viernes, enero 07, 2011

Un nuevo amanecer

Parece que el oprobio ha llegado a su fin. El enemigo, que se bate en retirada, estuvo perdiendo efectivos durante estos últimos días de la manera más amarga; sin apenas haber podido plantar cara ante nuestras victorias, pues la tónica generalizada de lo acontecido entre sus filas fue la deserción de demasiados fieles en unas pocas semanas, en masa.

¡Aleluya hermanos!, estos días he podido presenciar ese tipo de cosas que me hacen recobrar la fe en el ser humano. Todo ha sido como debió ser hace mucho tiempo y de la única manera que podía suceder: de la noche a la mañana. El día 2 de Enero fue un glorioso día entre un millón, digno de figurar en una Sagrada Escritura. Ha sido una auténtica liberación para millones de ciudadanos. Un auténtico renacer de la sociedad tras siglos de opresión.

Casi todo el mundo de la política, la prensa y la opinión pública sucumbieron a la verdad y al sentido común y, al fin, se hizo patente el reconocimiento y aceptación de la norma por parte de aquellos cuya reacción era una incógnita hasta el último momento: las personas que a veces fuman.

Quedan atrás, como el recuerdo de una pesadilla, aquellos años oscuros en los que sólo unos pocos visionarios luchábamos en un escenario que a menudo era comparado con el de David contra Goliat. Estos últimos años el campo de batalla se había trasladado a la red de redes, donde finalmente el movimiento antitabaco en España terminó de forjarse ante la desesperada incredulidad del enemigo, que poco pudo hacer frente a nuestro imparable avance. Sin duda ha sido el instrumento gracias al cual se ha acelerado la conquista de la dignidad en nuestra democracia.

La cortina de humo fue retirada y se hizo la luz y, al auspicio de la claridad, muchos descubrieron algo que no sabían o que antes no se atrevieron a decir en voz alta; pero en ese día sólo fue necesario mostrar un leve gesto de felicidad: "¡Durante toda mi vida he estado esperando este momento!".

A partir de ahora todos seremos más felices porque los entornos sociales y comunicativos quedan despojados de esa lacra, de esa interferencia que iba mucho más allá de una simple perturbación medioambiental. Fumar en presencia de otros en lugares cerrados representaba mucho más que una simple indecencia, una broma pesada y de mal gusto o una gamberrada. Pero por fortuna, es una faena para inmorales, egoístas y otros fulanos con vocación de dictadores que Internet exista, como he dicho. Toda la sociedad por fin se ha percatado de la mentira; de cómo fue engañada hace cinco años por quienes ellos creían que eran los intereses de la hostelería y por la salvaguarda de una tolerancia hacia un colectivo que jamás se había autoreconocido como tal. Nos habían vendido una ley que defendía la convivencia entre dos colectivos que no existían, cuando el único resultado práctico sólo podía ser, y así fue, la imposición de unos intereses distantes sobre cualquier otra consideración. La convivencia era imposición por la naturaleza de la actividad que se quería defender y cuyo beneficiario se le ocultó a la opinión pública.

Ahora, niños y mayores, pequeños y grandes, mujeres y hombres, personas a las que no les gusta fumar y personas que a veces fuman; todas celebran con alegría tras cruzar por primera vez en estos días el umbral de la entrada a los locales de ocio, antaño invadidos por las tinieblas de la opresión. Siempre radiactivas, tóxicas, letales, asquerosas e impertinentes.

El día después

Los ciudadanos experimentan sus ventajas. Ya se acabó eso de volver a casa con el pelo y la ropa apestando a hollín adherido con el promiscuo vaho proveniente de las exhalaciones ajenas. Ya se acabó el rasgarse los ojos para estimular el riego sanguíneo en el globo ocular con la esperanza de obtener un alivio con el que sobreponerse a la irritación y al enrojecimiento. Ya se acabó el contraer una afonía sin venir a cuento. Ya se acabó el consentir que te quemen tu prenda preferida o, peor aún, el dorso de la mano con el ascua incandescente del cigarro y que sólo puedas aspirar a conseguir un mero "perdón, lo siento".

