martes, octubre 23, 2007

Los ex-exfumadores

Comparto, por supuesto, los objetivos de este bitacorista miembro del SEDET, como yo, antitabaco; pero no su optimismo. En concreto el manifestado en una entrevista radiofónica y en una entrada referida a la venta de tabaco a turistas, ambas en alusión a un supuesto descenso de ventas y consumo entre los españoles. No es tanto la veracidad de los datos aportados como su interpretación lo que discuto.

Asegura el CNPT que el 40% del tabaco que se vende lo compran extranjeros. No sé de donde habrán salido esas cifras. Esos desproporcionados datos suelen ser proporcionados, valga la redundancia, por tabaqueras y estados, difundidos para intentar tranquilizar a los grupos locales de control. Sin ser escéptico, puedo asegurar que entre la clientela de cualquier estanco, las compras llevadas a cabo por extranjeros –turistas-, nunca llega a tanto. O el CNPT se equivoca o a sus fuentes se les ha olvidado precisar algo en esa estadística. Si se consideran aparte los extranjeros –inmigrantes- que viven en España, las cifras tendrían más sentido pero entonces no cambiaría mucho la realidad para bien. También habría que aclarar en ese caso si las políticas del Ministerio de Sanidad tienen alcance universal, si van dirigidas también a los ciudadanos comunitarios, si excluyen a los extranjeros que trabajan y viven aquí, o según convenga considerar para una futura redefinición de lo que es España como nación. A ver si alguien matiza esos datos.

Yo vivo en una zona turística y he podido observar a los compradores en los Duty Free de los aeropuertos. En este tipo de estancos es posible que se acerquen algo más las cifras. Un souvenir en forma de cigarrillos es un gran negocio para el Duty Free del aeropuerto (como en tantos otros aeropuertos de gran parte del mundo). Pero de todas formas no es estadísticamente demasiado significativo a nivel nacional, como tampoco lo es el trapicheo transfronterizo; eso sin hablar del descontrolado contrabando en España, que es un caso aparte. Los extranjeros que nos visitan no fuman tanto como nosotros, o como lo hacían en los años 80. Eso de que en España el tabaco es barato no es algo nuevo, ¿acaso no ha sido el tabaco en España siempre más barato que en Europa desde los años 60 que se recuerde? ¿Ahora precisamente, en estos tiempos de “polémica”, es cuando se viene a caer en la cuenta de que los turistas compran tabaco en España? Qué casualidad, a lo mejor es que antes, el que los turistas se llevasen tabaco se consideraba expolio al estilo Odissey porque no se sabía que el tabaco era malo y producía cáncer.

Me parece que ese tipo de datos bien los podría abrazar el club más tolerante de toda España, para justificar ante hacienda la conveniencia de mantener la venta de tabaco en este tipo de establecimientos; máxime si se quiere hacer creer que son los objetivos del Ministerio de Sanidad –y no los del de hacienda- los que se están cumpliendo. Y todo por los catastróficos vaticinios de los agoreros de siempre: que en España no se puede obstaculizar la venta y consumo de tabaco a los turistas porque entonces cambian sus billetes y eligen destinos alternativos. Parece que eso de que el turista europeo viene a España por el sol y la playa, a visitar nuestro patrimonio cultural o a disfrutar de nuestra gastronomía va a ser una leyenda urbana. Ahora va a resultar que la gran mayoría en realidad viene a llenar sus maletas de tabaco, a fumar en un antro lo más cerrado posible, a beber como hooligans y a practicar turismo sexual.

Frente al optimismo de Ricardo, pienso que la Ley ha hecho muy, pero que muy, poco. Hasta la fecha, su eficacia ha sido anulada por la propaganda de la Industria Tabaquera –la cual ha tenido demasiado éxito- y la ineptitud del gobierno. Dice Ricardo que ha ayudado a muchos a dejar el tabaco. Eso sería recién entrada la ley. Pero las cosas no han ido a mejor con el paso del tiempo, precisamente. Esos datos no están actualizados. La realidad es que en estos últimos 6 meses han recaído la mitad o más de aquellos que decían haberlo dejado y que ahora se cuentan (al menos puedo verlo así en una muestra de unos 10 amigos míos de mi entorno). Por otra parte, el porcentaje de incorporación al hábito entre los jóvenes ha seguido incrementándose poco menos que exponencialmente. Además, la masa de fumadores tradicionales, lo único que ha hecho es adaptar su hábito a las nuevas restricciones en la oficina (en aquellas en las que se respeta la ley, claro), pero nada más.

Los índices de tabaquismo permanecen más o menos igual que antes de la ley puesto que en torno al 30% de la población fuma-. En conclusión, el llamado tabaquismo en España, sigue estando fuera de control. Sólo esto explica que se vendan cada vez más cigarros en el país y que Altadís siga cotizando al alza; que los asesores de bolsa aconsejen invertir en ella, porque es un valor seguro y con buenas perspectivas de futuro como si tal cosa. No creo que sea sólo gracias al turismo, sector que además se supone que está entrando en crisis.

