Esto es una guerra. Mediática, pero una guerra en la que sólo existen dos bandos: los que quieren mantener este nivel de venta y consumo de tabaco y los demás. Es difícil adoptar una posición neutral porque ello beneficia a los que quieren que se mantenga el estado de hechos actual. O se está contra el tabaco, o se está a favor de él.
Ante la inminencia de una nueva ley del tabaco más restrictiva que la anterior, debemos contener los ataques de la primeras líneas enemigas. Éstas están formadas por asociaciones hosteleras, gastronómicas, gremios de restauración y otras asociaciones de locales de ocio nocturnos. Todas ellas tocan al mismo son que dictó en su momento la manipulación mediática de la Industria del Tabaco, materializada en la agorera afirmación de que prohibir de fumar en estos locales ocasionará pérdidas de hasta un 30% de facturación. Algunos se lo creen. Muchos otros mienten o están equivocados pero, el resultado, es el mismo: la presión que ejercen sobre los legisladores se va haciendo insoportable. No todos fueron pagados o convencidos por los prebostes de la matriz tabaquera sino que, sencillamente, el auspicio del tabaco estaba incrustado en la conciencia colectiva de nuestra sociedad de manera fatal.
En unos meses, aparecerán los primeros borradores del texto legislativo. Momento en el que se unirá al combate la segunda línea enemiga (la que siempre estuvo detrás de la primera). Sus efectivos los componen personal técnico especializado proveniente del corazón de los intereses de la Industria Tabaquera. Su incesante actividad lleva preparándose para este momento desde hace años y el objetivo es, una vez más, asegurar el bloqueo de cualquier cambio legislativo desfavorable. Ellos cobraron conciencia de que esto es una guerra décadas atrás y su especialización unida a sus imponentes medios les permiten disponer de una preparación óptima para la consecución de su objetivo. Estos altos emisarios de la Industria Tabaquera, bajo el más estricto secretismo, entablarán contactos con responsables públicos o sociales, que pueden influir en el desarrollo del proceso legislativo. Esto, supone un apoyo logístico al mediador oficial reconocible al que llamamos lobby. El lobby es el portavoz ante el parlamento de la defensa de los derechos de los productores de tabaco y asociados que, por esas fechas, alcanzará una fuerza y tamaño desproporcionados.
El éxito en esta difícil ocasión para la Industria se basará en la concentración de esfuerzos en las fechas clave. Ante una opinión pública cada vez más consciente de sus actividades y crítica, disponen de un ajustado espacio de tiempo para actuar con eficacia con una estrategia en la que la precisión temporal es decisiva. Esta vez trabajarán con la máxima intensidad entre la publicación de los primeros borradores del texto y la votación final sobre la totalidad.
Por esas fechas habrán puesto en marcha su formidable maquinaria de manipulación mediática. Seremos testigos de cómo, inexplicablemente, cada vez se alzarán más voces críticas con la prohibición general de fumar en locales públicos en todos los medios de comunicación posibles. Radio, prensa y televisión parecerán estar inundadas por tertulianos, periodistas, opinadores y políticos que, al discurso catastrofista al que nos tenían acostumbrados los representantes de la hostelería y la restauración, añadirán sus visiones sobre la democracia y las libertades individuales para oponerse a la efectividad de la nueva ley. La prensa económica, en este contexto de crisis, tendrá un papel estelar hablando de la necesidad de proteger este negocio como condicio sine qua non para salir de la crisis y no empeorar las cosas. El miedo estará servido y veremos si nuestros débiles gobernantes resisten los ataques del lobby y del, claro está, terrorismo mediático.
lunes, marzo 01, 2010
martes, febrero 16, 2010
De mal en peor
Ante el temor de que la sociedad española no estuviese preparada para asumir una ley más restrictiva, condenando al fracaso la aplicación de la ley, el Gobierno pensó que debía retrasar el vigor de la medida hasta que la sociedad mostrase mejor predisposición. Por otra parte, la propia oposición política podía dar al traste con ella. Por eso, se ha decidido acabar con los dos miedos; se ha retrasado definidamente la elaboración del texto y se ha decidido no engendrar la ley que el 70% de la población espera sin el consenso de minorías pretendidamente preocupadas por sus números.
Acuerdo, consenso, negociación, acercamiento de posturas, pacto... todo esto resulta ser un eufemismo para ocultar la única palabra que define el atentado a la lógica: cesión. Este gobierno caduco ha cedido a presiones, pero esas presiones no tienen cara descubierta. Por eso Gaspar Llamazares se extraña y dice que "no ve motivos para el retraso". Claro, no se pueden ver cosas que no existen; pero el gobierno sí ve fantasmas por todas partes.
Muchos hosteleros se han quejado porque dicen que van a perder dinero y los clubes de fumadores se han quejado porque dicen que van a perder derechos. Pero la única que realmente va a perder algo es la Industria Tabaquera. Entonces, si es así, ¿cómo es que no se han quejado los productores de tabaco? porque lo hacen a través de los dos actores antes mencionados, con impostores y pantomimas.
Sanidad no sabe muy bien qué decir. Resulta extraño su discurso sobre el consenso y asegura que tiene la intención de promover el borrador durante esta segunda mitad del año, confundiendo intención con obligación de estado.
No hay más que excusas y excusas para hacernos creer que Trinidad Jiménez a quien teme es a los hosteleros, como si fuésemos ineptos. Como si fuese creible que una ley de interés general deba consensuarse con intereses espurios de gremios privados ¡por favor!.
Así las cosas, y para seguir ocultando la verdadera identidad de nuestro opresor común -los intereses de la Industria Tabaquera-, de aquí a unos meses nos enzarzaremos en un ridícula sucesión de "negociaciones" para alcanzar "consensos" con todo el mejunje de fuerzas políticas del país. De manera que entre esto y el previo pase del texto por el Consejo Interterritorial, la lupa de cada uno de los ministros etc. la prohibición inicial de fumar en todos los locales de acceso público va a salir bastante trasquilada y, la diferencia final de la nueva ley con respecto a la actual, radicará en matices irrelevantes destinados a perpetuar la confusión y el enredo.
Aclaro, cuando se habla de consenso en esto del tabaco, el consenso se hace con los intereses de la Industria Tabaquera y, ni los hosteleros ni las fuerzas políticas, ni otras organizaciones civiles tienen mucho que decir. Está visto y comprobado.
Acuerdo, consenso, negociación, acercamiento de posturas, pacto... todo esto resulta ser un eufemismo para ocultar la única palabra que define el atentado a la lógica: cesión. Este gobierno caduco ha cedido a presiones, pero esas presiones no tienen cara descubierta. Por eso Gaspar Llamazares se extraña y dice que "no ve motivos para el retraso". Claro, no se pueden ver cosas que no existen; pero el gobierno sí ve fantasmas por todas partes.
Muchos hosteleros se han quejado porque dicen que van a perder dinero y los clubes de fumadores se han quejado porque dicen que van a perder derechos. Pero la única que realmente va a perder algo es la Industria Tabaquera. Entonces, si es así, ¿cómo es que no se han quejado los productores de tabaco? porque lo hacen a través de los dos actores antes mencionados, con impostores y pantomimas.
Sanidad no sabe muy bien qué decir. Resulta extraño su discurso sobre el consenso y asegura que tiene la intención de promover el borrador durante esta segunda mitad del año, confundiendo intención con obligación de estado.
No hay más que excusas y excusas para hacernos creer que Trinidad Jiménez a quien teme es a los hosteleros, como si fuésemos ineptos. Como si fuese creible que una ley de interés general deba consensuarse con intereses espurios de gremios privados ¡por favor!.
Así las cosas, y para seguir ocultando la verdadera identidad de nuestro opresor común -los intereses de la Industria Tabaquera-, de aquí a unos meses nos enzarzaremos en un ridícula sucesión de "negociaciones" para alcanzar "consensos" con todo el mejunje de fuerzas políticas del país. De manera que entre esto y el previo pase del texto por el Consejo Interterritorial, la lupa de cada uno de los ministros etc. la prohibición inicial de fumar en todos los locales de acceso público va a salir bastante trasquilada y, la diferencia final de la nueva ley con respecto a la actual, radicará en matices irrelevantes destinados a perpetuar la confusión y el enredo.
