viernes, septiembre 14, 2007

Menos mal que alguien se ha dado cuenta

Tras los atentados del 11M, el entonces director de RTVE, Alfredo Urdaci, hizo el ridículo al exhibir una interesadísima gestión informativa de la noticia a tres días de las elecciones generales del 2004. Apenas llegó Zapatero, una de las primeras medidas que anunció para comenzar a atribuirse méritos fue la operación de maquillaje destinada a proclamar la independencia de la televisión pública. Así, como si tal cosa, por ciencia infusa, en ese momento llegaba a España la televisión objetiva e imparcial, una digna representante del cuarto poder independiente en España. Sí, ja.

Los periodistas españoles no desentonan. Están a la misma altura que los políticos. Generalizando, como siempre, son igual de demagogos, parciales, ignorantes, fanfarrones, serviles… lo mismo que en otros sitios pero exagerando. Tras residir en Londres, conocer la BBC y volver a España, se da uno cuenta de que esto es bastión de mercenarios, populistas y manipuladores. Los periodistas no son el cuarto poder, sino una extensión del primero y único: el mercadeo de nuestros políticos y su electoralismo irresponsable.

Especialmente bochornoso es el tratamiento que la prensa le otorga al tabaquismo. Resulta increíble, examinar el interés e imparcialidad mostrados por la prensa anglosajona y luego compararlo con el tratamiento informativo dado al tema en España. El contenido, la forma, el léxico empleado…todo falla para poner en evidencia la escasísima ética profesional de esta caterva; todo parece formar parte de un mismo plan preconcebido con un objetivo concreto; el resultado es similar al de una censura informativa encubierta.

Menos mal que este señor, Baltasar, se ha atrevido a “salir del armario”. Ha quebrantado tantos tabúes que puede que su alma vaya al infierno. Al menos, yo en su lugar temería por mi vida, dadas las circunstancias. Puede que no estemos en un país tan libre como el cree, en lo que a libertad de prensa y derecho a la información se refiere. Baltasar Magro, trata de disculpar a sus compañeros de prensa, achacando la sucia actitud de muchos de ellos a la falta de concienciación, que no a la mala conciencia.

He aquí el enlace.

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