viernes, junio 01, 2007

Partido de los NO-FUMADORES III

DÍA 3

PANEL 7

Yo lo que veo es que la gente no va a creerse eso de que el tabaco condiciona tanto sus vidas. Es muy difícil percibir unas ventajas que van de lo potencial a lo hipotético, pues nadie ha vivido en un mundo sin tabaco desde hace 500 años. Muchas de nuestras afirmaciones siempre van a sonar espurias, sencillamente falsas o exageradas. Entre otras cosas porque la mayoría de los ciudadanos de a pie nunca serán conscientes del alcance y la magnitud de este problema (no leen lo que nosotros, no saben lo que nosotros).

PANEL 8

Posiblemente, la divulgación de los diferentes estudios que señalan con el dedo al tabaco sea imprescindible. El problema es que la sociedad no se rinde fácilmente a evidencias científicas, médicas y estadísticas. A la gente sólo le interesa lo inmediato. Pero, aún cuando nosotros sabemos que las conclusiones se apoyan en estudios de máximo rigor científico, debemos evitar el abuso de fuentes soporíferas a las que los actores pro-tabaqueros y a algunos liberalistas de todas formas les fue fácil desprestigiar mediante la siembra de la duda. Si queremos evidenciar la inconveniencia del tabaco en todos los ámbitos, sería buena idea intentar desplazar el punto de mira principal hacia otros aspectos diferentes del sanitario. Bastante gente ya sabe que el tabaco es malo para su salud; pero aún no es suficiente. Nos hemos centrado en exceso en el perjuicio en sí de un hecho. El agente ha quedado como algo impersonal, pues los culpables no son concretos, son abstractos o indeterminados (la sociedad en sí, los intereses económicos…). La centralización del problema en el aspecto sanitario parece exonerar a los poderes públicos, a políticos concretos, a industrias concretas. Nunca se ha concretado la escala y la magnitud del problema. Aun cuando el escenario en el que nos movamos parezca abstracto en cuanto a límites y actores, no podemos estancarnos en la generalización. Corporaciones, estados, ciudadanos y consumidores son conceptos con los que nadie tiene que por qué estar familiarizado. No tendremos que buscar cabezas de turco. Los verdaderos culpables han de ser tangibles; han de tener cara y nombre en un futuro. Intentaremos demostrar que existen.

PANEL 9

Personalmente me parece inadecuado para nuestros intereses el tono que estáis empleando a la hora de describir el problema y señalar culpables. Da la sensación de que nuestro movimiento lo encabezan iluminados que se creen en posesión de la verdad absoluta. Eso es sin duda algo que espanta a cualquiera. Incluso un mero exceso de seguridad en afirmaciones asimilables para cualquiera puede dar lugar a la fácil tergiversación. Los propagandistas tabaqueros son muy hábiles haciendo creer al público que el mero intento de liberar al fumador de su hábito o imponerle cualquier regulación del consumo es totalitario, facistoide y filonazi. O sea que mucho cuidado con eso. Las afirmaciones y las acusaciones han de formularse con cara amable y humildad. El discurso apasionado de otras épocas ya no se lleva.

PANEL 10

Precisamente, tras leer las primeras versiones del manifiesto daba esa sensación, ahora que lo mencionas. Menos mal que a base de remodelaciones has conseguido aislar a un culpable a favor del que nadie está. Me parece más “prudente” la última versión. No se señala con el dedo a nada ni a nadie pero se recuerda o se destapa el quid de la cuestión. Sólo se refiere al mal como un ente abstracto. Ha sido una buena idea lo de inventarse un enemigo sin rostro, referido como “La Gran Tabacalera” o la “Industria Tabacalera”. Nadie se siente aludido y nadie se siente ofendido. Lo que preocupa más son otras alusiones como “la clase política de este país”. Aunque no aparezcan siglas, todos sabemos cuáles son los partidos políticos mayoritarios. Parece un insulto en general a la democracia española y por ahí se nos podría atacar, eso sin hablar de que pueden relacionarlo, una vez más, con nuestra radicalidad, nuestro extremismo, nuestro totalitarismo...

PANEL 11

Haré una aclaración sobre la redacción del Manifiesto.

Diferentes versiones fueron escritas a lo largo de Diciembre del año pasado. Las primeras eran escuetas y más “diplomáticas”.

En vista de la nuestra pérdida de iniciativa para llevar a cabo el proyecto, decidí reelaborarlo, aportando detalles más profundos y dotando al texto de un tono grandilocuente. El resultado final es un texto que, utilizado para los fines del partido, para muchos adolecería de una solemnidad arcaica por lo pretencioso de su forma y de su contenido. Además, se pueden encontrar numerosas notas discordantes con los fines, (más conciliadores), incluidos en la redacción del estatuto del Partido.

La secuencia narrativa al comienzo y hacia el final se asemeja de hecho en estructura al Manifiesto del Partido Comunista de 1848 por K. Marx y F. Engels. La razón de esto y de lo explicado en el párrafo anterior es que el propósito del texto, quedando yo sólo en la redacción, pasó a ser lúdico. Pensaba incluirlo en un futuro en mi bitácora precedido por una versión modificada del Estatuto y de transcripciones de conversaciones en su mayoría ficticias, simulando un debate sobre la conveniencia de crear el Partido de los No-fumadores.

Nunca llegué a publicar nada de eso. No lo consideré prudente, pues temo que el mero hecho de hablar sobre un partido político así pueda incomodar al sentir general de simpatizantes de otras organizaciones afines, que sólo parecen aprobar la lucha por la causa desde la Sociedad Civil en sentido estricto. Prefieren no llevar a cabo una acción que pueda comprometer su carácter apolítico. Por eso, no recomiendo la publicación de enlaces a este tipo de documentos en foros salvo consentimiento expreso de interesados y administradores.

Si creéis que un manifiesto puede ser útil, podéis modificar éste; añadir o quitar párrafos, cambiarlos, ampliarlos, tomar el texto como referencia o inspiración para crear uno nuevo, o usarlo directamente tal y como está.


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