Aclaro, cuando se habla de consenso en esto del tabaco, el consenso se hace con los intereses de la Industria Tabaquera y, ni los hosteleros ni las fuerzas políticas, ni otras organizaciones civiles tienen mucho que decir. Está visto y comprobado.
miércoles, febrero 10, 2010
Al obstinado Javier Marías
Tic, tac, tic, tac el tiempo apremia y, a medida que se acerca el momento en que la nueva ley entre en vigor, usted , Señor Marías va enfureciéndose. En este artículo hace gala de su integrismo tabaquero arremetiendo contra la futura ley. Se queja porque quiere fumar en público, en el mayor número posible de sitios donde pueda molestar, en lugar de conformarse con hacerlo al aire libre o en su casa y en la de sus amigos.
Veo que aún aspira a seguir gozando de parte del privilegio que le ha estado siendo concedido hasta ahora, quiere seguir arrogándose un particular derecho de uso en una proporción respetable de bares y restaurantes a costa de de la salud y el bienestar de terceros.
Señor Marías, por favor, no insista porque no puede ser. Ha de prohibirse fumar en los locales de acceso público porque podría molestar a esos desconocidos que tienen derecho a entrar sin sentir asco. ¿Cómo va usted a decir que se decida por sorteo en qué locales se puede fumar y en cuáles no? No se puede hacer eso con locales de acceso público; para eso tiene usted su Club.
A estas alturas, no logro entender por qué insiste en compartir las horribles consecuencias de su vicio con desconocidos. Comprenda usted, que eso de que le metan carbonilla a uno por la traquea es una parafilia muy heavy, que no todo el mundo está dispuesto a realizar. Es lógico que un acto íntimo, particular, tan caprichoso y extravagante, deba llevarse a cabo en espacios donde no se perciba su carácter invasivo. Tranquilícese hombre, que no va a ser para tanto, que nadie se ha muerto por no fumar en un bar o en un restaurante, ya verá como se acostumbra y, quien sabe, a lo mejor un día hasta termina agradenciéndonoslo. No sea partidario de complicar las cosas, que con un mínimo de esfuerzo y sacrificio (simplemente con relajarse y disfrutar del cambio, no hay que hacer nada más) nos solucionará muchos problemas a todo el mundo; a usuarios que no fuman, a empleados de la hostelería y a usted mismo, que le irá mucho mejor sin tanto reaspirar sus propias exhalaciones.
En cuanto a las imágenes macabras de las cajetillas, aunque a mí mismo me parecen poco útiles para lo antiestéticas que resultan tanto esas imágenes como la política en sí, comprenda usted que no está mal disuadir a la gente para que no adquiera un producto que, aún siguiendo las instrucciones de uso, enferma al cliente. Y no nos venga con lo de que es Estado es un hipócrita por no regular otras cosas porque eso ya está muy visto y discutido, que todos los integristas tabaqueros dicen lo mismo; que lo de la "hipocresía" parece que lo hayan aprendido en jueves.
Veo que aún aspira a seguir gozando de parte del privilegio que le ha estado siendo concedido hasta ahora, quiere seguir arrogándose un particular derecho de uso en una proporción respetable de bares y restaurantes a costa de de la salud y el bienestar de terceros.
Señor Marías, por favor, no insista porque no puede ser. Ha de prohibirse fumar en los locales de acceso público porque podría molestar a esos desconocidos que tienen derecho a entrar sin sentir asco. ¿Cómo va usted a decir que se decida por sorteo en qué locales se puede fumar y en cuáles no? No se puede hacer eso con locales de acceso público; para eso tiene usted su Club.
A estas alturas, no logro entender por qué insiste en compartir las horribles consecuencias de su vicio con desconocidos. Comprenda usted, que eso de que le metan carbonilla a uno por la traquea es una parafilia muy heavy, que no todo el mundo está dispuesto a realizar. Es lógico que un acto íntimo, particular, tan caprichoso y extravagante, deba llevarse a cabo en espacios donde no se perciba su carácter invasivo. Tranquilícese hombre, que no va a ser para tanto, que nadie se ha muerto por no fumar en un bar o en un restaurante, ya verá como se acostumbra y, quien sabe, a lo mejor un día hasta termina agradenciéndonoslo. No sea partidario de complicar las cosas, que con un mínimo de esfuerzo y sacrificio (simplemente con relajarse y disfrutar del cambio, no hay que hacer nada más) nos solucionará muchos problemas a todo el mundo; a usuarios que no fuman, a empleados de la hostelería y a usted mismo, que le irá mucho mejor sin tanto reaspirar sus propias exhalaciones.
En cuanto a las imágenes macabras de las cajetillas, aunque a mí mismo me parecen poco útiles para lo antiestéticas que resultan tanto esas imágenes como la política en sí, comprenda usted que no está mal disuadir a la gente para que no adquiera un producto que, aún siguiendo las instrucciones de uso, enferma al cliente. Y no nos venga con lo de que es Estado es un hipócrita por no regular otras cosas porque eso ya está muy visto y discutido, que todos los integristas tabaqueros dicen lo mismo; que lo de la "hipocresía" parece que lo hayan aprendido en jueves.
domingo, febrero 07, 2010
Ecologismo populista
El viernes salió esta noticia: Greenpeace protesta frente a Industria por el almacén nuclear. Me parece estéril esta protesta, pues el almacén, siempre irá a algún lugar. Pero sobre todo me parece carca, anticuada, oportunista, populista. Se aprovechan del terror nuclear, de ese terror ingénuo que modeló muchas conciencias tras el desastre de Chernobil. El rechazo popular a la energía nuclear tiene su raíz ni más ni menos que en la falta de información, en la ignorancia.
Cualquiera que investigue el tema, descubrirá que la energía nuclear es de las "menos malas", sobre todo si tenemos en cuenta la ratio rendimiento/liberación-de-CO2-a-la-atmósfera. Es bastante eficiente y puede que sea gracias a ella por la que la demanda energética de nuestra sociedad es satisfecha a un coste razonable. En cuanto al peligro potencial de una planta nuclear (fusión del núcleo de un reactor), tras lo aprendido con el desastre de Chernóbil, hoy en día el celoso protocolo aplicado en la instauración de medidas de seguridad hace prácticamente imposible una fatalidad parecida. Por otra parte, un almacen de residuos nucleares limita su radioactividad prácticamente al interior de los contenedores donde se hallan el material. Acercarse a los muros de hormigón que encierran esos contenedores no es suficiente para contraer un cáncer. En los bares hay más radioactividad con tanto plomo y polonio 210 que liberan los cigarros.
La energía nuclear hoy por hoy es útil y comparativamente limpia mientras no se desarrollen las alternativas renovables. Así que, por favor, a ver si los de Greenpeace os vais con vuestras pancartas y bocadillos a otro campo de batalla. Si queréis menos contaminación, tenéis que quejaros de ciertas actividades civiles. Preocupaos de que la gente no encienda tantas hogueras y chimeneas que es lo que realmente contamina de manera innecesaria y, si os queréis quejar ante una poderosa y aviesa industria cuya actividad es contaminante y no vale para nada hacedlo ante la Tabacalera.
Cualquiera que investigue el tema, descubrirá que la energía nuclear es de las "menos malas", sobre todo si tenemos en cuenta la ratio rendimiento/liberación-de-CO2-a-la-atmósfera. Es bastante eficiente y puede que sea gracias a ella por la que la demanda energética de nuestra sociedad es satisfecha a un coste razonable. En cuanto al peligro potencial de una planta nuclear (fusión del núcleo de un reactor), tras lo aprendido con el desastre de Chernóbil, hoy en día el celoso protocolo aplicado en la instauración de medidas de seguridad hace prácticamente imposible una fatalidad parecida. Por otra parte, un almacen de residuos nucleares limita su radioactividad prácticamente al interior de los contenedores donde se hallan el material. Acercarse a los muros de hormigón que encierran esos contenedores no es suficiente para contraer un cáncer. En los bares hay más radioactividad con tanto plomo y polonio 210 que liberan los cigarros.
