domingo, marzo 11, 2007

Gracias, fumadores

Fuente: www.smokinganimals.com/facts.html

Las Compañías de tabaco se han escondido tras los experimentos con animales durante décadas tratando de olvidar que, lo que sabemos acerca del cáncer de pulmón y otras enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, son el resultado de estudios clínicos y epidemiológicos, no de experimentos con animales. Aunque la ley federal de los EEUU no obliga a que los productos del tabaco sean probados en animales y, pese a que los estos experimentos en animales son ilegales en el Reino Unido desde 1997, miles de animales están sometidos a torturas tales como la colocación de máscaras de humo de tabaco y sistemas mecánicos de inmovilización mientras están sujetos a horribles experimentos todos los años.


En este preciso instante, en el Centro de Investigación sobre Primates de Oregón, permanecen cautivas hembras de simio preñadas en pequeñas jaulas metálicas mientras sus fetos son expuestos a la nicotina. Financiada su labor con dinero del gobierno, el investigador del Centro, Eliot Spindel, reconoce que “los efectos nocivos del tabaco durante el embarazo están demasiado probados”. Aún así, el estudio que llevará a cabo durante 5 años, en el que sacrificará los bebes de los simios para diseccionar sus pulmones, está financiado con el dinero de los contribuyentes durante 2004.

Este es uno de los incontables ejemplos de crueldad con experimentos completamente innecesarios. Los investigadores han recibido financiación de fabricantes de cigarros como Philip Morris; de agencias gubernamentales, incluyendo la Agencia de para la Protección del Medio Ambiente y el Instituto Nacional de la Salud; incluso del Instituto para la Protección del Bebé, para insuflarles nicotina a los animales, forzarlos a inhalar humo y convertirlos en adictos al tabaco, -sustancia que nunca encontrarían si vivieran en paz y en libertad-.




Otros ejemplos de experimentos con tabaco en animales incluyen:

Practicarles un orificio en la garganta a cachorros de perro a través del cual se les introduce a la fuerza humo concentrado de tabaco durante un año.

Introducirles electrodos a los perros en sus penes para medir el efecto del humo de tabaco en su capacidad sexual.

Acoplarles mascaras a ratas y monos para obligarles a respirar constantemente el humo de tabaco.

Colocarles a los perros respiradores artificiales para que estén expuestos de manera permanente al humo.

Inmovilizar a monos con sujeciones mecánicas en sillones e instalarles dispositivos en la cabeza para exponerlos a nicotina y cafeína. El objeto es determinar como ello afecta a su respiración...




Fuente: www.geocities.com/liberaccion_fanzine/experitabaco.html

Los experimentadores de Liggett & Myers pusieron en las espaldas rasuradas de ratones condensados de humo de cigarrillo; se crearon tumores en la piel. Tras el experimento Liggett continuó reasegurando al público que creía que fumar no es dañino. Así que, ¿por qué se hacen estos tests? Los jurados del juicio Cipollone escucharon esta explicación de Kinsey V Dey Jr, actual presidente de Liggett:

Abogado: ¿Cuál era el propósito [de estos experimentos]?
Dey: Probar y reducir los tumores en las espaldas de los ratones.
Abogado: No tenía nada que ver con la salud y el bienestar de seres humanos. ¿Es correcto?
Dey: Es correcto.
Abogado: ¿Cuánto costó este estudio?
Dey: Un montón... probablemente unos 15 millones de dólares, o más.
Abogado: ¿Y esto era para salvar a las ratas? ¿O a los ratones? Gastaron todo este dinero para salvar a los ratones del problema de desarrollar tumores, ¿es correcto?
Dey: Ya he afirmado lo que hicimos.
Referencia: BMJ 297, pp. 10-11 (1.998).

No hay comentarios: