lunes, julio 23, 2012

La obsesión positiva de la DGT

Una colilla arrojada desde la ventanilla ha provocado un terrible incendio con consecuencias fatales.

Es difícil comprobar cuando una colilla en concreto está el origen de un incendio pero aquí en España, de todas formas, a menudo las líneas de investigación en ese sentido se han descartado con argumentos al estilo "no quiero plasmar en mi atestado el hecho de que la causa pueda ser una colilla porque yo mismo soy fumador y, le podía haber pasado a cualquiera. En ese caso es mejor atribuir la causa a un rayo o a un cristal roto que casualmente está aquí, junto a una colilla".

Sí, es así, y no nieguen que eso no ha estado ocurriendo porque ha estado ocurriendo. La única diferencia hoy la ha determinado que unos testigos recordaron haber visto en el punto del origen a un conductor arrojar una colilla. Entonces, esa "imprudencia" de la que hablan los políticos es lo de siempre y sólo que ahora en este caso no se puede ocultar. Es La manía que tiene cierto colectivo de tirar las colillas en cualquier sitio sin pensar, inconscientemente, automáticamente.

Porque sí, han sido ellos, sí que han sido y si a usted que fuma le da rabia o le ofende que lo hayamos incluido en ese colectivo de incendiarios potenciales, pues deje de fumar al volante para luego arrojar colillas desde la ventanilla y exclúyase públicamente del mismo; aquí hay libertad de expresión. Porque ya está bien, ya está bien, ¡ya está bien!. Esto no puede seguir así y hay que prohibir fumar al volante para prevenir. Es la única forma realista de abordar el problema y no como hasta ahora: poniendo multas por una conducta imposible de avistar in situ de manera inequívoca (el acto concreto de arrojar la colilla por la ventanilla).

Fernández, al frente de la DGT podrá cambiar muchas cosas de las dispuestas por su antecesor en el cargo Pere Navarro. Podrá estrujarse la mollera para ver si se reducen los límites de velocidad en unos sitios para incrementarlos en otros y para intensificar el control del consumo de alcohol y drogas al volante. En fin, planea hacer que parezca que hace muchas cosas pero que en realidad no son tantas; medidas novedosas, valientes y polémicas las justas.

Las aspiraciones de los expertos en seguridad vial, la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Tráfico y la propia DGT se “limitan” a los límites. Es decir, a combatir los excesos de velocidad y los excesos de alcohol, cocaína, opiáceos y THC en sangre. Porque sólo parecen estar de acuerdo en una cosa; y es que el fumar al volante no se toca, aún siendo responsable encubierto de una gran parte de esos accidentes al volante y de al menos la mitad de los incendios forestales, están obsesionados con mirar para otro lado en ese terreno pantanoso. De poco les sirve conocer las enormes ventajas sociosanitarias de prohibir fumar mientras se conduce para los propios conductores y para los niños pasajeros. El cigarro al volante no se cuestiona; no vaya a ser que alguien piense, como dice Fernández, que eso es un “intento de limitar la libertad de los conductores”. Además ello delataría las ansias de limitar la libertad de conductores-fumadores por si fuera poco y claro, con la iglesia hemos topado.

miércoles, julio 18, 2012

El odio a los madrileños

La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha perdido el norte con sus aspiraciones de acoger el macroproyecto del Señor Adelson; el complejo de casinos conocido como “Urovegas”.

Está claro que su adicción a la nicotina juega un papel primordial en todo este escándalo –por qué no llamarlo así, en cuanto a lo que nos toca- y no sabemos quién tiene más interés en que se derogue la prohibición de fumar en locales de ocio y restauración, si el Señor Adelson o la propia Presidenta. Habría sido lógico tratar de explicarle al magnate que nuestra Ley del Tabaco fue aprobada mediante Ley Ordinaria a nivel estatal por casi unanimidad y que, a fecha de hoy, cuenta con la asunción y apoyo de casi el 80% de la ciudadanía. Pero ella es más esclava de su demencia y no dice con prudencia que “considerará”, “valorará”, “estudiará” etcétera aquellos deseos de Adelson que para ella son órdenes, sino que en un inmenso ejercicio de soberbia, sentencia que “evidentemente, la Ley Antitabaco se va a cambiar”. Poco importa que se extralimite en sus competencias y hable por la Ministra que luego tiene que corregirla. Ella no se ruboriza, no porque sea una sinvergüenza, -que lo es-, sino porque las ansias por poder volver a fumar en los bares la dominan.