La energía nuclear hoy por hoy es útil y comparativamente limpia mientras no se desarrollen las alternativas renovables. Así que, por favor, a ver si los de Greenpeace os vais con vuestras pancartas y bocadillos a otro campo de batalla. Si queréis menos contaminación, tenéis que quejaros de ciertas actividades civiles. Preocupaos de que la gente no encienda tantas hogueras y chimeneas que es lo que realmente contamina de manera innecesaria y, si os queréis quejar ante una poderosa y aviesa industria cuya actividad es contaminante y no vale para nada hacedlo ante la Tabacalera.
viernes, febrero 05, 2010
Todo menos señalar con el dedo al causante
Economía pide a las comunidades que gasten menos en educación y sanidad. Esto es lo que he leído de esta noticia y no voy a terminar la lectura. Con el título me basta.
Hay una cosa que es difícil comprender y es lo siguiente: si se está fumando más tabaco que nunca y hemos quedado en que el nivel de ventas no se puede alterar porque si no las arcas públicas se nos quedan vacías, ¿cómo gestionamos esto con cordura?. Ni que decir tiene que una gran fracción de ese gasto en sanidad (y quizá en educación, buena educación) es a causa de lo que es tabú decir.
Hay una cosa que es difícil comprender y es lo siguiente: si se está fumando más tabaco que nunca y hemos quedado en que el nivel de ventas no se puede alterar porque si no las arcas públicas se nos quedan vacías, ¿cómo gestionamos esto con cordura?. Ni que decir tiene que una gran fracción de ese gasto en sanidad (y quizá en educación, buena educación) es a causa de lo que es tabú decir.
miércoles, febrero 03, 2010
Un gobierno con una sicología enclencle
EL gobierno del Señor Rodríguez cada día da una nueva muestra de estar acabado. Así las cosas, salvo debacle mayor, no tiene ni la más mínima posibilidad de revalidar su triunfo en las elecciones generales; ni en ninguna otra próxima.
Los globos sonda y los titubeos empiezan a cansar hasta en los más fieles de sus súbditos. En tiempos tan difíciles, un votante sólo desea unidad, firmeza y valentía. Este equipo de gobierno parece incapaz de ofrecer esas cosas. Digo esto a raíz de lo escuchado hoy en las noticias:
"La propuesta del Gobierno incluida en la actualización del Programa de Estabilidad 2009-2013 de ampliar a 25 años el tiempo de cálculo de las pensiones, aunque finalmente ha sido retirado del documento, ha sido recibida con críticas desde la oposición y los sindicatos."
La propuesta y retirada ocurrió en el espacio de tres horas. Entonces me he acordado de lo sospechosa que resulta la demora en la publicación del borrador de la nueva ley del tabaco y de su futuro incierto. Huelo el pavor. Entre tanto tira y afloja, no sé en qué va a acabar la ley. Me temo lo peor...
Los globos sonda y los titubeos empiezan a cansar hasta en los más fieles de sus súbditos. En tiempos tan difíciles, un votante sólo desea unidad, firmeza y valentía. Este equipo de gobierno parece incapaz de ofrecer esas cosas. Digo esto a raíz de lo escuchado hoy en las noticias:
"La propuesta del Gobierno incluida en la actualización del Programa de Estabilidad 2009-2013 de ampliar a 25 años el tiempo de cálculo de las pensiones, aunque finalmente ha sido retirado del documento, ha sido recibida con críticas desde la oposición y los sindicatos."
La propuesta y retirada ocurrió en el espacio de tres horas. Entonces me he acordado de lo sospechosa que resulta la demora en la publicación del borrador de la nueva ley del tabaco y de su futuro incierto. Huelo el pavor. Entre tanto tira y afloja, no sé en qué va a acabar la ley. Me temo lo peor...
martes, febrero 02, 2010
Tabaco y crisis
Entre tantos sectores económicos perjudicados en esta crisis, resulta curioso ver cómo en España ha aumentado el volumen de ventas de tabaco. En estos últimos trimestres hemos visto una inquietante coincidencia: la subida del paro ha ido siendo directamente proporcional al incremento de las tasas de tabaquismo.
Pese a no tener un duro, la gente sigue comprando tabaco porque el gobierno no ha hecho nada efectivo que interfiera en el normal libre albedrío del negocio de las tabaqueras. Por otra parte, parece que algunos creen que el auspicio del inusitado volumen de ventas es imprescindible para sanear la economía y, de paso, los fondos de nuestras arcas públicas.
Es incómodo reconocer que tenemos un sector beneficiario de la crisis (ajena obviamente). Esto se explica porque las reglas del libre mercado no son compatibles con las leyes de la adicción.
¿No va siendo hora de que cambiemos de estrategia? Si lo de comprar más tabaco y fumar más no ha funcionado para reducir las tasas de paro ni para sanear el erario público, probemos a comprar menos tabaco y fumar menos a ver qué pasa...
Pese a no tener un duro, la gente sigue comprando tabaco porque el gobierno no ha hecho nada efectivo que interfiera en el normal libre albedrío del negocio de las tabaqueras. Por otra parte, parece que algunos creen que el auspicio del inusitado volumen de ventas es imprescindible para sanear la economía y, de paso, los fondos de nuestras arcas públicas.
Es incómodo reconocer que tenemos un sector beneficiario de la crisis (ajena obviamente). Esto se explica porque las reglas del libre mercado no son compatibles con las leyes de la adicción.
¿No va siendo hora de que cambiemos de estrategia? Si lo de comprar más tabaco y fumar más no ha funcionado para reducir las tasas de paro ni para sanear el erario público, probemos a comprar menos tabaco y fumar menos a ver qué pasa...
domingo, enero 17, 2010
Avatar
Acabo de ver la película y, la verdad, aparte de que me gusta la ciencia ficción, quería comprobar si realmente la cinta se merece un pulmón negro como le adjudica Scenesmoking.org por sus unacceptable depictions of tobacco. Pues sí que se lo merece creo yo también. James Cameron podría haberse esforzado en prescindir del tabaco en la caracterización de uno de los protagonistas (y además de los buenos) pero no lo ha hecho.
Mucha gente se ha quedado con la imagen de las caladas que Sigourney Weaver da en un sitio indebido (un laboratorio) nada más despertar de una hibernación. Pero para el buen observador lo más aclarador es una pista que nos da el guionista. En una escena, cuando Sigourney Weaver le pregunta al protagonista Jack Sully sobre la razón por la que decidió embarcarse en la misión (que implicaba el viaje a un exoplaneta siendo paralítico) él le responde en consonancia con su carácter rebelde: "Porque estaba harto de las prohibiciones de los médicos", en una situación en la que no deja lugar a la réplica posterior... ¿A qué me suena esta respuesta tan particular?. Supongo que en una de las películas más caras y esperadas de todos los tiempos el tabaco no podía faltar a la cita.
Mucha gente se ha quedado con la imagen de las caladas que Sigourney Weaver da en un sitio indebido (un laboratorio) nada más despertar de una hibernación. Pero para el buen observador lo más aclarador es una pista que nos da el guionista. En una escena, cuando Sigourney Weaver le pregunta al protagonista Jack Sully sobre la razón por la que decidió embarcarse en la misión (que implicaba el viaje a un exoplaneta siendo paralítico) él le responde en consonancia con su carácter rebelde: "Porque estaba harto de las prohibiciones de los médicos", en una situación en la que no deja lugar a la réplica posterior... ¿A qué me suena esta respuesta tan particular?. Supongo que en una de las películas más caras y esperadas de todos los tiempos el tabaco no podía faltar a la cita.
miércoles, enero 06, 2010
Vivir en España produce cáncer
Apenas ya se rumorea que se está negociando la redacción de una nueva ley de ampliación de las libertades públicas y de protección de la salud (revisión de la Ley Antitabaco para más señas), ya existen algunos sectores que, por un nocivo interés, se oponen furibundamente a su “endurecimiento”. Que lo hagan particulares o asociaciones hosteleras bajo el patrocinio de los lobbies tabaqueros no me preocupa. Sin embargo, me parece escandaloso que encontremos una oposición desmedida a una ley tan vulnerable de manos de un creciente número de militantes políticos.