Si se trata de camareros, además dicen que están encantados porque terminan su jornada laboral y se sienten mucho menos cansados que cuando lidiaban con el asqueroso humo. Si se trata de propietarios de locales, también están de enhorabuena a tenor de la disminución del gasto en términos de limpieza y mantenimiento. Eso sin contar con los ingresos extra, merced al incremento en la afluencia de un público al que antes el humo le había prohibido la frecuentación de bares y restaurantes. Además, los mismos clientes que a veces fuman y ahora lo hacen menos, tienen más dinero para consumir productos hosteleros propiamente dichos.

En cuanto a los vendedores de tabaco que se jodan. Y si algún día se tienen que ir de este país, mejor. Bastante tienen con que les permitamos vivir después de todo el daño que nos han hecho. Pronto será el momento de empezar a pasarles la factura.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

DE: LGE

¡Me ha encantado! ¡Cómo he disfrutado leyéndote. Estamos de enhorabuena, compañero.

vermeulen dijo...

Con esta ley pretendemos ponernos a la altura de otras sociedades más avanzadas, pero nuestra sociedad está todavía muy lejos de convivir con este tipo de leyes. Una muestra: el tono vehemente y alocado que usted emplea en su comentario (tan respetable como otro cualquiera, claro está).
Si lo ve como una victoria, celébrelo.

Iracundo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Iracundo dijo...

Yo no represento a nuestra sociedad.

Julián Jiménez dijo...

Que tolerancia demuestra con esta frase final:

En cuanto a los vendedores de tabaco que se jodan. Y si algún día se tienen que ir de este país, mejor. Bastante tienen con que les permitamos vivir después de todo el daño que nos han hecho. Pronto será el momento de empezar a pasarles la factura.

Usted no está contra el tabaco, sino contra personas. El nazifascismo rezuma por su texto. Un nuevo amanecer, como los Jemeres Rojos en Camboya, donde se cometieron crimenes de lesa humanidad.

Me hare eco de sus "nauseabundas palabras"

Y las denunciaré por incitación al odio y a la violencia.

Que tenga un buen dia y vigile su odio

Iracundo dijo...

Los nazis perseguían a colectivos de personas por lo que eran, no por lo que hacían. Yo sí perseguiría a las personas por lo que hacen y lo que han hecho. Y estas personas a las que me refiero, son en parte responsables de la muerte de cerca de 60.000 personas al año en España. Esas muertes eran inseparables del beneficio económico obtenido, y en perjuicio general del resto de la sociedad.

Por su parte, mi odio, más que justificado, aun no ha matado a nadie.

Lo único nauseabundo es la realidad de los hechos: que las muertes son inherentes a los beneficios de la Industria Tabaquera. Asumir que esa actividad no es punible debido a su cobertura legal, es un error que ha de ser reparado cuanto antes.

Julián Jiménez dijo...

La diferencia es que usted no solo odia a la industria tabaquera. Dejese el cinismo... Usted odia a un colectivo de personas sin pensar que ese mismo estado que a usted ahora le "apoya" fomento el tabaquismo y la adiccion de los fumadores.

Aunque como miles de personas pudimos leer en los foros de su asociacion la "salud de los fumadores les importa una mierda"

vermeulen dijo...

A ver, por un lado, decir que el primer día de aplicación de la ley anti-tabaco merecería figurar en las Sagradas Escrituras, viene a ser tanto como decir que usted ha perdido la perspectiva de la realidad. Y por otro, ¿usted sabe algo en verdad de la radioactividad? ¿De cuando el humo de tabaco es radioactivo? ¿Y letal? El gas que emplean algunos ejércitos al objeto de causar bajas en el enemigo es letal (lógico, ya que se trata de causar bajas mortales). ¿usted se imagina a un ejército lanzando humo de tabaco a su adversario con el mismo objetivo? No pretendo oponerme a sus argumentos en su lucha contra los fumadores que le intoxican, pero hay que reconocer que su tono refleja la histeria que le domina, además de recordar bastante a Calvino(el que se encargó de enviar a la hoguera a Miguel Servet por una mera cuestión de discrepancia teológica). Leerle su discurso y venir a las mientes el ataque contra las brujas del medievo es todo uno. Como le dije en mi anterior entrada, esta ley está hecha a medida de una sociedad civilizada, no de la española, que todavía se mataría entre sus ciudadanos a garrotazos si tuviera ocasión. Adelante, en su lucha, no obstante. No desfallezca. Lo curioso, por último, es haya ciudadanos que recomienden su dirección en el foro de los no-fumadores. Un ejemplo de la pasta de la que están hechos todos ustedes. Aprovecho para invitarle a visitar la mía si se aviene a tener un punto de vista distinto del que muestra usted.

