martes, diciembre 07, 2010

Cuando se quiere se puede

Celebro que el Gobierno haya devuelto el tráfico aéreo a la normalidad tras el pifostio que montaron los controladores aéreos el viernes. Entiendo perfectamente que se haya tenido que actuar con contundencia limitando incluso derechos fundamentales con el estado de alarma. Ha sido mano de santo.

Pero de la misma manera, espero que el Gobierno actúe con una tercera parte de esa contundencia a partir del dos de enero, cuando gran parte del mundo hostelero se va a declarar en rebeldía para permitir que la gente fume donde no se debe, con el pretexto de que no son policías. Si es así, eventualmente, muchos de ellos merecerían sufrir los rigores del estado de alarma. Al quedar bajo la autoridad militar, estos tendrían que acatar las ordenes de Defensa que bien podría obligarles por las malas a ejercer labores "policiales" que por las buenas sencillamente no quieren.

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