Así está sucediendo dentro de la Comunidad de Madrid, cuyo Consejero de Sanidad, Juan José Güemes, sin parar a valorar la conveniencia de la ley para el interés de la sociedad, y sin que crea que valga la pena negociar los detalles de su posible redacción ya le coloca el sambenito de ley represora. Desatendiendo a sus competencias en sanidad, en un ejercicio de intrusismo asegura que la ley será “una restricción de la libertad individual”. Además, con el propósito de hacernos partícipes de su miedo e inseguridad ante un hipotético estado de hechos que a él no le agrada en base a un capricho personal añade que “hay que ser muy cuidadosos cuando se restringe la libertad individual”.
Si volvemos a dejar que el fanatismo neoliberal de algunos señores y señorías se imponga al sentido común en esta cuestión, la cual deberíamos proteger frente a interferencias pseudoideológicas, prevalecerá la tiranía de las tabaqueras y su humo frente a la libertad de los que queremos hacer vida social sin tener que volver a casa apestando a hollín cancerígeno. De seguir esto así, tendremos una ley en papel mojado que sólo nos ofrecerá una solución para poder disfrutar con garantías de espacios de ocio sin humos: la emigración.
Así está sucediendo dentro de la Comunidad de Madrid, cuyo Consejero de Sanidad, Juan José Güemes, sin parar a valorar la conveniencia de la ley para el interés de la sociedad, y sin que crea que valga la pena negociar los detalles de su posible redacción ya le coloca el sambenito de ley represora. Desatendiendo a sus competencias en sanidad, en un ejercicio de intrusismo asegura que la ley será “una restricción de la libertad individual”. Además, con el propósito de hacernos partícipes de su miedo e inseguridad ante un hipotético estado de hechos que a él no le agrada en base a un capricho personal añade que “hay que ser muy cuidadosos cuando se restringe la libertad individual”.
Si volvemos a dejar que el fanatismo neoliberal de algunos señores y señorías se imponga al sentido común en esta cuestión, la cual deberíamos proteger frente a interferencias pseudoideológicas, prevalecerá la tiranía de las tabaqueras y su humo frente a la libertad de los que queremos hacer vida social sin tener que volver a casa apestando a hollín cancerígeno. De seguir esto así, tendremos una ley en papel mojado que sólo nos ofrecerá una solución para poder disfrutar con garantías de espacios de ocio sin humos: la emigración.
lunes, enero 04, 2010
Temo que ZP anule la efectividad de la ley
Leo en una página del Club más Tolerante de toda España:
ZAPATERO VULNERA LA LEY Y CONTINÚA FUMANDO EN EL AVIÓN PRESIDENCIAL
Zapatero vulnera la ley y continúa fumando en el avión presidencial
El Falcon del presidente del Gobierno huele a LM Light, la marca de los pitillos que Rodríguez Zapatero enciende en su interior, ajeno a la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados, derivada de la ley que promulgó su propio equipo de Gobierno en diciembre de 2005. Ya lo dijo el Ejecutivo en 2006, cuando entraba en vigor esta normativa: “Es una ley tolerante”.
Sí los máximos portavoces del Integrismo Pro-Tabaquista exhiben con orgullo patriota este actual -e insoportable- estado de hechos y de esta manera, ¿En qué parte de nuestra conciencia podemos albergar optimismo de cara a la revisión de la Ley del Tabaco? Va a ser una cuestión de fe pretender que esto mejore si estos políticos, que no nos representan, no se desenganchan.
ZAPATERO VULNERA LA LEY Y CONTINÚA FUMANDO EN EL AVIÓN PRESIDENCIAL
Zapatero vulnera la ley y continúa fumando en el avión presidencial
El Falcon del presidente del Gobierno huele a LM Light, la marca de los pitillos que Rodríguez Zapatero enciende en su interior, ajeno a la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados, derivada de la ley que promulgó su propio equipo de Gobierno en diciembre de 2005. Ya lo dijo el Ejecutivo en 2006, cuando entraba en vigor esta normativa: “Es una ley tolerante”.
Sí los máximos portavoces del Integrismo Pro-Tabaquista exhiben con orgullo patriota este actual -e insoportable- estado de hechos y de esta manera, ¿En qué parte de nuestra conciencia podemos albergar optimismo de cara a la revisión de la Ley del Tabaco? Va a ser una cuestión de fe pretender que esto mejore si estos políticos, que no nos representan, no se desenganchan.
viernes, diciembre 25, 2009
El Rey pide unidad
El rey Juan Carlos I pidió el jueves, en su tradicional discurso navideño, unidad política para superar los problemas que vive el país, entre los que citó especialmente la crisis económica.
Aplicaré su discurso a nuestros intereses: espero unidad política para afrontar la lucha contra la lacra del tabaquismo. Nunca se ha cebado con tanta virulencia la falta de unidad política como lo ha hecho con esta meta social. Tras oír los últimos datos del INE sobran explicaciones. Espero que gobierno y oposición acuerden un pacto de estado para luchar contra este enemigo que es común a toda la humanidad.
Aplicaré su discurso a nuestros intereses: espero unidad política para afrontar la lucha contra la lacra del tabaquismo. Nunca se ha cebado con tanta virulencia la falta de unidad política como lo ha hecho con esta meta social. Tras oír los últimos datos del INE sobran explicaciones. Espero que gobierno y oposición acuerden un pacto de estado para luchar contra este enemigo que es común a toda la humanidad.
jueves, diciembre 17, 2009
Los hosteleros ñoños
Tal y como pronostiqué hace tiempo, ante la inminencia de una nueva ley reguladora del tabaco, la presión mediática fomentada desde ciertos sectores va in crescendo. Presidentes de gremios de hostelería, organizaciones hosteleras fantasmas y otros impostores ya se han puesto en pié de guerra. Llegará un momento en que los ejércitos de los verdaderos beneficiarios saquen la artillería pesada y el refuerzo mediático a la causa protabaquista haga que ver la tele, escuchar la radio o leer la prensa sea insoportable. Hay demasiado volumen de intereses en juego en este país con la nueva ley y dudo que la clase política aguante estos envites así como así. Por otro lado, veremos cómo reacciona esta vez la opinión pública…
Entretanto, intentemos rebatir una y otra vez uno de los argumentos que los falsos hosteleros repiten (una y otra vez) últimamente para intentar evitar lo inevitable.
Reiterando lo que he dicho en otras ocasiones, las razones del hostelero para temer la prohibición del consumo de tabaco en todos los locales de acceso público son extrañas porque, u obedecen a intereses ajenos a la rentabilidad económica de su negocio o se basan en falsas creencias. Para la primera no existe solución al ser siempre desconocida; para la segunda sólo es necesario hacer un ejercicio básico de contabilidad. Tras hacer esto último se concluye, en el peor de los casos, que no existe relación entre las restricciones al consumo de tabaco y el consumo de servicios hosteleros.
La regulación del consumo de tabaco ha de concebirse como un asunto bilateral entre el público y el estado. Nadie discute que es deber del estado velar por la evitación de conductas heterolesivas entre los individuos administrados. En ese caso, un hostelero no puede adoptar una postura parcial auspiciando el consumo de tabaco en un lugar determinado con la excusa de que es de su propiedad. El hostelero no tiene derecho a obstaculizar una política de orden público argumentando que le molesta que no se fume en su local.