Julián Jiménez dijo...

No comprendo. ¿Donde se ha linkeado mi blog en el foro de nofumadores.org?

Iracundo dijo...

Gracias por su interés en mi discurso.

Verá, no he perdido la perspectiva de la realidad. A veces no hay que analizar ad literam todo lo que se lee; menos aún en una bitácora como esta. Ya indico, como ya he dicho en otro sitio, algo en la cabecera.

Entonces sucede que me permito el uso de ciertas licencias, de manera que mucho de lo expuesto aquí se hace en clave alegórica e hiperbólica.

De ahí que a usted, lógicamente y más desde su postura, le parezca cuando menos exagerado el contenido semántico de la entrada.

De todas formas, no niego que a mi personalmente los hechos que celebro me parecen de máxima relevancia (incluso históricos, felizmente), tal y como lo demuestra su enfado. Nunca llueve a gusto de todos, pero esta vez casi...

Relájese hombre, y deje de pensar en Calvino, que usted quiere ver más allá de donde no hay. En cuando al nivel de civilización de la sociedad española, tampoco sea tan pesimista. Seremos paletos, pero solo hasta cierto punto. Ya verá como esta norma termina siendo aceptada de buen grado y de aquí a un par de años ni usted se acordará de lo mal que le sentó su implantación.

Julián Jiménez dijo...

No se pueden hacer las cosas para unos y no para otros. Somos un pais tan triste que pretendemos continuamente crear un "trágala" para vengarnos, en lugar de buscar generosamente, un consenso.

Envidio a Inglaterra, un país que en 300 años no ha avanzado por "cojones" sino por continuas reformas.

No me hable de Calvino, por favor, cuando es usted quien le hace revivir. Yo no he dicho "que alguien debe dar gracias por que le deje vivir", jamas escuchará usted esa palabra de mi boca.

Yo no defiendo, pese a que lo crea, la supresión total de esta ley, deseo una solución de consenso.

¿Se puede tener locales con o sin humo al mismo tiempo, respetándose los derechos de niños y trabajadores de Hosteleria? SI ¿Respetando al mismo tiempo a los ciudadanos que consumen tabaco -tabaco con el que el Estado recauda 9.000 millones en impuestos? SI

Lo unico que fomenta su postura, y se lo digo sinceramente, es que una parte de la sociedad este IRRITADA y como las circunstancias economicas obliguen a la modificación de la ley (igual piensa mucho en salud, pero preguntele a alguien deshauciado por su salud) algunos, de su misma posición en el otro extremo no dudarán en tomarse la revancha como usted han querido hacer ahora.

Y, esas posturas, amigo mio, son un crimen a la convivencia de un pais.

Un cordial saludo

Julián Jiménez dijo...

Por cierto, lo unico que me ha servido quizá, de leerles, es entender un poco porque ese rechazo.

Por eso y porque en otras cosas (lo malo que es el tabaco) tienen razon voy a tratar de entenderles de una forma muy facil...

Dejando de fumar...

18 horas, ni yo me lo creo y ya respiro y puedo distinguir los olores, aunque un poco inquieto.


Saludos cordiales, y simplemente un consejo. La gente fumadora no es mala, simplemente hay que educarla. Y todos no son asi. Saludos

Iracundo dijo...

La gente fumadora no existe. Sólo existe el acto de fumar concretado en el espacio y en el tiempo.

El que quiera fumar, que fume. Ya sea fumador, no fumador, antitabaco, caucásico, negro o judío. Dentro de sitios cerrados no.

Julián Jiménez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

IRACUNDO RESPIRE MEJOR EL HUMO DE LOS COCHES QUE ES MÁS SANO PORQUE PERSONAJES COMO USTED ES LO UNICO QUE SE MERECEN, INHALE TAMBIÉN COLA DE CONTACTO Y LOS VAPORES QUE SUELTA EL ASFALTO.

IRACUNDO IRACUNDO ERES COMO LAS PIPAS FACUNDO, NO ERES DE ESTE MUNDO.