domingo, abril 29, 2012

¡Que copaguen La Tabaquera o/y sus clientes!

Resulta que el Sistema Sanitario soporta un enorme déficit y, el Gobierno que ahora tenemos, ese que criticaba la aplicación indiscriminada de despilfarradoras ayudas a colectivos desfavorecidos, en unos meses nos impondrá el llamado "copago". No me parecería ni bien ni mal si no fuese porque se obvia con consecuencias dramáticas una realidad: y es que el tabaco es responsable del 30% de la factura sanitaria.

Si la Industria Tabaquera tiene mucho dinero, y hace perder a la Sanidad Pública mucho dinero, ¿por qué no se le hace reparar parte del daño?. Yo creo que sería hasta positivo desde el punto de vista de la credibilidad política comenzar a establecer mecanismos legales que posibiliten exprimir al sector. Se podría empezar por sacar el tabaco del cálculo para el IPC (que ya está bien con el cachondeo), y retirarle su blindaje legal frente a demandantes, por ejemplo.

Los daños colaterales a terceros serían mínimos y reparables, en comparación con los beneficios que podríamos obtener a base de presión fiscal, multas y expropiaciones que, difícilmente iban a contar con la oposición popular. Porque, abramos los ojos, no existe ningún impedimento moral que nos impida llevar ese tipo de acciones, habida cuenta del daño que ha causado el comercio del tabaco a la sociedad durante siglos, como tampoco existen escollos técnicos infranqueables, ni mucho menos. Si no, pensemos por ejemplo en la nacionalización de la petrolera YPF llevada a cabo hace unos días por el gobierno Argentino; conforme pasa el tiempo, por ahora parece que Argentina se va saliendo con la suya, pese a la ilegalidad de la operación. Entonces, en un panorama de crisis aguda, no veo que se deba descartar una nacionalización a medio plazo de los activos de empresas tabaqueras extranjeras para después ahogarlas a base de impuestos.

Si no se quiere hacer por disparatado lo anterior, entonces volquemos la responsabilidad en el cliente. Si, tal y como dijo el "sentenciazo" del Tribunal Supremo, fumar es un acto libérrimo, pues que no sean hipócritas los que deciden fumar libremente y que sean responsables con su libertad. Que afronten ellos el copago porque los impuestos que pagan con cada cajetilla que se fuman son y serán insuficientes.

Pero lo que no puede ser es que tanto los que venden como los que consumen tabaco paguen exactamente lo mismo que los que no fumamos ni vendemos tabaco. Ya que no nos van a dar nunca el dinero que nos deben -por las molestias y enfermedades sufridas durante décadas injustamente-, que se hagan cargo al menos del déficit sanitario que unos u otros han provocado y los demás hemos sufrido. Porque sí, repito, me deben dinero que jamás tendré la oportunidad de reclamar por vía legal; pero de ahí a que me sigan quitando dinero como está la cosa va un mundo...

Aprovecho para dar mi reconocimiento y apoyo a este trabajador que tanta valentía a mostrado al denunciar la situación de abuso de la que era víctima en la empresa donde prestó sus servicios durante 14 años. ¡Suerte compañero!

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