Si el hostelero se considera hasta la fecha de la restricicción beneficiario de una actividad determinada que no tiene nada que ver con su negocio, ha de explicar en términos contables la razón de ello. Aún cuando hubiese sido efectivamente beneficiario indirecto de esa actividad ajena, no puede solicitar compensación por ese tipo de pérdidas –indirectas- que se vayan a producir como consecuencia de la restricción. Por otra parte, sí tiene derecho a que el estado le reembolse lo gastado en su adaptación a una ley (por temor a las pérdidas, sea fundado o no el miedo) que es revisada de manera prematura, si las obras acometidas luego resultaran ser inútiles.
Pero insisto, es ridículo que el hostelero tenga interés en auspiciar un humo que no es él quien invierte en su producción. Una cosa es que pueda escoger el tipo de decoración de su local, el tipo estilo de música reproducido por sus equipos de sonido o la iluminación, y otra que exija que ciertas actividades de sus clientes no relacionadas con sus intereses económicos sean reguladas o no en base a un capricho personal.
Entretanto, intentemos rebatir una y otra vez uno de los argumentos que los falsos hosteleros repiten (una y otra vez) últimamente para intentar evitar lo inevitable.
Reiterando lo que he dicho en otras ocasiones, las razones del hostelero para temer la prohibición del consumo de tabaco en todos los locales de acceso público son extrañas porque, u obedecen a intereses ajenos a la rentabilidad económica de su negocio o se basan en falsas creencias. Para la primera no existe solución al ser siempre desconocida; para la segunda sólo es necesario hacer un ejercicio básico de contabilidad. Tras hacer esto último se concluye, en el peor de los casos, que no existe relación entre las restricciones al consumo de tabaco y el consumo de servicios hosteleros.
La regulación del consumo de tabaco ha de concebirse como un asunto bilateral entre el público y el estado. Nadie discute que es deber del estado velar por la evitación de conductas heterolesivas entre los individuos administrados. En ese caso, un hostelero no puede adoptar una postura parcial auspiciando el consumo de tabaco en un lugar determinado con la excusa de que es de su propiedad. El hostelero no tiene derecho a obstaculizar una política de orden público argumentando que le molesta que no se fume en su local.
Si el hostelero se considera hasta la fecha de la restricicción beneficiario de una actividad determinada que no tiene nada que ver con su negocio, ha de explicar en términos contables la razón de ello. Aún cuando hubiese sido efectivamente beneficiario indirecto de esa actividad ajena, no puede solicitar compensación por ese tipo de pérdidas –indirectas- que se vayan a producir como consecuencia de la restricción. Por otra parte, sí tiene derecho a que el estado le reembolse lo gastado en su adaptación a una ley (por temor a las pérdidas, sea fundado o no el miedo) que es revisada de manera prematura, si las obras acometidas luego resultaran ser inútiles.
Pero insisto, es ridículo que el hostelero tenga interés en auspiciar un humo que no es él quien invierte en su producción. Una cosa es que pueda escoger el tipo de decoración de su local, el tipo estilo de música reproducido por sus equipos de sonido o la iluminación, y otra que exija que ciertas actividades de sus clientes no relacionadas con sus intereses económicos sean reguladas o no en base a un capricho personal.
martes, diciembre 15, 2009
Tabaco y cambio climático
Últimamente se está tratando desde diferentes medios el problema del cambio climático. La ONU intenta buscar una solución estos días en la Cumbre de Copenhague. Difícil problema. A juzgar por los indicios, frente a lo que desde nuestra fé ciega pretendíamos creer, en realidades limitadas, no pueden operar variables ilimitadas.
Que ahora en un planeta de 40.000 km de circunferencia quepamos bien 6000 millones de personas, no significa que existan recursos suficientes para 50.000 millones de personas en 100 años. Ahora mismo, de carbón accesible no quedarán mucho más de unos cuantos miles de millones de toneladas; de petróleo no existirán más de unos cuantos cientos de kilómetros cúbicos. Las zonas destinadas a la gestión de residuos (basureros), no pueden ocupar un área en sempiterna expansión. El crecimiento económico debe tener un límite, pues nada crece eternamente y sin fin.
Por su parte, a la atmósfera, no se puede liberar de manera sostenida en el tiempo (hasta el fin de los tiempos) CO2 a un ritmo superior al asimilable por la naturaleza. Todo esto, sin embargo, se ha estado haciendo actualmente y la solución no puede aplazarse sine die.
La crisis económica y el cambio climático parecen certificar el comienzo de la decadencia de un modelo inaplicable de manera indefinida en el tiempo en un entorno limitado (era lógico y se veía venir). Aquello a lo que actualmente llamamos crisis económica podría no serlo como tal. Podría tratarse sencillamente de una adaptación del modelo a una nueva realidad de orden físico, de tal modo que la percepción de esta realidad acarrease una serie de tendencias en consecuencia y que, al no haber experimentado precedentes en la historia de la humanidad, lo confundiéramos con aquello a lo que llamamos crisis.
Si es así, no hablamos de crisis porque las cosas jamás volverán a ser como antes. Si nuestras necesidades creadas y nuestras ansias de desarrollo seguían creciendo de manera ilimitada, la escasez de recursos lo haría proporcionalmente; lo mismo que lo hizo siempre, con la salvedad de que ahora somos conscientes de ello. Nos estamos retirando la venda de los ojos, pues hemos concluido que nuestro destino es ineludible.
Así pues, a grandes rasgos, lo único que los estados pueden hacer al respecto es promover políticas de austeridad. Promover el rechazo de la sociedad al despilfarro y reorientar la obsesión por la eficiencia. Algo fácil decir, pero imposible hacer y, sin embargo, hay que intentarlo.
Teniendo en cuenta este contexto, la dependencia de la humanidad de los intereses de la Industria Tabaquera representa uno de los mayores sinrazones imaginables. Nos amenaza la crisis alimentaria pero, pese a ello, seguimos auspiciando las esterilización de las tierras con un cultivo intensivo de enormes necesidades hídricas y cuyo valor nutricional es cero una vez envasado. La deforestación avanza a pasos agigantados y nos da igual que se talen vastas superficies boscosas y se destinen a secaderos de hoja de tabaco. ¿nos quejamos de la contaminación? Bien, pero seguimos sin hablar de los procesos industriales asociados a la manufactura de las labores del tabaco.
Podría ser que la cantidad de CO2 liberada al a atmósfera por la combustión de los cigarros y la actividad de sus fábricas de productos químicos no representase una proporción significativa en comparación con la de las plantas térmicas o la industria automovilística. Sin embargo, pensemos que las toneladas y toneladas de cigarros que se producen diariamente tienen como destino final la combustión y la liberación de tóxicos a la atmósfera. Que las humaredas de los cigarros estén diluidas por todo el territorio nacional y no concentradas en una enorme chimenea no cambia el hecho de que, mientras escribo esta líneas, se están quemando unos tres millones de cigarros innecesariamente con repercusiones catastróficas en las “capas bajas” de la atmósfera.
Hace falta una conciencia global sobre el problema de la contaminación por CO2 en la atmósfera. El humo de tabaco es un buen ejemplo a la hora de establecer símiles que crean en el público una nueva conciencia en la percepción del problema, y la propuesta de reducir esta actividad constituiría un buen punto de partida si vamos a considerar de qué podemos prescindir y de qué no en nuestra sociedad del bienestar. Máxime si este nauseabundo negocio crea adicción y malestar mientras lo que vende sigue sin valer para nada.
Que ahora en un planeta de 40.000 km de circunferencia quepamos bien 6000 millones de personas, no significa que existan recursos suficientes para 50.000 millones de personas en 100 años. Ahora mismo, de carbón accesible no quedarán mucho más de unos cuantos miles de millones de toneladas; de petróleo no existirán más de unos cuantos cientos de kilómetros cúbicos. Las zonas destinadas a la gestión de residuos (basureros), no pueden ocupar un área en sempiterna expansión. El crecimiento económico debe tener un límite, pues nada crece eternamente y sin fin.
Por su parte, a la atmósfera, no se puede liberar de manera sostenida en el tiempo (hasta el fin de los tiempos) CO2 a un ritmo superior al asimilable por la naturaleza. Todo esto, sin embargo, se ha estado haciendo actualmente y la solución no puede aplazarse sine die.
