabaco. Como segundo indicio en el tiempo, huelga destacar la reciente aparición de la OCU como parte demandante en la declaración de nulidad de pleno derecho del decreto de la Comunidad de Madrid, que desarrollaba la Ley 28/05.

Si anteriormente, a un fumador activo, El Setenciazo no le daba la razón, para así eximir al estado de cualquier responsabilidad en su tabacosis, ahora se han tratado los intereses de los fumadores pasivos. Entonces ha sido cuando ha cobrado protagonismo la importancia de la OCU en el proceso. Aquí, la justicia no se ha centrado en las estrictas consideraciones sanitarias como muchos preveían. Se ha tocado el problema donde más duele a los intereses de la Industria porque no se ha hablado demasiado sobre los candidatos a paciente de hospital, según el ritual al que los diferentes actores sociales nos tenían acostumbrados, sino sobre los derechos de los consumidores y usuarios.

Porque el problema ha pasado de ser estrictamente sanitario a ser una cuestión de derecho. Se ha testimoniado que el humo de tabaco perjudicaba a una mayoría de consumidores y sus intereses; porque el decreto empeoraba, sin posibilidad razonable de elección, la calidad de nuestro ocio.

Pero volvamos a meter otro dedo en la llaga hablando sobre las acepciones del término “tabaquismo” y por qué ya no puede pertenecer sólo al tecnolecto empleado en medicina.

El tabaquismo en España, vista la gestión tabaquera de los ministerios de Sanidad y Consumo y de Hacienda, junto con el uso electoralista del asunto, se ha instituido como una doctrina de organización política y económica. Si durante siglos la venta de tabaco estuvo íntimamente ligada a La Corona por medio de los derechos reales, -derechos arancelarios-, tras la privatización de Tabacalera, a efectos prácticos las cosas no han cambiado nada. Es más, en España la recaudación de impuestos sobre las labores del tabaco es concebida por los gestores de la Administración como uno de los pilares básicos a la hora de garantizar la estabilidad recaudatoria.

En un escenario así, es comprensible que la Administración no pretenda orientar su política a la erradicación del consumo, sino sólo al control o la regulación. Con “regulación” no me refiero al dictado de normas destinadas al consumo, la venta o la publicidad del tabaco, sino a su calibrado con fines recaudatorios hasta niveles compatibles con la política, social, económica y electoral de cada momento.

A fecha de hoy, el gobierno desoye las voces que aconsejan la puesta en práctica de una sólida política antitabaco. Ni las organizaciones médicas, ni las organizaciones de consumidores y usuarios son consideradas de acuerdo a su peso social.

¿Qué tiene de malo el Tabaquismo como modelo y por qué es enemigo del Liberalismo?

El Tabaquismo impone un modelo de conducta determinado entre los individuos, usando como instrumento el poder de la adicción. Si consideramos prejuiciosamente que el Comunismo Estalinista o el Nazismo usaban para ello la coerción, o el Judaísmo el engaño, el Tabaquismo se sirve de la manipulación química para orientar los hábitos y conductas de una parte indeterminada de la sociedad a un fin: la apropiación de sus ahorros mediante el consumo de un producto concreto con la regularidad propia de un suministro.

¿Y por qué el tabaquismo es malo para la economía española?

El consumo de tabaco siempre es una losa para la economía familiar pero también lo es para la economía global, merced a la perdida de rendimiento laboral en todos los frentes. Eso sin contar con el gasto social y sanitario extra –y no compensado-, que ocasiona. Además, per se, la protección que el Estado ofrece al mercado de ese producto, obliga al resto de actividades económicas sectoriales a desarrollarse en un marco acotado según los intereses de esa Industria-Estado. De esta manera, el estado español con su regulación decide estadísticamente qué parte del presupuesto de las familias ha de destinarse a la compra de tabaco, para así garantizar niveles ajustados a sus necesidades recaudatorias. No olvidemos su extraña inclusión en el cálculo del Índice de Precios al Consumo, ni tampoco la dudosamente favorable ratio exportación-consumo nacional.

El error intelectual de la política tabaquista viene dado porque no se tienen en cuenta las pérdidas globales en términos de economía social, las cuales se traducen en un daño neto a la economía. Así, es fácil de observar cómo el Tabaquismo contribuye a la obtención de un “encogido” producto interior bruto por este motivo dada, volvemos a repetir, la ineficiencia de un bien de consumo, que destruye salud y riqueza sin aportar nada a cambio para la sociedad. Por todo ello, es imposible no pensar que la legalidad del tabaco perjudica al resto de sectores que trabajan con mercancías útiles. Por tanto, es lógico entender que si se reducen drásticamente los niveles de consumo de tabaco, el dinero que ya no es acaparado por el gasto en ese producto específico se destine a la compra de más coches, de más casas, de más electrodomésticos, de alimentación de mejor calidad, de más ropa y calzado etc.

Al final, el dinero que en ese momento no estuviese yendo a parar a manos de la Industria Tabaquera, el libre mercado lo repartiría entre otros proveedores de bienes y servicios de manera que el Estado podría mantener el volumen de recaudación con un sencillo ejercicio de diversificación del gravamen y, si aún ello diese lugar una pérdida comparada en el volumen de lo recaudado, el nuevo orden mantendría su mayor rentabilidad a medio-largo plazo gracias al ahorro en gasto social y sanitario