jueves, diciembre 20, 2007

Lo del canon

El gobierno quiere aplicarles a los CDs, a las memorias USB y otros soportes informáticos el llamado “canon”. Esta medida haría que, por ejemplo, una memoria USB de 1Gg cuyo precio puede rondar los 11,90 €, pasase a costarnos cerca de 15 €.

La Sociedad de Autores se siente muy agraviada si alguien se baja de Internet o consigue en el top manta una cosa que estaba apunto de comprarse en El Corte Inglés. Los abaratamientos de los costes en la producción de chismes y soportes informáticos ponen muy fácil lo del pirateo. Por otra parte, el consumidor se ha quejado siempre de que el precio de la música, las películas y los libros originales es excesivo. De ahí que a la Ministra de Cultura, se le ocurriese hace unos años hacer un descuento en la fiscalidad aplicada a estos “productos de uso cultural”. El consumidor no lo notó, primero porque era poca, y segundo porque los comerciantes mantuvieron el mismo P.V.P. De esta manera incrementaron así sus márgenes de beneficios ellos y ya está.

Ahora viene otro intento que busca contentar a autores sin ofender a los consumidores con esto del canon. Pirateemos lo que pirateemos, la Sociedad de Autores andará sobre seguro y quedará salvaguardada de la ruina. Es lógico y no vamos a dejar que un cantautor preferido se vuelva afónico porque no le sea rentable continuar con su profesión.

Es normal que la gente haga copias “piratas” de aquello por lo que no puede o no quiere pagar un precio. Es normal y, en realidad, beneficioso para la difusión general del saber cultural e incluso para la promoción de los autores y sus obras. Es posible que existan propiedades intelectuales y derechos de autor pero el acceso a la cultura, hoy en día y gracias a la tecnología, es de dominio público por naturaleza como siempre lo fue; sólo que ahora resulta más evidente.

Está bien que el estado se nutra de la ayuda de los consumidores para crear una especie de fondos cuyo destino sea compensar a los autores perjudicados por la piratería. Pagamos multitud de tasas e impuestos todos los días sin poder decidir a donde van exactamente. ¿Qué más nos da llevar a cabo un esfuerzo solidario más?

Pero, si esto se hace siguiendo la senda europea, pues seamos consecuentes. Si vamos a equiparar el precio de las memorias USB y sus impuestos a estándares europeos, hagámoslo también con aquello cuyo precio inexplicablemente no se ha visto incrementado ni siquiera por la inflación. ¿Por qué no repercutimos todo ese canon en los productos del tabaco y así beneficiamos a consumidores y autores?. El dinero recaudado mediante todos y cada uno de los impuestos, termina siendo parte de un fondo común que puede ser destinado a cualquier cosa, según quieran los políticos. ¿Para cuando un nuevo “canon” aplicado al tabaco de 3€ por cajetilla? Todo es cuestión de buena voluntad.

1 comentario:

Doc Brown dijo...

La mayor parte del importe de una cajetilla de tabaco son impuestos. Al estanquero y a la tabaquera le queda un porcentaje muy pequeño. El resto va para el Estado, así que sí que se aplica un fuerte canon del que se beneficia todo el mundo.