La crisis económica y el cambio climático parecen certificar el comienzo de la decadencia de un modelo inaplicable de manera indefinida en el tiempo en un entorno limitado (era lógico y se veía venir). Aquello a lo que actualmente llamamos crisis económica podría no serlo como tal. Podría tratarse sencillamente de una adaptación del modelo a una nueva realidad de orden físico, de tal modo que la percepción de esta realidad acarrease una serie de tendencias en consecuencia y que, al no haber experimentado precedentes en la historia de la humanidad, lo confundiéramos con aquello a lo que llamamos crisis.
Si es así, no hablamos de crisis porque las cosas jamás volverán a ser como antes. Si nuestras necesidades creadas y nuestras ansias de desarrollo seguían creciendo de manera ilimitada, la escasez de recursos lo haría proporcionalmente; lo mismo que lo hizo siempre, con la salvedad de que ahora somos conscientes de ello. Nos estamos retirando la venda de los ojos, pues hemos concluido que nuestro destino es ineludible.
Así pues, a grandes rasgos, lo único que los estados pueden hacer al respecto es promover políticas de austeridad. Promover el rechazo de la sociedad al despilfarro y reorientar la obsesión por la eficiencia. Algo fácil decir, pero imposible hacer y, sin embargo, hay que intentarlo.
Teniendo en cuenta este contexto, la dependencia de la humanidad de los intereses de la Industria Tabaquera representa uno de los mayores sinrazones imaginables. Nos amenaza la crisis alimentaria pero, pese a ello, seguimos auspiciando las esterilización de las tierras con un cultivo intensivo de enormes necesidades hídricas y cuyo valor nutricional es cero una vez envasado. La deforestación avanza a pasos agigantados y nos da igual que se talen vastas superficies boscosas y se destinen a secaderos de hoja de tabaco. ¿nos quejamos de la contaminación? Bien, pero seguimos sin hablar de los procesos industriales asociados a la manufactura de las labores del tabaco.
Podría ser que la cantidad de CO2 liberada al a atmósfera por la combustión de los cigarros y la actividad de sus fábricas de productos químicos no representase una proporción significativa en comparación con la de las plantas térmicas o la industria automovilística. Sin embargo, pensemos que las toneladas y toneladas de cigarros que se producen diariamente tienen como destino final la combustión y la liberación de tóxicos a la atmósfera. Que las humaredas de los cigarros estén diluidas por todo el territorio nacional y no concentradas en una enorme chimenea no cambia el hecho de que, mientras escribo esta líneas, se están quemando unos tres millones de cigarros innecesariamente con repercusiones catastróficas en las “capas bajas” de la atmósfera.
Hace falta una conciencia global sobre el problema de la contaminación por CO2 en la atmósfera. El humo de tabaco es un buen ejemplo a la hora de establecer símiles que crean en el público una nueva conciencia en la percepción del problema, y la propuesta de reducir esta actividad constituiría un buen punto de partida si vamos a considerar de qué podemos prescindir y de qué no en nuestra sociedad del bienestar. Máxime si este nauseabundo negocio crea adicción y malestar mientras lo que vende sigue sin valer para nada.
lunes, diciembre 07, 2009
300.000 controles en 14 días

Acabo de leer la noticia sobre el anuncio de la DGT, que realizará 300.000 tests de alcoholemia hasta el día 20 de este mes. Es cierto que es una buena medida porque está evitando que fallezcan en accidente de tráfico muchos conductores, además de otras malas consecuencias de ese hábito convertido en costumbre en este nuestro país de los records.
No me parece bien que en tres años de Ley Antitabaco no se hayan llevado a cabo unas pocas inspecciones serias en bares, restaurantes y otros locales de ocio para acabar con el más perjudicial, injusto y mortal de todos los malos hábitos.
domingo, diciembre 06, 2009
Riesgo biológico

El tabaco es peligroso para todo el mundo. También es asqueroso, sobre todo para el que no practica ese hábito. Esto no es una manía de hipocondríacos y escrupulosos porque fumar es, indiscutiblemente, antihigiénico. Sin embargo, casi todo el mundo en España tiende a obviar este detalle porque los que fuman y son ahumados son demasiados. Por eso, algo que se hace tanto es inconcebible que sea un error hacerlo; no es posible que la mayoría seamos unos guarros.
Qué le vamos a hacer, si nuestros políticos quieren que España siga siendo un narco-estado lleno de apestados y prefieren mirar para otro lado pues allá ellos. Mientras tanto, aquí seguiremos unos cuantos intentando poner ante los ojos de la población lo que los poderes fácticos no quieren que se vea.
El humo de un cigarro se compone de partículas y no es espíritu delicioso precisamente; no es un ente inmaterial. Además se expande cubriendo distancias sorprendentes y gracias a su pringue vaporizada (alquitrán de carretera) se adhiere a todas partes. Alguien que fuma y al que recientemente le han sacado una muela o le acaban de poner un piercing en la boca tiene papeletas extras, merced al humo, para conseguir que sus heridas en proceso de curación le premien su imprudencia con un una infección, que podría desembocar en una septicemia o en un cáncer. Todo el cuerpo de un fumador pasivo está en contacto exactamente con los mismos venenos que los inhalados y exhalados por el que fuma. Por tanto, si tiene una herida expuesta, ¿Corre ese tipo de riesgos? Sí, aunque menos. ¿Supone un riesgo semejante el humo de los coches? Lo siento, no estamos tratando ese tema ahora.
Pero además, entre quienes fuman, cualquier tipo de infección o cualquier proceso vírico necesita más tiempo de curación. Esto significa no sólo que el humo debilita o entorpece a sus mecanismos naturales de defensa sino que, además, dichos procesos víricos permanecen más tiempo en fase de contagio. Sin duda, la gripe A (o cualquier gripe) sería más llevadera para el sistema sanitario y toda la comunidad con el tabaco quitado del medio. Ni tantos morirían de bronquitis y neumonías, ni estos contagiarían a tantos en su agonía.
Luego tenemos otra realidad no admitida, y es que las partículas de humo de tabaco exhalado pueden servir de vehículo a todo tipo de agentes patógenos que, de otra manera, a lo mejor no penetrarían en el organismo del fumador pasivo o no lo harían en la misma dosis. También es innegable que los aquejados de tabacosis, con sus toses y estornudos extras, condimentan de manera generosa el ambiente.
¿Y qué hay de la eficacia de los antibióticos en la población? pues resulta que el consumo de tabaco, para empezar, dificulta el estudio de los medicamentos en fase de prueba sobre los voluntarios que se prestan a ello. Digamos que altera la eficacia de los antibióticos y, como es lógico, dadas sus virtudes debilitadoras del sistema inmunológico, ayuda a virus y bacterias a desarrollar resistencia a los medicamentos.
En cuanto a las pretendidas propiedades terapéuticas del tabaco y la nicotina: que si puede ayudar a prevenir las alergias, que si cura el estrés y la depresión, que si se está desarrollando una variante de tabaco transgénico que va a curar el sida etc., todo eso es y será mentira, mentira y mentira. Y si tuviese alguna rebuscada propiedad farmacéutica, la agencia del medicamento jamás daría su visto bueno. Lo siento, demasiados efectos secundarios y demasiadas contraindicaciones.
domingo, octubre 18, 2009
¿A qué viene eso?
El pasado día 19 de Septiembre Fito Cabrales, cantante del grupo Fito&Fitipaldis, es entrevistado por Antonio San José, en el programa "Cara a Cara" de CNN+.
En cierto momento de la entrevista, El presentador le pregunta por su coqueteo pasado con las drogas. A la pregunta Fito Cabrales responde con una mímica poco convincente. Dice que ya ha abandonado ese mundo y reconoce que las drogas son origen de muchos dramas. Consecutivamente los nervios le afloran y se pierde su discurso en una serie de balbuceos poco menos ininteligibles hasta que, de repente, aclara su voz y añade, sin venir a cuento, la siguiente disquisisición: "yo quiero decir una cosa. Y es que no me gusta la gente a la que le molesta el humo". Entonces es cuando me quedo con ganas de preguntarle: "Y si yo no te molesto por no fumar, ¿por qué me molestas tú fumando, hijo de puta?"
