domingo, mayo 10, 2009

La cobardía y la tortura (nada sobre el tabaco)

Nunca me he considerado un moralista y ni siquiera suelen interesarme las tensiones y conflictos que se dan entre el derecho natural, el pragmatismo socialista, la moral judeo-cristiana y otros “puntos de vista”.

Eutanasia, aborto y pena de muerte… siempre los he considerado problemas “de segundo orden”. Siempre he visto que esas cosas pueden estar sujetas a relativización.

La vida puedo sacralizarla a toda costa, catalogarla como bien primordial al que hay que proteger conforme a un mandato divino y concebirla como fin en sí. De alguna manera se pueden racionalizar y validar códigos morales basados en ese principio.

También puedo asumir la vida como medio o soporte para otro fin llamado felicidad. Y que si no existe esperanza futura de felicidad o la persistencia de esa vida en el mundo ocasiona sufrimiento ajeno puede dejar de tener sentido.

Otra cosa muy diferente es la sinrazón, el castigo sin fin –atélico o enteléquico-, el infligir sufrimiento a otros seres vivos porque sí, el mal que los hombres hacen a otros hombres porque sí. El mal por el mal, en definitiva.

A menudo, algunos hombres pierden aquello que los define como humanos con sus acciones contrarias a cualquier ética. Si valoramos la posibilidad de que exista un derecho a la intervención del hombre para regular una economía “humana” o del “sufrimiento”, posiblemente podamos calcular cuándo es rentable o no que algo o alguien siga existiendo.

La evitación del sufrimiento sí creo que es una prerrogativa en toda acción antrópica voluntaria a la hora de preservar la dignidad humana. Entonces, si los protagonistas activos de la cinta de video comentada en esta noticia han perdido su condición humana; si de vicio pasamos a error de la naturaleza, tendremos que intervenir de la forma más práctica, no porque los criminales imperdonables lo merezcan, sino porque es nuestro deber evitar sufrimientos futuros y calmar presentes. El presunto valor de la vida de esos autores y cómplices queda anulado por sus propias acciones.

1 comentario:

camino dijo...

a cosas como éstas me refiero cuando digo q no podemos luchar contra la industria tabaquera. osea, por comparación. nunca seremos suficientes para luchar contra seres humanos crueles y desprovistos de todo escrúpulo, que causan dolor y sufrimiento por puro placer. acaso crees entonces q a estos magnates les importa lo q le pase a la humanidad? no. moriremos muxo antes de lo esperado, acabaremos con el planeta tierra, y pagaremos nuestros pecados.aunq apoyo tu labor pasada y futura (seguro, volverás al ataque), nunca seremos suficientes ante tanta maldad. el ser humano es malo. simplemente.