Ella no vela por el interés de la Comunidad de Madrid a los que representa sino por su interés íntimo, por una mera comodidad personal. Pues yo no me creo que sea verdad eso de que piensa que Adelson va a traer dinero y empleo a su comunidad. Eso manifestaría una posición de inadmisible servilismo, sí, pero al menos lógica y práctica para sus intereses.

Y lo más gracioso es que no se da cuenta de que traiciona a sus propios votantes, cuya mayoría, no quiere que la Ley del Tabaco dé un paso atrás. De hecho, por méritos propios ella no goza de la simpatía de sus votantes. La mayoría de los votantes de Esperanza Aguirre le otorgan su confianza sólo porque pertenece al partido concomitante con su ideología y no se les da otra opción, pero lo hacen con la nariz tapada.

Pero es más, según las últimas encuestas de opinión, la instalación del Urovegas en Madrid no contaría con el beneplácito de la mayoría de los encuestados; más bien sufre una firme y creciente oposición por parte de la ciudadanía, que en estos momentos rondaría cotas superiores al 70%. Entonces, ¿qué sentido tiene?

De una actitud así sólo puede desprenderse que Esperanza Aguirre por alguna razón mantiene un sentimiento de rencor, alguna clase de odio y desprecio hacia los madrileños vete a saber por qué. Pues no podemos concluir otra cosa si los datos evidencian que sus administrados están a gusto disfrutando de los locales de ocio y restauración con la ley que tienen. Por tanto no veo otra explicación a las ganas de torturar a los madrileños volviendo a obligarles a compartir con ella la pasión por el humo de tabaco en locales cerrados, honestamente. La verdad es que debemos agradecer la moderación de una verdadera profesional de la política como Ana Mato que no se ha dejado avasallar por el ímpetu de la susodicha señora, y ha dejado claro que la Ley no se va a cambiar. Es más, a fecha de hoy, ni el propio Rajoy con todo lo adicto que es firmaría el más leve cambio en la Ley por razones de orden y paz social; que bastantes problemas tenemos ya como para encima tomar riesgos innecesarios. Si una cosa funciona y goza del visto bueno de la ciudadanía ¿para qué cambiarla?

También estos días se ha hablado en Madrid de la demolición de chavolas en El Gallinero. Además, parece que hay ahora una prisa excepcional por allanarle así el terreno a las edificaciones de Adelson. Eso es obra de otra sequaz: Ana Botella. Así se las gastan estos mafiosos con tal de poder fumar en un casino mientras apuestan en las ruletas. En cuanto a su consideración hacia el resto de madrileños, bien podría estar en su boca aquella celebérrima frase, ¡Qué se jodan!

jueves, julio 12, 2012

El Director Antifraude se aburre por falta de trabajo

Lo que voy a contar hoy me recuerda al caso de un reten de incendios que hace unos años fue acusado de provocar incendios que justificasen la prórroga de su contrato. Esta es la misma mosca que parece haberle picado a Daniel de Alfonso, Director de la Oficina Antifraude de Cataluña, que hizo ayer un alegato en apoyo de la instalación de Urovegas en tierras catalanas. Y todo esto, -por favor no rían, que es algo serio-, en medio de unas jornadas sobre ética y corrupción.

Él, sereno y contundente, pese a la creencia generalizada de que Urovegas atraerá blanqueo de capitales, drogas y prostitución, asegura que no, que Urovegas traerá prosperidad, riqueza y seguridad por la cara. Para que confiemos en que es así, recurre a esta manida explicación: «La gente que venga a dejar su dinero no estará dispuesta a permitir prostitución en la calle, drogas ni delincuencia», y se queda tan ancho.

Unas afirmaciones tan ridículas sólo pueden explicarlas el soborno. Porque hay que estar ciego para no ver que, tal y como están las cosas -que no estamos para fiestas-, precisamente hay que ser corrupto, un drogadicto o un hijo de puta para ir a "dejarse" el dinero en los casinos. Nótese que de los tres gremios, el suyo lo menciono en primer lugar y, en tercer lugar, no señalo a las meretrices con las que guarda parentesco, sino que lo vuelvo a mencionar a él.