En cierto momento de la entrevista, El presentador le pregunta por su coqueteo pasado con las drogas. A la pregunta Fito Cabrales responde con una mímica poco convincente. Dice que ya ha abandonado ese mundo y reconoce que las drogas son origen de muchos dramas. Consecutivamente los nervios le afloran y se pierde su discurso en una serie de balbuceos poco menos ininteligibles hasta que, de repente, aclara su voz y añade, sin venir a cuento, la siguiente disquisisición: "yo quiero decir una cosa. Y es que no me gusta la gente a la que le molesta el humo". Entonces es cuando me quedo con ganas de preguntarle: "Y si yo no te molesto por no fumar, ¿por qué me molestas tú fumando, hijo de puta?"
domingo, octubre 11, 2009
Acabad con el botellón, ahora, imbéciles
Ejemplo vivo de la alienación propia del adolescente con sus crisis de identidad, de la falta de comunicación en esta frívola sociedad de la indiferencia, del borreguismo más salvaje, del oportunismo de los beneficiarios del vicio y del error intelectual de la progresía es el botellón. Veamos la explicación psicológica y sociológica de este hecho. No, lo he pensado mejor, no sé si la tiene y no voy perder el tiempo con ello porque no tiene sentido tolerar eso. Que una costumbre exista y se practique multitudinariamente no significa que sea normal y por tanto se deba tolerar.
Aunque hubiesen sido 50.000 nuestros candidatos a idiócratas los congregados, no me parece lógico que no se haga nada al respecto siguiendo recomendación de la policía in situ que alega "que son demasiados". Nuestros políticos dirán que fueron precavidos porque dictaron una ley que prohibía el botellón y ya han cumplido con su misión, que han hecho lo que han podido, como siempre.
Muchos defenderán la necesidad dejar a su libre albedrío esta costumbre que va camino de convertirse en tradición, como definidor sustancial de la idiosincrasia española, como reclamo turístico cual "typical spanish", alegando fantasías libertarias, espontaneidad juvenil o necesidades catárticas del ser humano. Eso es típico de gente equivocada porque, o no ha pensado con la cabeza, o anda muy despistada. Otros, que no merecen vivir, querrán auspiciarla porque son los que les venden las bebidas alcohólicas a sus "defendidos".
¿Y los derechos de los vecinos al descanso? ¿y la obligación de velar por unos hábitos saludables de nuestra juventud? ¿y la visión de calles y plazas abarrotadas de basura y orines? ¿y la imagen que damos al resto de Europa? "Que se joda todo eso", es lo que parece que acabamos diciendo aunque sólo sea por pereza, por debilidad o cobardía.
Luego están los ni siquiera manidos argumentos que vienen a decir que es algo acorde con los tiempos, que toda la vida ha existido y ha estado bien. Que igual que los que ahora tienen 50 años organizaban guateques cuando eran jóvenes, la juventud de ahora tiene derecho a ¿divertirse de "semejantes" formas?.
Pero ni la manera es la misma ni ese argumento varía el principal de la condescendencia, "si existe, -o ha existido-, es porque está o estaba bien". Pongamos un poco de cordura. El beber hasta emborracharse por beber hasta emborracharse no es tan divertido en sí; cansa a la larga y más de esa manera y con ese fin. El de beber por beber, o para superar ¿timidez, falta de habilidades sociales, incapacidad para "ligar"?. Me parece francamente triste y patético que suceda eso.
No sé si la causa original de nuestro fracaso radicará en la inexistencia de actividades de ocio alternativo o en la falta de campañas de concienciación que prevengan de este fenómeno tan nocivo, pero sí sé de quién es la culpa aquí y ahora. Mientras esperamos a la maravillosa y cívica sociedad de un paraíso futuro, como si de una cuestión de fe se tratase, hay más bien que preocuparse por la integridad física y cognitiva de nuestra juventud aquí y ahora.
Para la próxima vez, preparad una veintena de tanquetas, botes de gas lacrimógeno, agua a presión, munición de goma y lo que haga falta, porque esta ordinariez no tiene parangón en ningún otro país civilizado. Y basta ya de pensar en habilitar explanadas para que sigan haciendo esas cosas sin molestar a los vecinos. Con eso sólo alejaremos de nuestra vista un problema que no pueden resolver porque son unos cobardes. Dispersándolos en futuras ocasiones les haremos un favor a nuestros jóvenes en el 100% de los casos y ahorraremos espacio. Además no malgastaremos dinero en estúpidas y asquerosas infraestructuras para que orinen y vomiten a gusto.
Aunque hubiesen sido 50.000 nuestros candidatos a idiócratas los congregados, no me parece lógico que no se haga nada al respecto siguiendo recomendación de la policía in situ que alega "que son demasiados". Nuestros políticos dirán que fueron precavidos porque dictaron una ley que prohibía el botellón y ya han cumplido con su misión, que han hecho lo que han podido, como siempre.
Muchos defenderán la necesidad dejar a su libre albedrío esta costumbre que va camino de convertirse en tradición, como definidor sustancial de la idiosincrasia española, como reclamo turístico cual "typical spanish", alegando fantasías libertarias, espontaneidad juvenil o necesidades catárticas del ser humano. Eso es típico de gente equivocada porque, o no ha pensado con la cabeza, o anda muy despistada. Otros, que no merecen vivir, querrán auspiciarla porque son los que les venden las bebidas alcohólicas a sus "defendidos".
¿Y los derechos de los vecinos al descanso? ¿y la obligación de velar por unos hábitos saludables de nuestra juventud? ¿y la visión de calles y plazas abarrotadas de basura y orines? ¿y la imagen que damos al resto de Europa? "Que se joda todo eso", es lo que parece que acabamos diciendo aunque sólo sea por pereza, por debilidad o cobardía.
Luego están los ni siquiera manidos argumentos que vienen a decir que es algo acorde con los tiempos, que toda la vida ha existido y ha estado bien. Que igual que los que ahora tienen 50 años organizaban guateques cuando eran jóvenes, la juventud de ahora tiene derecho a ¿divertirse de "semejantes" formas?.
Pero ni la manera es la misma ni ese argumento varía el principal de la condescendencia, "si existe, -o ha existido-, es porque está o estaba bien". Pongamos un poco de cordura. El beber hasta emborracharse por beber hasta emborracharse no es tan divertido en sí; cansa a la larga y más de esa manera y con ese fin. El de beber por beber, o para superar ¿timidez, falta de habilidades sociales, incapacidad para "ligar"?. Me parece francamente triste y patético que suceda eso.
No sé si la causa original de nuestro fracaso radicará en la inexistencia de actividades de ocio alternativo o en la falta de campañas de concienciación que prevengan de este fenómeno tan nocivo, pero sí sé de quién es la culpa aquí y ahora. Mientras esperamos a la maravillosa y cívica sociedad de un paraíso futuro, como si de una cuestión de fe se tratase, hay más bien que preocuparse por la integridad física y cognitiva de nuestra juventud aquí y ahora.
