domingo, enero 30, 2011

Últimos reductos

El afianzamiento del nuevo orden, para gloria de nuestra patria, sigue su curso inexorable. Sin embargo, aunque el camino hacia la vitoria final está exento de amenazas serias, sí están surgiendo iniciativas espontáneas a nivel individual por parte de algunos insumisos que, no obedeciendo a planes preconcebidos ni coordinados, pueden entorpecer y ralentizar innecesariamente el proceso de normalización si permitimos que prosperen. Para evitar estos contratiempos el mal hay que cortarlo de raíz.

Por eso, conmino a todos los usuarios y consumidores que hagan un último esfuerzo neutralizando actos ilícitos que algunos salvajes e ignorantes, tanto entre propietarios hosteleros como en clientes, puedan aún llevar a cabo a fecha de hoy.

Me han llegado noticias de que en algunos locales cerrados de restauración se fuma y se permite fumar ante la mirada displicente de una clientela acobardada. La sensación de impunidad en estos bares de fumadores clandestinos debe terminar de inmediato; no lo podemos tolerar. En todo el territorio nacional no debe ser posible encontrar este tipo de guaridas.

Por eso, sugiero que sacrifiquéis algo de vuestro tiempo de ocio buscando estos sitios y actuando en consecuencia. En algunas estamos organizando "safaris" y "batidas" con este propósito. Nos adentramos en territorio enemigo en parejas o en grupos de tres o cuatro y, una vez allí, tras cerciorarnos de que allí se fuma de manera reiterada y sostenida en el tiempo, solicitamos insistentemente la presencia policial arguyendo que ya hemos agotado la vía diplomática con propietarios y clientela. A continuación, esperamos a que todo discurra por su cauce normal. De no ser satisfactoria la espera de los refuerzos, pedimos hojas de reclamaciones al momento y tramitamos las denuncias posteriormente ex-situ.

Dependiendo de la sangre fría y valentía de cada uno se puede proceder de una manera o de otra, pero como quiera que sea, jamás deben dejarse pasar estas infracciones. Debemos guardar y hacer guardar esta ley con firmeza y diligencia, porque es nuestro designio, oponernos a la Industria Tabaquera y sus intereses.

2 comentarios:

Julián Jiménez dijo...

Me parece demasiado obsesivo, parece que no lo haga por una buena causa sino por ser un inquisidor moderno.

Mantuvimos un rifirafe dialectico en enero y volví para leer sus post.

Estuve mes y medio sin fumar pero fui idiota (lo reconozco) y he vuelto. Para lo unico que me ha servido es para entender las bondades de la norma, ahora veo perfecto que no se fume en un bar porque el tiempo que yo estuve sin fumar agradecí que no se hiciera.

No sea tan radical y trate de entender algo a la gente que fuma. Odia el delito y compadece al delincuente.

Saludos

Iracundo dijo...

Por supuesto que el fumador común no es culpable de nada de lo que trato en este asunto. HA caído presa de la adicción y ya está. Por lo tanto es una víctima.

Para su caso, si es verdad lo que cuenta, le recomiendo fervientemente que busque ayuda médica. EL facultativo apropiado sabrá cómo ayudarle. Aquí pierde usted bastante el tiempo, más que nada, porque la temática de la bitácora es muy aburrida.