¿Conclusión y dato realmente llamativo? Que España ostenta el dudoso honor de tener el record de “ex-exfumadores”; de ser el único país de occidente en el que las leyes del tabaco se pasan de moda porque no se aplican y la mismísima clase política que las promulgó las somete a linchamiento mediático, etc., etc. Por otra parte, decir que la cosa no está tan mal y que poco a poco las tasas de tabaquismo van bajando me parece hasta cínico. Además, es algo que no es de nuestro interés: el que el progreso social haga que de forma natural poco a poco la gente fume menos, es irrelevante para el caso que nos ocupa.

La cuestión es que la clase política no está ni mucho menos haciendo todo lo que podría -y debería- para luchar contra esta lacra. Más bien todo lo contrario, pues insiste en ir contracorriente, negándose a establecer un endurecimiento regulatorio que la mayoría de la sociedad demanda con sinceridad. Esa es la cuestión.

3 comentarios:

R.J.Nieto dijo...

Hola, he leido tu comentario en mi blog y telo agradezco.
Mi tono optimista es debido a que el cambio de sentido es evidente.
Desde el año 1995 el incremento de ventas había sido más del 30% y con pararlo y empezar el descnso yo me doy por un poco satisfecho.
La prohibición de la publicidad explicita empieza a dar sus frutos.
El descenso del 7% de consumo entre menores de 18 años es una realidad, que se puede menos valorar dado que estabamos en porcentajes elevadisimos
En Castilla y Leon: A los 18 años fumaban alguna vez. año 94-44,4%; año 96-50,3%; año 98-49,7%; año 2000-51,6%; año 2002-46,4%; año 2004-60,1%
El incremento parecia imparable y sobre el tema de ventas a extranjeros te dejo un enlace para que veas ventas en Illas Balears
http://lacomunidad.elpais.com/rjnieto/2007/10/6/ventas-tabaco-turistas-
Los datos de ventas estan en
www.cmtabacos.es

R.J.Nieto dijo...

En el proceso de abandono del tabaco algunas personas lo consigen a la primera ,pero las personas que trabajamos en adicciones sabemos que el camino puede ser sencillo pero a veces es muy complicado.
Y el paso social global ha sido gigantesco y que unos 4.000.000 de personas lo hayan intentado, algunos ya han aprendido por experiencia propia que "NI 1" es una droga.
Calculos hechos actualmente dan 1.000.000 de recaidas en "eventos", bodas, bautizos,...
En España pasa así, en sitios donde el avance social es importante no se da ni un 10% de recaidas en eventos.
Mas detalle:
http://lacomunidad.elpais.com/rjnieto/2007/7/10/en-celebraciones

Iracundo dijo...

Ciertamente los números están ahí. Y la bajada de las ventas está es un hecho. No obstante es tan leve y paulatina que no puedo reconocer que la sociedad haya hecho un esfuerzo significativo para reducir el consumo.

Fijándome en la venta de unidades por CCAA que ofrece el Comisionado, es verdad que durante muchos meses laborables del año pasado y del presente se aprecia una estabilización o pequeña reducción con respecto a años anteriores, para luego subir en los meses veraniegos y periodos vacacionales. Esto puede ser debido a la afluencia turística, efectivamente. Pero también puede ser indicativo del comportamiento del consumidor interno. Pueden ser reajustes en los hábitos de los consumidores gracias a la prohibición en el interior de las oficinas. En tal caso, teniendo en cuenta que la jornada laboral se suele componer de 8 horas, o se ha salido mucho a la calle a fumar, o se ha “aprovechado” mucho en tiempo del horario no laboral.

Tampoco olvidemos que a Mallorca e Ibiza también van Españoles – de los que fuman y de los que recaen- a los que también he visto comprar en los duty free.

En cuanto a mi percepción del tabaquismo en mujeres y niños, el impacto visual es traumatizante. En Almería, el consumo de tabaco en los institutos durante los recreos es el pan nuestro de cada día y, si eres soltero, y en tus salidas nocturnas de fin de semana esperas relacionarte con no-fumadoras, casi mejor te quedas en tu casa. No sé las cifras que teníamos en 2004 pero la cantidad que aprecio ahora pasa de lo escandaloso a lo obsceno.

Acepto entonces tu optimismo, pero espero que sea un optimismo muy moderado pues los datos no dan para más. Insisto, la ley ha hecho muy poco. Si lo que te interesan son las adicciones y la reducción de las tasas netas de población fumadora reconocerás que, respecto a Irlanda e Italia, la política española al respecto ha hecho el ridículo. Mira por ejemplo Italia y veras lo que es una reducción “detectable” estadísticamente:

http://www.scielosp.org/pdf/spm/v48s1/a16v48s1.pdf