Para la próxima vez, preparad una veintena de tanquetas, botes de gas lacrimógeno, agua a presión, munición de goma y lo que haga falta, porque esta ordinariez no tiene parangón en ningún otro país civilizado. Y basta ya de pensar en habilitar explanadas para que sigan haciendo esas cosas sin molestar a los vecinos. Con eso sólo alejaremos de nuestra vista un problema que no pueden resolver porque son unos cobardes. Dispersándolos en futuras ocasiones les haremos un favor a nuestros jóvenes en el 100% de los casos y ahorraremos espacio. Además no malgastaremos dinero en estúpidas y asquerosas infraestructuras para que orinen y vomiten a gusto.
miércoles, octubre 07, 2009
La calaña de la Real Federación Española de Atletismo
Acabo de llegar del gimnasio, de divertirme un poco a costa de un grupo de usuarios que presumen de lo valientes que son y de lo bien que les va con sus inyecciones periódicas de hormonas. Lo hacen para estimular el desarrollo de la masa muscular, para hacerlo más rápido, con menos esfuerzo. Con ello suben su nivel de hormonas de crecimiento artificialmente, testosterona quizá, y así consiguen musculitos. Lo malo es que ellos obvian el hecho de que podrían estar viciando su sistema hormonal. Si el organismo detecta un exceso de testosterona en el flujo sanguíneo, es posible que trate de defenderse: sus mecanismos naturales producirán cada vez menos testosterona para contrarrestar el artificial aporte externo. Esto puede dar lugar a una atrofia irreversible de esos mecanismos de producción natural de hormonas. Si estos nenes se recortan el aporte de hormonas cuando se pasen de moda los músculos, luego ya veremos como en un futuro tenemos a varones de mediana edad con pechos y con cáncer de mama... Esas porquerías, legales o no, parecen ser toleradas por nuestra débil administración y son de fácil adquisición en muchos gimnasios españoles.
Después de esto llego a mi casa y leo esta noticia que viene a decir que:
Josephine Onyia, plusmarquista española de 100 metros vallas, ha sido inhabilitada por dos años por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), estimando los dos recursos presentados por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). El TAS ha dado la razón a la IAAF y ha anulado las decisiones tomadas en enero y en marzo pasados por la Federación Española de exculpar de dopaje a la atleta...
Es decir que la RFEA pasa de atosigar a los deportistas con lo del dopaje y otras instancias internacionales tienen que darle un tirón de orejas. Otra vez con las mismas. Por supuesto la página de nuestra Real Federación no hace ni la más mínima mención al hecho y sólo muestra las noticias sobre nuestras glorias deportivas. Bastante tienen nuestros gestores del deporte con hacer el ridículo ante el COI. Un poco de decoro, por favor. Dejad ya las drogas y poneos a perseguir el dopaje si queréis que Madrid sea elegida en el 2020.
Conclusión: parece que los españoles tenemos unos hábitos bastante insalubres y que nuestro comportamiento tramposo y antideportivo canta mucho en occidente. Creo que no voy a volver a hablar de este subtema; ya no hay mucho más que decir.
Después de esto llego a mi casa y leo esta noticia que viene a decir que:
Josephine Onyia, plusmarquista española de 100 metros vallas, ha sido inhabilitada por dos años por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), estimando los dos recursos presentados por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). El TAS ha dado la razón a la IAAF y ha anulado las decisiones tomadas en enero y en marzo pasados por la Federación Española de exculpar de dopaje a la atleta...
Es decir que la RFEA pasa de atosigar a los deportistas con lo del dopaje y otras instancias internacionales tienen que darle un tirón de orejas. Otra vez con las mismas. Por supuesto la página de nuestra Real Federación no hace ni la más mínima mención al hecho y sólo muestra las noticias sobre nuestras glorias deportivas. Bastante tienen nuestros gestores del deporte con hacer el ridículo ante el COI. Un poco de decoro, por favor. Dejad ya las drogas y poneos a perseguir el dopaje si queréis que Madrid sea elegida en el 2020.
Conclusión: parece que los españoles tenemos unos hábitos bastante insalubres y que nuestro comportamiento tramposo y antideportivo canta mucho en occidente. Creo que no voy a volver a hablar de este subtema; ya no hay mucho más que decir.
sábado, octubre 03, 2009
Madrid no tenía posibilidades
Ha sido realmente un acierto por parte del COI decantarse por cualquier otra ciudad que no esté tan llena de tramposos, drogadictos y fumadores. La delegación madrileña era para verla con sus dos portavoces con voz de fumadores compulsivos, con el Rey y el Señor Rodríguez. Cuándo al Señor Rodríguez se le preguntó sobre si la legislación antidopaje española (y la disposición para hacerla cumplir, entre líneas) iba a estar a la altura, nuestro presidente sólo pudo responder con histrionismo. En sus palabras había un exceso de contundencia y falsedad que no inspiró confianza a nadie. Es entonces cuando les quedó claro a los miembros del COI que podían reirse de España, de su sociedad tan tabaquizada y drogófila, tan proclive a argumentar la defensa del derecho a hacer trampas con alegaciones pro-libertaristas. Ya le ayudé hace dos años a Pat Macquaid a difundir esta adevertencia aquí y aquí a propósito del dopping en el ciclismo español.
Luego también nos metieron otro dedo en la llaga: el del urbanismo y la contrucción de las viviendas en la villa olímpica. Le preguntaron a Gallardón si, teniendo en cuenta los antecedentes especulatorios en España, no íbamos a llevar a cabo nuestra típica gestión ultraliberal de esas viviendas tras el 2016. Otra vez, Gallardón no sonó convincente, con tanto repetir la palabra "social-es" para referirse al uso posterior de esas viviendas; es algo que no le pega en boca de los populares.
Estaba claro que el Rey, el Señor rodríguez y Jaime Lissavetzky, venían a promocionar una forma de ver las cosas que no ni va con estos tiempos ni es la acertada. Es mejor que se dediquen a cosas para las que tendrían más éxito. Para otra ocasión, que sean embajadores del tabaco y las drogas porque para cosas serias ya habrá gente más capacitada.
Luego también nos metieron otro dedo en la llaga: el del urbanismo y la contrucción de las viviendas en la villa olímpica. Le preguntaron a Gallardón si, teniendo en cuenta los antecedentes especulatorios en España, no íbamos a llevar a cabo nuestra típica gestión ultraliberal de esas viviendas tras el 2016. Otra vez, Gallardón no sonó convincente, con tanto repetir la palabra "social-es" para referirse al uso posterior de esas viviendas; es algo que no le pega en boca de los populares.
Estaba claro que el Rey, el Señor rodríguez y Jaime Lissavetzky, venían a promocionar una forma de ver las cosas que no ni va con estos tiempos ni es la acertada. Es mejor que se dediquen a cosas para las que tendrían más éxito. Para otra ocasión, que sean embajadores del tabaco y las drogas porque para cosas serias ya habrá gente más capacitada.
jueves, octubre 01, 2009
Madrid y los juegos
Madrid es candidata a ser la sede olímpica en el 2016. Me comunica personal entendido en asuntos del COI que, aunque los miembros pueden votar lo que les de la gana y el factor emocional o personal está ahí, también son tenidos en cuenta aspectos objetivos que pueden inclinar la balanza en esa votación secreta.
Ante mi preocupación de que Madrid fuese designada sede olímpica sin merecerlo, -se auspicia el humo de tabaco en lugares cerrados públicos-, asegura que no sabe si ese es un factor decisivo o no, pero que "todos los aspectos son tenidos en cuenta" y que además de las instalaciones deportivas en sí, son valoradas con especial atención "las infraestructuras y la calidad de los servicios en la ciudad en cuestión". Se llevan a cabo informes a pié de calle sobre la calidad de los servicios hosteleros en general, los cuales vendrán detallados en memorias y actas que los votantes han ya repasado. Parece seguro que el tabaco en los bares podría ser crucial para algún votante y "evidentemente, que en en la mayoría de hoteles y restaurantes se pueda fumar, no es un punto a favor".
Ante mi preocupación de que Madrid fuese designada sede olímpica sin merecerlo, -se auspicia el humo de tabaco en lugares cerrados públicos-, asegura que no sabe si ese es un factor decisivo o no, pero que "todos los aspectos son tenidos en cuenta" y que además de las instalaciones deportivas en sí, son valoradas con especial atención "las infraestructuras y la calidad de los servicios en la ciudad en cuestión". Se llevan a cabo informes a pié de calle sobre la calidad de los servicios hosteleros en general, los cuales vendrán detallados en memorias y actas que los votantes han ya repasado. Parece seguro que el tabaco en los bares podría ser crucial para algún votante y "evidentemente, que en en la mayoría de hoteles y restaurantes se pueda fumar, no es un punto a favor".
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